Unas horas después Emilio despertó, se había quedado dormido. Por suerte para él seguía siendo de noche y Joaquín seguía dormido. Levantó un poco la cabeza mirando hacía la puerta observando cómo la bolsa con sus cosas seguía ahí tirada. Volvió a mirar a su marido dormir plácidamente y decidido se levantó de la cama, se acercó hasta la bolsa y la recogió.
- ¿Te ibas a ir, verdad? - escuchó decir a Joaquín
Esas palabras le dolieron en el pecho así que lentamente se giró observando cómo su marido se encontraba ya sentado en la cama observándolo.
- Me ibas a dejar así
- Joaquín - pidió
- Ni siquiera pretendas hacerte la víctima, ibas a huir en medio de la noche
- Yo simplemente pensé...
- No pensaste Emilio, decidiste que eso sería lo mejor para ambos y ¿Sabes que te digo? ¿Crees que es lo mejor? Pues vete
- Joaquín - repitió - Es sólo un tiempo
- No es un tiempo, es la muerte para nuestro matrimonio. Quédate tú, me voy yo
Y sin ninguno decir nada, Joaquín comenzó a hacer sus maletas. Cuándo las acabó bajó las escaleras y pretendió salir de casa sin despedirse de Emilio, pero éste le agarró de la muñeca provocando que las maletas cayeran al suelo, lo pegó a su cuerpo y agarrándole la cara lo besó. Después de aquello pegaron sus frentes y comenzaron a llorar.
- Te llevo a casa de tus padres - el menor asintió
El camino hasta la casa fué silencioso y eterno, querían estar juntos, pero no de esa manera. Joaquín miraba por la ventana sin parar de llorar en silencio, mientras que el mayor evitaba ponerse a llorar, ya que tenía que conducir. Cuándo llegaron ambos se bajaron y el mayor le llevó las maletas hasta la puerta principal. De nuevo lo atrajo a su cuerpo envolviéndolo en un cálido abrazo.
- Vamos a estar bien mi amor - pero el menor ésta vez negó
Emilio no entró, volvió al auto antes de que Joaquín llamase a la puerta. Sabía que si se quedaba debía darles explicaciones a sus padres y ellos posiblemente pensarían que es el ser más despreciable sobre la faz de la tierra.
Puso rumbo a dónde todo empezó, Hells Angels. Ahí lo conoció, ahí fué su primera reconciliación, ahí se emborracharon, ahí se enamoraban más y más cada vez que iban. De camino marcó el número de su mejor amigo y le pidió en pleno llanto que le acompañase. Una vez juntos, el rizado se derrumbó. Lloró durante horas, la gente lo miraba, pero a él no le importaba. La gente sabía que la única razón por la que Emilio lloraba era por su marido, nunca le habían visto llorar por otra razón así que nadie se reía, por el contrario, todos iban a brindarle su apoyo, siempre bajo la mirada atenta de su mejor amigo.
ESTÁS LEYENDO
Clock Street // Adaptación Emiliaco // 1° y 2° Temporada
FanfictionOlor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje. Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...