Olor a neumático quemado, la histeria de la gente, motos rugiendo.......Todo por y para el Rey de las carreras de Clock Street, Emilio Osorio ó más conocido por Salvaje.
Una historia de dolor, pasión, amor, desamor mezclado con la ilegalidad, la ad...
Me desperté antes que Emilio y pude admirar lo guapo que era. Después recordé lo ocurrido anoche, estoy comprometido. Mentiría si dijese que no es lo que quiero porque desde del primer beso que nos dimos supe que él era para mí y yo para él. No empezamos con buen pié, todo se basaba en discusiones y reproches hasta que supimos encontrarle un punto medio y poner paz en la relación y fué en ese momento cuándo empezamos a vivir nuestro amor. Ahora mismo no podría vivir sin él, sin sus caricias, sus susurros, sus besos en cada parte de mi ser... Hace que me vuelva loco y que quiera más de esa enfermiza locura que es el amor. Sí, lo estoy admitiendo, estoy enamorado y se siente genial. Nunca había sabido que es el amor, hasta que él me lo enseñó.
Estoy siendo honesto si digo que el primer día que lo conocí pensé que me iba a usar y tirar cómo a un pañuelo, pero fué el único hombre con el que he estado que no ha hecho eso. Muchos intentaron cambiar mi forma de vivir, pero él ha sido el único que ha sabido vivir cómo yo lo hago y estoy feliz de haberlo encontrado.
Y ahora estoy aquí cómo un loco enfermizo mirando a mi prometido durmiendo, desnudo bajo esas sábanas. Bendita locura.
FIN JOAQUÍN.
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Y al mismo tiempo que Joaquín se levantaba para ir a prepararse el desayuno, Emilio comenzó a despertarse.
- Oye, ¿A dónde vas?
- Iba a hacer el desayuno ¿Quieres?
- Quiero que vengas y te tumbes con tu prometido - un escalofrío sacudió el cuerpo de Joaquín
- Prometido - susurró de nuevo
- Exacto
- Debo contarle a Niko ó me matará por no habérselo contado un segundo después de que me lo pidieses
- ¿Y cómo se lo vas a decir? ¿Vas a contarle que te lo pedí mientras te la metía y tú gemías en respuesta?
- Sádico, enfermo... - se tiró encima de él pegándole en el pecho
- ¿Fué así ó no?
- Pues ahora te has quedado sin desayuno, por guarro
Se levantó de encima de él yéndose mientras Emilio sonreía observándolo.
Emilio había reservado mesa en un restaurante precioso de Ibiza para poder pedirle matrimonio formalmente y así alardear de prometido. Contaba los días, horas, minutos y segundos para estar frente a él en un altar y compartir sus vidas juntos.
Después de desayunar salieron a dar un paseo por el puerto, a tomar algo y finalmente a comer. Emilio estaba muy nervioso, el restaurante estaba lleno de gente y pensar que se tenía que arrodillar y decir unas palabras le daba pánico.
- Emilio ¿Qué diablos te pasa?
- Eh, nada. Perdona
- Estás muy nervioso ¿todo bien?
- Si cariño - le cogió la mano y se la besó - No te preocupes
Después de comer él intentaba hacerse un esquema mental con todo lo que quería decir, pero escuchar al camarero intentando ligar con su novio con chistes malos sobre tartas no le ayudaba.
- Trae una tarta de manzana y otra de chocolate - le entregó las cartas para que se fuese
- Podrías haber sido más amable ¿sabes?
- Si no hubiese intentado ligar contigo lo hubiese sido
- No estaba ligando conmigo y encima odias el chocolate y la manzana ¿Porqué pediste eso?
- Para que se marchase Joaquín
- Pero ¿porqué?
- Joder por ésto
Sacó el anillo del bolsillo y se arrodilló captando la atención de todos.
- He estado toda la comida intentando recordar lo que te quería decir, pero no lo he conseguido. Creo que no me hace falta decirte nada porque creo que te he demostrado siempre lo que siento por tí. Nunca he intentado cambiarte ni fingir nada que no haya sentido. Estoy enamorado de tí, lo sabes perfectamente y quiero pasar mis días y mis noches contigo. Joder... - rió recordando todo lo que habían pasado - Desde el primer minuto que te conocí, tan quisquilloso cómo de costumbre, me gustaste aunque intentase hacer ver lo contrario, pero ahora no puedo, me es imposible, eres la razón de todo lo bueno en mí por eso quiero que te cases conmigo - todo el mundo se puso a aplaudir y fué ahí cuándo se percató de que había conseguido superar sus nervios
Miró a todo el mundo de pié aplaudiendo y sonriendo y cuándo se giró frente a Joaquín volvió a ponerse nervioso tanto que lágrimas asomaban por sus ojos.
- Dí algo por favor - susurró mientras una lágrima caía de su ojo
- Eres el amor de mi vida y ya sabes la respuesta - dijo lanzándose a sus brazos - Si quiero, mi amor. Contigo siempre será un sí
Emilio comenzó a llorar de felicidad mientras su recién prometido lo besaba y oía cómo todo el mundo aplaudía. Ahora sí que sí era oficial y tenían que ponerse a planear aquella boda tan esperada.
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