Olor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje.
Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...
Esa misma noche Joaquín hizo su turno bajo la mirada guardiana de su novio. Sentía nervios cada vez que lo miraba y sus ojos se conectaban; era una sensación que no vivía desde hace tiempo, desde que se conocieron y volver a sentirla era muy bonito. Sólo tenía ganas de terminar de servir a esos babosos y poner falsas sonrisas e ir con el único hombre por el que él babea y provoca su mayor sonrisa. No se esperaba que esa misma noche iba a reencontrarse con su novio y ahí estaba, después de 2 semanas lo tenía a unos metros de distancia.
Llevaba un rato sirviendo sin prestarle atención a Emilio y cuándo lo miró vió cómo se escabullía entre la multitud, seguramente iría a fumar. Estaba aburrido, a veces tenía que bailar con sus compañeros para animar a la gente y ahora era ese momento. Azul, una compañera y amiga que hizo en Ibiza, se acercó a él y comenzaron a bailar restregando sus espaldas. Pero Joaquín se giró para hablarle
- Azul necesito que me hagas un favor - le gritó por el estruendo de la música - Necesito que me cubras lo que me queda de noche
- Cariño, te hago todos los favores del mundo, pero ese precisamente ésta noche es complicado, hay mucha gente
- Por favor, ha venido mi novio a verme y sé que mi turno ésta noche no vá a acabar y no sé por cuántos días se quedará
Joaquín el primer día le habló de Emilio y de todo lo que había pasado entre ellos. También sabía que Joaquín no era de Ibiza así que eso convenció un poco más a Azul.
- Está bien enano, pero me debes una muy grande
- Gracias, gracias, gracias, te debo lo más grande - la abrazó
Joaquín rápidamente fué a los cambiadores y salió corriendo para ir con su novio. Emilio estaba apoyado en una mesa en la que no había nadie, rió y corrió hacía él agarrándole la mano y llevándoselo lejos.
- Pero ¿Qué cojones? - dijo Emilio con el cigarro en la boca mientras corrían
- ¡Vamos mi amor! - gritó Joaquín
Se soltaron las manos y comenzaron a correr por separado. Joaquín iba por delante y de repente sintió cómo lo elevaban por los aires y él no podía parar de reír y gritar. Emilio poco después lo dejó en el suelo y lo pegó a una pared de ladrillo y se acercó a él. Joaquín dejó de reír y su corazón comenzó a ir a mil. Había extrañado tenerlo tan cerca, sentir su respiración, chocar con sus labios y cómo sus manos lo sostenían. Enseguida Joaquín agarró su mandíbula y estrellaron sus bocas sintiendo cómo sus lenguas chocaban al igual que sus dientes cómo si de su primer beso se tratara. Emilio comenzó a manosearle el trasero y eso encendió a Joaquín. Llevaba semanas sin ser tocado y sus ganas de gemir eran incontrolables.
- Emilio - gimió
- Shh, en medio de la calle no cariño. No somos tan exhibicionistas
- Vamos a mi apartamento
- Alguien tiene ganas de jugar
- Osorio - advirtió
- Bondoni - le susurró al oído
Y así es cómo besándose y andando bastante rápido llegaron hasta el pequeño apartamento que había alquilado Joaquín. Nada más entrar en la habitación, Emilio vió una foto suya, hecha en Clock Street, en la mesita de noche y le pareció lo más tierno del mundo.
- ¿Eso que es? - señaló la foto - ¿Para que si te siguen hasta aquí adentro sepan que ya tienes a un macho?
- Ó para sí me traigo a alguno pensar que es mi macho - la expresión facial de Emilio cambió y Joaquín soltó una carcajada - Estoy bromeando cariño
- Más te vale que nadie haya tocado éste cuerpo - lo sostuvo por la cintura
- Nadie lo ha tocado ó besado ó penetrado. Sólo mi salvaje - le susurró al oído
Lo siguiente que pasó Joaquín no se lo esperaba. Lo cogió por los aires y lo tiró a la cama con cuidado colocándose encima de él mientras subía la camiseta. Ambos tenían ganas y no iban a perder tiempo besándose, eso iría después.
- ¿Quieres que alguien toque éste cuerpo ó lo bese ó lo penetre?
- Si - gimió Joaquín - Pero sólo mi macho
- Sólo yo voy a hacerlo
Comenzó a bajar sus pantalones una vez su camiseta no se encontraba en su cuerpo. Joaquín con dificultad también le quitó la ropa a Emilio y en menos de 1 minuto ambos se encontraban desnudos rozándose muy provocativamente. Joaquín sintió unos dedos invadir su entrada y ardió cómo el infierno una vez que los tenía dentro. Emilip cayó esos gemidos de dolor e intentó aliviar ese dolor, pero tenía que prepararlo sino sería peor. En cuánto vió cómo Joaquín se movía para hacer más fricción entre su entrada y sus dedos, Emilio los sacó y alineó su miembro en su entrada para después comenzar a entrar poco a poco. Siempre lo hacían en la misma posición porque mientras lo hacían les encantaba mirarse a los ojos, besarse y decirse cosas bonitas. Emilio empezó a penetrarlo rápido y su novio no podía sentir mayor placer. Había extrañado no hacer el amor con su novio, él sabía cómo hacérselo para disfrutar plenamente. Sabía dónde tocarlo, qué decirle, cómo besarlo. Sólo él. Era con el único que se quería acostar a partir de ahora, con el único por el qué llorar, con el único con quién reír. Sabía que si miraba esos ojos café todo estaba bien y nada malo iba a pasar. Porque después de la tormenta llega la calma y por fin la calma había llegado.
- Eres lo único que quiero en mi vida - susurró Joaquín
- Eres lo mejor que me ha pasado. Sin tí no sé que haría ahora - continuó penetrándolo poco a poco
- Eres el amor de mi vida Emilio
- Y tú el mío cariño y me dá igual que estemos follando ahora mismo - paró de penetrarlo - ¿Quieres casarte conmigo?
- ¿Q-qué?
- Tengo el jodido anillo en la maleta, pero ya no aguanto más para pedírtelo - volvió a entrar en él - ¿Quieres casarte conmigo?
- Joder sí - lo besó mientras comenzaba a llorar
- Espero que esas lágrimas no sean porque tengo mi pene en tu culo
- Lloro porque eres lo más estúpido, que me tienes que pedir matrimonio mientras follamos. Baboso
- Me había imaginado tu respuesta cómo "Si Emilio, si" - gimió - "Me casaré contigo, pero sigue fallándome"
- Idiota - le empezó a pegar y Emilio salió de él - No me gusta tanto el sexo...
- Mentiroso
Y así, recién "comprometidos" de manera extraña se colocaron para tener su sesión de besos antes de ir a dormir.
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Buenas mis criaturas aquí les dejo nuevos capítulos.
