Olor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje.
Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...
Ambos cuerpos fueron arrastrados a través del bosque a aquel rincón especial del rizado. Éste estaba demasiado nervioso cómo para articular una frase con sentido y su acompañante se asustó. Lo sentó en una de las vallas de madera que había para acotar el terreno y él se colocó enfrente suyo agarrando sus manos. Le pidió calma, que se tranquilizase un momento y que aspirase el aroma que existía en ese lugar que por algún casual provocaba una inmensa paz en el rizado.
Ya más sosegado volvió a respirar y miro esos ojos mieles nerviosos esperando una explicación.
- ¿Qué ha ocurrido? ¿Te sientes mal?
- Ese chico, es yo.
- Sí, sois muy parecidos la verdad - rió Joaquín
- No, no, digo que ese chico es literalmente yo - miró al cielo estrellado
Joaquín no entendió lo que le estaba queriendo decir, lo siguió observando con el entrecejo fruncido esperando a que el rizado retomase la conversación.
- Tengo una ligera sospecha - la respiración se le entrecortó - Creo que es mi hermano
El menor se separó un poco de él bastante confundido. Sí que era verdad que Emir era muy parecido a él en todos los sentidos; en los gestos, miradas, forma de hablar ó incluso en el nombre. Su marido lo miraba desconcertado y Joaquín negó con la cabeza, no podía ser. Emilio sólo tenía una hermana y sus padres estaban casados. No había ninguna manera de que tuviese otro hermano.
- Si es hermano mío tiene que ser del hijo de puta de mi padre
- Pero... ¿Él es Osorio? - preguntó desconcertado
- No, se apellida O'Brien, pero puede haber renegado de su apellido
- No sé Emilio, es demasiado precipitada esa idea
Emilio se bajó de la valla de madera y comenzó a andar alrededor del lugar. Joaquín, sin embargo, se mantuvo estático en su sitio mordiéndose las uñas observándolo. Obviamente, estaba afectado, puede que sea ó puede que no, pero debían averiguarlo de una manera ó de otra. Joaquín pensó que lo correcto sería preguntarle a Romina, pero Emilio negó rotundamente, no quería que nadie lo supiese hasta que estuviese seguro.
Regresaron al lugar dónde todos estaban, en ésta ocasión Emir estaba con el resto del grupo y a Emilio le dió un vuelco en el corazón. Sintió cómo que algo se completaba dentro de él. Cuándo aparecieron todos, incluido Emir, los miraron sonrientes a pesar de que el rizado tuviese un rostro bastante serio. La noche continuó y no le quitaba la mirada de encima ni un segundo. Cada movimiento, cada mirada, cada risa... todo era igual que Emilio. Ya eran las 4 de la madrugada cuándo Joaquín decidió que era buena hora para regresar a casa. Emilio debía descansar algo, ya que hacía mucho tiempo que no pasaban una noche tan intensa. Ambos comenzaron a despedirse de cada persona que se encontraban allí con un abrazo, pero ambos se detuvieron a hablar con Emir.
- ¿Tienes cómo volver a casa? - preguntó Emilio
- Sí, tengo la moto. Gracias a tí la he podido arreglar
Cuándo regresaron del lugar Rmilio recordó que la moto del pequeño estaba en unas condiciones nefastas así que lo agarró del hombro y se lo llevó hasta dónde estaba su moto. Allí, juntos, comenzaron a arreglarla y Emilio le explicó cómo debía cambiar una bujía y otras piezas gracias a los consejos que le dió en su momento Josh.
- Ha sido un placer conocerte Emir - habló Joaquín - Si tienes algún problema sabes dónde vivimos
- Sí, muchas gracias de verdad
- Ten cuidado ¿vale? Y si te ves en peligro búscame - dijo mientras Emir se separaba de ellos con la moto - Aunque seguramente yo te encuentre antes - susurró
- ¿A qué me acaba de recordar ésto? - preguntó Joaquín y ambos rieron
Regresaron a su hogar y nada más entrar en la habitación se tiraron en la cama besándose. Emilip manoseaba todo el cuerpo de Joaquín, hacía casi 2 años que no lo tocaba de esa manera ni le hacía el amor. Los dos estaban nerviosos, tanto que casi parecía que no se habían tocado en la vida. Joaquín reclamó las manos de Emilio sobre todo su cuerpo. El mayor se recostó en la cama sosteniendo a su pareja encima de él mientras lo besaba.
- He echado tanto de menos ésto - susurró Emilio - Te voy a hacer el amor cómo el primer día
Y tal y cómo prometió lo cumplió, estuvieron haciendo el amor hasta las 6 de la madrugada dónde ambos cayeron en un profundo sueño mientras sus cuerpos estaban enrollados con toda la sábana de la cama. Emilio lo abrazó fuertemente, sintiendo toda su espalda sobre su pecho y sus piernas liadas entre sí. Antes de dormirse finalmente pensó en aquel niño... Tenía que averiguarlo de alguna manera y con él en la cabeza se durmió.
Tuvo una pesadilla, con su padre. Volvía a tener unos 7 años y estaban en Clock, rodeados de gente que no conocía y a la que debía sonreír porque su padre era el manda más en ese lugar. Era una noche oscura, era de las primeras veces que Emilio asistía. Se sentía nervioso y asustado, había mucho ruido y su padre no le hacía caso. Ese no era lugar ni hora para un niño de 7 años, debía estar en su cama para al día siguiente asistir a la escuela. Miró hacía arriba y se encontró a su padre con un bebé en brazos.
- Otro más para la colección - le escucho decir a su padre y después todo fueron risas - Aunque su hermano heredará primero mi puesto
Y de repente se despertó, sudado, agitado y malhumorado. Miró a su lado y vió a Joaquín dormir plácidamente. A Emilio le comenzó a dar un pequeño ataque de ansiedad. Aquel bebé que conoció por primera vez en Clock se trataba de Emir, su hermano pequeño. Se levantó rápidamente y fué al baño a vomitar. Se sentía algo mareado y bastante exhausto. Joaquín fué a socorrerlo en cuánto se despertó, le acarició lentamente la espalda mientras su marido vomitaba. Cuándo pasó un rato el rizado paró y con la ayuda del ojimiel volvió a la cama. Después de respirar un par de veces se lo dijo.
- Es mi hermano, es hijo de mi padre
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