Sus manos en el volante eran la prueba viviente de cómo se sentía por dentro. Sus nudillos blancos, su respiración agitada, su firme mirada sobre la carretera incapaz de pestañar. Características de Emilio que Donovan se dio cuenta apenas hicieron la primera parte del recorrido.
El mayor de los Markov comprobó en su teléfono que atrás lo seguían dos camionetas blindadas. La seguridad de su familia siempre estaría bajo su supervisión cuando estuvieran en Rusia, y aunque los hombres de Emilio eran buenos en lo que hacían, los suyos tenían los antecedentes suficientes para desatar un atentado donde fuera.
—¿Cuándo ibas a decirme que estos tipos son la mitad de los que compartían prisión con nosotros? —retrucó Emilio tratando de pensar en otra cosa que no fuera matar a su ex esposa, ni el cuento de Ethan.
—Tú escoges tus guardias, yo los míos —respondió atento a su teléfono.
—Tipos que han hecho masacres, fueron contra el gobierno y un sinfín de delitos más.
—¿A que estamos jugando, Emilio? Explícamelo así puedo unirme, porque si es a hacernos los inocentes ni tú ni yo podemos jugar —dictaminó mirándolo.
Emilio chasqueó su lengua y revolvió su cabello. Llevaba su cabeza hecha un lío.
—Los míos matan cuando es necesario.
—¿Te has pasado para el bando de los buenos? No entiendo —se mofó sin mostrar una pizca de gracia.
Donovan vestía cómo el jefe que pronto sería. Nadie más que él podía tomar el mando, al menos mientras viviera.
—Ethan ha dicho que ve a Emma —soltó de repente, dejando salir su rabia, la bronca acumulada —. Se lo ha dicho a Eleanor.
—A Eleanor...
—Si.
—Los niños tienen la facilidad de percibir otras presencias que los adultos no.
—Me queda en claro —asintió —. Dice que Emma le ha contado sobre el embarazo de Eleanor.
—Puede ser.
Enseguida Emilio giró a mirarlo confundido.
—¿Crees en esas cosas?
—Lo que crea o no, no importa —respondió serio zanjando el tema con el tono en su voz.
El silencio reinó por largos segundos hasta que Emilio tomó la palabra recordando uno de los principales temas que casi no hablaban en la organización.
—¿Qué ha pasado con la mujer de Di Ángelo? He visto que uno de tus guardias sube a la habitación con la comida.
Donovan frunció sus labios, indiferente.
—Todo sigue con su respectivo rumbo.
La forma en la que lo dijo provocó que Emilio arqueara una ceja en su dirección recalcándole lo obvio.
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Cruda redención © (Markov II)
Romantizm"-Quiero el divorcio. -¿El divorcio? -preguntó cínico pasando el cigarrillo por sus labios -. ¿A ti quién te ha dicho que eso pasará?" Marzo, 2022. ADVERTENCIA: contenido +18, escenas explícitas de violencia, y un romance oscuro 😬🖤