QUIÉREME OTRA VEZ

26. VISITA

Ese fin de semana recibió la sorpresiva visita de Naomi. Por momentos mientras conversaban Miriam notaba que contenía una intención de querer decir algo o preguntar.

—¿Qué ocurre Naomi? —se cansó de su timidez—. ¿Quieres preguntarme algo?

—No... bueno es algo que me dijo Luis ayer que le pregunté por tu dirección.

—¿Qué?

—Cuando le comenté que si había fecha de regreso, que si estaban arreglando sus asuntos, se enfadó y me dijo que habías regresado aquí para encontrarte con tu ex novio, así que no, que me olvidara de ello.

Miriam arrugó la frente.

—Se atrevió a decirte...

—¿Entonces es verdad? preguntó con curiosidad.

—¡Louis está loco! —se atrevió a decir, consciente de que si cabeza era un mundo de confusión—. O acaso también te contó que me pidió el divorcio.

Naomi no se sorprendió mucho.

—No me has contestado...

—Regresé por Paolo, nada más... —estaba decidida a seguir mintiendo.

—Y para ver a ese hombre.

—Darío está comprometido, no hay manera de que tengamos algo.

—¿Está casado? —preguntó insistente.

—No, aún no.

—¿Lo has visto, saliste con él?

Miriam abrió la boca con una actitud nerviosa.

—¡Naomi, son mis asuntos!

—¡Lo hiciste! —exclamó cubriéndose la boca.

—Sí, salí con él anoche —decidió ser honesta— y me di cuenta de que aún me gusta y que le gusto.

—Qué pena, Miriam...

—¿Por qué? Tengo derecho.

—¿Crees que es sincero? —inquirió Naomi viendo la duda en sus ojos—. ¿Crees que te ama?

—No lo sé, me dijo que me ama.

—Sí está comprometido, lo más seguro es que solo quiera una aventura ¿o es que ya terminó con su novia?

—No... pero sé que no la quiere y ella tampoco a él.

—¿Y ya con eso te enamoró de nuevo?

—¡Nooo, yo no he dicho que esté enamorada de él!

—Pues no deberías ser tan ilusa.

Miriam bufó molesta.

—¿Louis también te contó que me engañó? —replicó enojada.

—¿De dónde sacas eso?

—Ah, no te dijo esa parte, qué conveniente. Al menos fue discreto en callar su infidelidad. Darío no me preocupa, está cambiado.

Naomi meneó la cabeza, era obvio que no le creía.

—Miriam, no seas ingenua. Si ya te engañó una vez puede repetirlo diciéndote que no hará nada que no quieras, que es otro ¿y sabes para qué? Para que tú des el primer paso y cuando hayas caído él podrá retirarse sin remordimientos.

—Y nuevamente repetiría la historia... —murmuró la chica más joven, recordando como la envolvió.

—Lo peor es que vas a perder a Louis que es un gran hombre.