Olor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje.
Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...
- El que no vá a salir bien parado aquí eres tú - interrumpió Joaquín - Si conocieses a tu hijo sabrías que seguramente ya ha puesto a todos los cuerpos de policía en mi busca. Créeme que si su marido desaparece en una noche tu hijo no se vá a quedar de brazos cruzados
- No debes meterte en conversaciones que no te incumben. Estoy hablando con mi hijo
- Eres muy imbécil. Tu hijo no quiero hablar contigo
- Lamentablemente, te comunico que mi hijo no está aquí para ayudarte a tí
- No lo escuches - dijo difícilmente Emir, ya que se hallaba magullado por los golpes - No le hagas caso
- Me estoy cansando de ésta conversación tan sin sentido. Hijo mío tengo que llevarme a Joaquín espero que no te moleste
Inmediatamente, 2 hombres vestidos de negro irrumpieron en la sala. A Emir le saltaron todas las alertas, tenía que proteger a Joaquín, debía evitar que se lo llevasen, pero no podía. Estaba atado de pies y manos, eran 3 contra uno y no iban a dejar que se revelase. En ese momento no supo qué hacer. No podía decir algo a la cámara, además debía intentar desatarse.
- No os lo podéis llevar, no podéis operarlo
- ¡Emir socorro! - lo escuchó llorar a lo lejos
- Os pillarán padre y pasaréis toda la vida en la cárcel. Puedes llevarme a mí, yo dejaré que me arrebates ese riñón. Estoy sano. No bebo, no fumo ¿Querías eso no? ¿Alguien sano? Pues aquí lo tienes
- Bonito discurso hijo, pero no es suficiente. Tú llevas toda la vida expuesto a los gases contaminantes de los motores de los autos y de las motos, una de las razones por las que tu querido hermano tuvo cáncer, así que no me voy a arriesgar. Me llevo al maricón - y salió de la sala mientras Joaquín seguía gritando de fondo
Dentro de la sala Emir comenzó a zarandearse intentando romper las cuerdas que ataban sus manos y pies, pero era imposible. Se comenzó a poner nervioso así que le habló a la cámara que llevaba instalada.
- Tenéis que escucharme. Joaquín lleva el pinganillo, tenéis que localizarlo y venir por él. Se están llevando a Joaquín, van a quitarle un riñón. Hermano no te oigo, pero sé que tu cabeza se está debatiendo entre ir a por Joaquín ó a por mí. Vé por él, yo puedo sólo.
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En la casa del matrimonio Emilio lloraba desconsoladamente. Tal y cómo había dicho su hermano se encontraba entre dos aguas, salvarlo a él ó a Joaquín. Quería hacer ambas cosas, pero sabía que no podía así que tenía que decantarse por uno. Mandó que todo el mundo se pusiese en marcha. También pidió que dos patrullas fuesen a Eaton Dr por si algún auto negro pasaba por ahí. Mientras tanto, Arath había mandado a revisar todos los edificios ó los garajes que se encontrasen cerca de todas las líneas de metro, pero de momento no habían obtenido nada. Sólo podrían seguir trabajando, pero no era suficiente. De pronto la voz de Joaquín comenzó a escucharse de nuevo, ya que hacía unos minutos habían perdido la comunicación con él ¿mala cobertura? Quién sabe...
- ¿Porqué haces ésto? ¿Porqué te empeñas en joderle la vida a tu hijo? Podríais tener unas vidas plenas, llenos de amor, pero la jodiste tanto... No sabes cuántas veces Emilio me ha dicho todo lo que le gustaría verte y tener una relación normal con su puto padre. Tú sólo buscas su atención intentando joderle la vida. Ahora aparece su hermano y los intentas separar. Admite que has hecho las cosas mal durante toda tu vida, joder.
- Deberías callarte - dijo enfadado apretando el volante
- Es que estoy cansado de callarme. Hace años que estoy con Emilio y nunca lo he escuchado hablar bien de tí. ¿Sabes lo que me jode hablarle de mi padre ó de mi padrastro diciéndole cosas maravillosas de ellos y de repente darme cuenta de que no sabe lo que es eso porque su padre le ha jodido la vida desde que era un niño?
- No deberías meterte en cosas que no te incumben
- Definitivamente, ésto está claro que me incumbe. Me has secuestrado sólo para llamar su atención una vez más, no porque necesites un riñón. Te dá igual morirte, puedes operarte en cualquier hospital, joder, eres millonario. Sólo quieres fastidiarlo para sentirte una vez más vencedor. Sentir que tienes la sartén por el mango. Pero ¿sabes qué? Puedes dejar ésta lucha de egos porque Emilio no participa en ella.
Justo en ese instante el coche fué detenido pegando un brusco frenazo que hizo que todos los cuerpos del interior del coche se echasen hacía delante y golpeasen sus espaldas contra el asiento.
Un rato después, dentro del zulo, Emir había conseguido desatarse, salió de la sala percatándose de que no quedaba nadie ahí dentro. Buscó la salida y justo cuándo salió un cuerpo de policía estaba listo para entrar. Distinguió entre ellos a Emilio, que en cuánto lo vió no dudó en ir a abrazarlo. Las piernas de Emir fallaron y cayó al suelo mientras su hermano lo sostenía. Un rato después, cuándo ya estaba más tranquilo, le habían curado las heridas y le habían dado algo para beber, se dispuso a hablar con su hermano.
- Te dije que fueses a por él
- Le tienen localizado, están yendo a por él
- Pero tú debes estar con él cuándo lo encuentren
- No te he tenido en 21 años, no podía permitir perderte. No ahora que te he encontrado
El menor comenzó a llorar mientras su hermano lo ayudaba. Por una vez se sentía querido, que alguien había hecho algo por él y era la sensación más bonita que jamás había sentido.
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Mientras tanto el coche en el cuál se encontraba el pequeño seguía detenido en medio de una calle. Joaquín se temía lo peor, estaba asustado. Nadie decía nada, sólo observaba cómo el cuerpo de Juan en el asiento del conductor respiraba fuertemente. De un momento a otro observó cómo se quitó el cinturón y bajó del coche. La puerta del asiento de Joaquín fué bruscamente abierta y pocos segundos después sintió cómo un arma era apoyada en su sien.
- Sigue diciéndome lo hijo de puta que soy si eres tan valiente
- Juan, detente. No quieres hacerlo - tragó saliva
- Te equivocas, me muero de ganas por hacerlo.
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