Olor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje.
Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...
Niko decidió ignorar a su exnovio y seguir haciendo lo que quisiese. Su amigo intentaba convencerlo de que dejase de bailar con ese chico que sólo lo quería para echar un polvo, pero el rubio lo ignoraba. Continuó bailando con aquel desconocido y poniéndose borracho mientras que Joaquín no paraba de vigilarlo. A mitad de la noche sintió un tirón en su brazo que le hizo gritar y asustarse.
- Oye ¿pero qué te... - calló al ver de quién se trataba.
- ¿Qué cojones hace tu amigo? ¿Tiene 2 años ó qué?
- Él puede hacer lo que le venga en gana, además ¿Qué más te dá a tí?
- Resulta que tu amiguito es exnovio del mío y está sufriendo mientras esa puta no para zorrear con otros.
- Ni siquiera te atrevas a insultarlo - se le acercó amenazante.
- ¿Ó qué? ¿Vas a pegarme con tus manitas?
Ahora estaban a escasos centímetros el uno del otro. Notando cómo sus respiraciones chocan una con la otra. Hubo un momento de gran tensión en el que ninguno hizo nada por separarse.
- ¿Te ha comido la lengua el gato ó te gusta tenerme tan cerca? - dijo Emilio colocando sus manos en las caderas del menor - Podemos estar así toda la noche si es lo que quieres... Pero desgraciadamente mi mejor amigo está mal por tu amiguito - quitó las manos - Así que haz que pare ó lo paro yo.
Y de un momento a otro Emilio había desaparecido. Joaquín recobró la respiración, ya que al estar tan cerca uno del otro su respiración había dejado de funcionar. Pestañeó un par de veces y decidió hacerle caso al mayor.
Se acercó a Niko y ni siquiera preguntó. Le arrebató de las manos del otro chico y lo jaló lejos de él.
- Deberías ir a hablar con él, me han dicho que estaba muy mal.
- ¿Quién? No conocemos a nadie aquí.
- Emilio...
- Dejar de entrometeros en mi vida. Si lo dejé fué por algo - se dió media vuelta.
- Niko sé que aún le quieres.
- Si, quizás lo siga queriendo, pero eso no quita que sea un mentiroso.
- Mi nombre es Eduardo Barquín - apareció el pelinegro a sus espaldas - No voy a la universidad ni lo tengo pensado, soy el único chico en mi familia sin contar a mi padre, tengo 3 hermanas pequeñas, no tengo un trabajo digno, corro en las carreras ilegales junto a Emilio, no muestro mis sentimientos, soy desconfiado, pero a tí no puedo ocultarte mis sentimientos - dijo acercándose al rubio.
Joaquín se retiró del lado de su amigo quedando a unos metros, pero inmediatamente otro tirón en su brazo le hizo irse más lejos. Se trataba de la misma persona sólo que ésta vez no dijeron nada. Seguían demasiado cerca y la tensión se palpaba en el ambiente.
- Emilio Osorio - un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Joaquín - ¿Y tú?
- Joaquín Bondoni.
- Encantado, Joaquín.
- Encantado, salvaje.
Emilio sonrió mostrando unos hoyuelos. En verdad casi nunca sonreía aunque eso le había hecho gracia. Poca gente lo llamaba salvaje en su vida normal, siempre lo utilizaban en las carreras.
- Dime Emilio, precioso.
Joaquín lo miró con los ojos iluminados y con una chispa de emoción. Le costaba respirar de forma adecuada porque no podía dejar de sonreír.
- Está bien, encantado Emilio - dijo apoyando sus manos en sus hombros y dándole 2 besos en la mejilla.
- Es un poco tarde ¿Mami no te echará la bronca?
- No tengo toque de queda hoy.
- Que bien, pero yo me voy ya. Mi trabajo aquí ha concluido.
Con su mano hizo que Joaquín girara la cabeza encontrándose a su amigo besándose con su ex. No podían apartar las manos el uno del otro y se sintió bien por haberle hecho caso a Emilio. Le encantaba ver a su amigo feliz.
- Que bien que ya es... - pero al girar su cabeza de nuevo el rizado había desaparecido.
Salió del local corriendo y lo vió montándose en su Yamaha y colocándose el casco. Antes de colocárselo bien le echo una mirada al ojimiel guiñándole un ojo.
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