Olor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje.
Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...
Habían pasado bastantes meses desde lo ocurrido con Alan. Ahora nos encontrábamos mejor que nunca, pero a distancia, Joaquín había ido a trabajar 1 mes a Ibiza de camarero y en verdad no me hacía gracia que otros chicos lo admirasen mientras servía las bebidas así que cómo buen novio iba a ir a verlo hoy mismo a Ibiza. También vienen Nikolás y Eduardo por si me dá un ataque de celos ó simplemente para que ellos disfruten de unos días de fiesta. Obviamente, Joaquín no sabe que vamos, piensa que yo sigo ocupado en volver a ganar el título de mejor corredor, pero ahora mismo eso es en lo último que pienso. Ahora pienso que llevo 2 semanas sin besar a mi novio y creo que me estoy volviendo loco. Lo máximo que hemos estado separados ha sido 4 días y porque él debía estudiar por los exámenes finales. Voy a volverme loco, hacer Skype con él no alivia mi deseo de tenerlo a mi lado. Necesito agarrar esa estrecha cintura, mirar sus mieles ojos, provocar su sonrisa vergonzosa y besar esos labios que me tienen loco.
También hace que le eche más de menos que hace 2 semanas estábamos "viviendo" juntos en mi casa y estuvimos haciendo el amor toda la noche, ya que él a la mañana siguiente se iba. Le supliqué mil veces que no se fuese, pero él me susurraba que iba a estar de vuelta antes de que le empezase a echar de menos, pero él no supo que desde que nuestras manos dejaron de estar en contacto ya lo estaba echando de menos. Siempre digo que no estoy hecho para tener pareja porque cuándo estoy sólo no necesito a nadie, pero cuándo tengo a alguien me vuelvo un títere en sus manos y si se alejan 1 mes ya no sé qué hacer con mi vida. Para mantenerme ocupado he limpiado mi casa 4 veces desde que se fué, pero la cama no la he tocado, su sitio no lo he tocado, su almohada no la he tocado... Quiero pensar que él sigue durmiendo a mi lado con sus posiciones extrañas, quiero recordar cuándo hacíamos el amor en medio de la cama y al terminar él se echaba en su lado sudoroso después de llegar a 4 orgasmos. Lo extraño.
- ¿Preparado para ver a tu chico Osorio?
Nos encontrábamos en el avión hacía Ibiza y yo estaba escribiendo en mi diario todo lo que sentía en ese momento y el título de lo escrito fué Joaquín. Lo estaba sintiendo cerca de nuevo a medida que el avión avanzaba. Mis ganas de apretarlo contra mi cuerpo eran infinitas.
No quedaba mucho para llegar, eran las 22:30 de la noche, sólo faltaba media hora. Sentía cómo mi corazón iba a salirse de mi pecho y no voy a recuperarlo jamás, ya que se vá a ir dando saltitos. Dios parezco una nena. Además, Eduardo y Nikolás no han parado de hacerme burla y cuándo paran de burlarse es para darse besos y mimos y joder, echo tanto de menos los besos y mimos de mi novio.
- Vas a saltar de tu asiento cómo sigas así tío
- Estoy muy nervioso y sólo es Joaquín
- Sólo Joaquín y una locura, en la cuál te apoyo, vas a cometer hermano
- Es una locura que llevo mucho tiempo esperando Eduardo, lo sabes
- Lo sé, he estado ahí para apoyarte en todo aunque vuestra relación no me pareciese sana en un principio
- ¿Qué relación es sana en algún principio?
- Toda la razón hermano - reímos
Y el momento que más esperaba llegó, el aterrizaje. Nada más salir del avión fuimos a coger un taxi y nos dirigimos hacía un pequeño apartamento que habíamos alquilado entre los 3. Nada más entrar tiré todo el equipaje y me dispuse a salir en la búsqueda de mi novio.
- Emilio, ¿se puede saber a dónde vas?
- A buscar a Joaquín - levanté los hombros
- Ésto es Ibiza cariño - me dijo Niko - Tienes que arreglar estos rizos, ésta cara de no dormir en semanas y ésta ropa que parece que ha estado en la misma jaula que un tigre
- Yo me veo bien
- Oh vamos tío - interrumpió Eduardo - Ponte guapo para tu chico
Y cómo no ambos comenzaron a peinarme, echarme algo de maquillaje en las ojeras, rociarme de colonia y afeitar los cuatro pelos que me suelen salir en la barba. También Niko abrió mi maleta y sacó un conjunto que en teoría iba a gustarle a Joaquín y yo también pensé que le iba a encantar.
Mis ganas de abrazarlo eran incontrolables y ya estábamos en el taxi yendo a dónde él trabajaba. Y nada más entrar en el local allí lo ví, sonriendo mientras servía las copas y atendiendo a todo el mundo sin parar. Y en ese momento no lo pensé, me acerqué corriendo a la barra, la salté y me aproximé a él.
- Perdona, aquí no se puede pas... - hice que me mirase sosteniéndolo por la espalda - ¿E-Emilio? - sus ojos se aguaron
- Hola mi amor
- Oh dios - se subió a mí enrollando las piernas en mi cintura. Yo reí
- Creo que alguien me echaba de menos
- Cállate y bésame joder - comenzamos a besarnos
Eso era lo único que pretendía hacer en ese momento, besarlo hasta dejarlo sin saliva y yo quedarme sin respiración. Pidió el cambio a un compañero y salimos a la playa. Yo me senté en la arena y él en mis piernas mientras seguíamos besándonos.
- ¿Qué haces aquí loco?
- No aguantaba más sin verte. Éstas 2 semanas se me han hecho eternas y no verte en nuestra cama es lo peor
- Tu cama
- Nuestra, todo lo mío es tuyo
- Aún no veo un anillo en mi dedo cariño
- Tiempo al tiempo - volvimos a besarnos
Definitivamente, soy un adicto, un adicto a sus labios, al sabor de su cuerpo, a su mirada, a sus manos acariciando mi pelo, al tacto de su pelo en mi cara cuándo esconde su cara en mi cuello. Nunca voy a cansarme de lo que es y de lo que provoca en mí.
Estoy enamorado y se siente cómo en el jodido cielo.
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