Olor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje.
Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...
Nuevo día, nuevos problemas. Cómo todas las mañana Juan Osorio llamaba a su hijo para que fuese a su empresa a echar una mano, pero cómo todas las mañanas Emilio se negaba. No quería ser cómo su padre, de hecho, detestaba a su padre. Él siempre ha mantenido el contacto con la familia por su madre y su hermana, pero ya se estaba hartando. Tenía su vida hecha, tenía para comer y un plan de futuro. No necesitaba nada más.
Decidió salir a dar una vuelta con su Yamaha, ya que hoy iba a ser un día relajado. En la tarde estaría con sus amigos y cómo cualquier noche de viernes irían a Hells Angels, un bar de moteros. Amaba ese lugar, ahí también se sentía cómo en casa.
Por otra parte, Joaquín no podía quitarse de la cabeza al chico de ojos café. Apesar de que lo humilló, había algo en él que le gustó, quizás el rechazarle le puso caliente ó cualquier otra cosa, pero lo que estaba claro es que Emilio tenía razón. Joaquín se estaba volviendo una puta, debería cambiar.
Sonó el timbre y la clase se vació. Recogió sus cosas en silencio y fué hasta la cafetería a por su comida.
- Hola Joaco - llego Niko. ¿Cómo te han ido las clases?
- Cómo la mierda. La señorita Hastings me ha mandado un trabajo extra.
- Mm creo que tengo solución a tu mal día. ¿Qué te parece ésta noche ir a un bar de moteros? Irán chicos guapos.
- ¿Qué no has oído que tengo un trabajo extra?
- Oh vamos, es viernes. Tienes todo el fin de semana para hacerlo y además con suerte ligaremos.
- Puede que tengas razón, una noche no hace mal a nadie
- Esa es la actitud amigo.
Llegó el mediodía y Emilio decidió ir a casa de su madre a comer, ya que era uno de los muchos momentos en los que su padre no estaba en casa. Aparcó la moto en el garaje y entró saludando a su madre en voz alta.
- Mi amor ¡Qué sorpresa! - lo saludó con 2 besos y un fuerte abrazo
- Hola mamá ¿Todo bien? ¿Y Romina?
- Todo perfecto y Romina ha salido a comprar unas cosas. Y bien ¿Qué has hecho éste mes que no te he visto?
- Pues nada lo de siempre. Estar con Eduardo, ir a Clock, conocer gente...
- Cariño, debes tener cuidado con Clock, ya que has tenido unos altercados con la policía.
- Mamá está bien de verdad, a Arath le gusta verme de vez en cuándo por la estación - dijo en tono de broma.
- Ya Emilio, pero a mí no.
- Está bien mamá - dijo besándole la cabeza.
Nada más llegar su hermana se pusieron a comer y a volver a comentar cómo iba la vida de Emilio. Amaba pasar tiempo con su hermana y su madre, ya que eran las mujeres de su vida. Al terminar de comer Niurka se fué a trabajar y Emilio se quedó con su hermana viendo unas películas.
Sobre las 6 de la tarde ambos salieron de casa antes de que su padre llegase y se dirigieron hacía Clock dónde en las tardes se hacían carreras de motos. Emilio hoy iba con la Yamaha, pero no quiso correr, ya que cuándo su hermana estaba allí no le gustaba dejarla sola.
- ¡Eduardo! - corrió a saludarlo.
- Hola pequeña, menos mal que te dejas ver.
- Ya sabes cómo es mi hermano, no le gusta que una pijilla cómo yo ande con malotes cómo vosotros.
- Venga ya Osorio - dijo dirigiéndose a Emilio - Si somos un amor.
- Todos sabemos que tú eres el más peligroso - dijo Emilio con semblante serio.
Los 3 soltaron una carcajada y se pusieron a reír. Siempre andaban de broma, todos sabían que Eduardo era cómo un hermano para Emilio y que nunca haría nada malo a Romina.
- Bueno y cuéntame ¿Qué tal con Nikolás?
- Mal tema hermana - dijo Emilio.
- Yo... Hemos roto - dijo agachando la cabeza.
- ¿Qué? ¿Porqué?
- Siempre me decía que le estaba ocultando las cosas, mis cosas. Él es un chico brillante, con un futuro planeado, pero en el que desgraciadamente yo no entro.
- ¿Qué le has ocultado?
- Ésto básicamente. Le he vendido que estaba con el chico perfecto cuándo estaba con un mentiroso que se juega sus cosas en carreras de coches. Él no quiere eso, quiere estudiar, trabajar y tener una familia y yo bueno... Ésta es mi vida.
- Eduardo estoy segura de que si se lo cuentas él lo entenderá. Se ha enamorado de tí por ser cómo eres, no por lo que tienes.
- Se ha enamorado de alguien que no existe. Yo no soy detallista, ni cariñoso. Soy tímido y no me gusta expresar mis sentimientos hacía otra persona.
- Eduardo...
- Déjalo Romi enserio, gracias, pero no hay nada que hacer.
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En la noche para relajar la tensión todos decidieron dejar el tema del amor a un lado y pasárselo bien hasta que Eduardo vió algo que le comento a Emilio.
- Tío ó yo estoy muy borracho ó ahí delante está Niko.
Emilio conocía muy bien el aspecto físico de Nikolás, aunque sólo lo conociese por fotos. Sus expresiones cambiaron cuándo ambos vieron a un chico pasar las manos por su cintura y susurrarle algo al oído.
- Hijo de puta suelta a mi chico - dijo Eduardo dirigiéndose a ellos.
Pero justo en ese momento Emilio lo detuvo.
- Tío, eh tranquilo, no hagas una escena, no aquí.
- ¡Suéltale cabrón! - gritó llorando.
Aquella voz le era tan conocida que enseguida el rubio se puso a buscar la cabellera negra de su exnovio y fué entonces cuándo lo vió. Estaba abrazando a otro chico de rizos con la espalda bastante ancha y en su cara había lágrimas. Se sintió la peor persona del mundo y quitó las manos del otro chico de su cintura. Le susurró algo a Joaquín e inmediatamente se fueron a la barra a pedir algo. Definitivamente, hoy iba a ser una noche larga.
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