Amelia había cerrado la puerta con llave.La visita oficial de quince minutos ni siquiera terminó siendo uno pese a la insistencia de Eleanor llamándola. Podía escucharla moverse por la habitación pero en ningún momento responder. No había que ser muy inteligente para detectar que todo fue obra de Donovan, quien mágicamente no se encontraba en la casa.
—¡Es increíble que tu hermano nos haga esto! —rezongó Arinka en el desayuno.
Sergei apretó sus labios en una fina línea y guardó silencio.
—Tal vez sea ella quien no quiera compartir nada con nosotros —acotó Eleanor alimentando a Elliot mientras él era absorbido por el teléfono de su tío.
—De todas maneras, es importante hablar con ella. Donovan lo sabe muy bien y no está cumpliendo con su parte.
Arrugando su frente la castaña la observó detenidamente para luego volcar su atención en su cuñado. Sergei alzó sus cejas fingiendo no saber de lo que hablaba, pero mentir se le daba tan mal como ella fingir que toleraba a León.
—Si esto sigue así, tu padre vendrá personalmente a solucionarlo. Es la mujer de Di Ángelo, no la suya, que termine con esto de una buena vez —prosiguió Arinka.
Sergei carraspeó y pasó el brazo por la silla de Elliot mirando el mismo video de caricaturas que él.
—Perdón, pero ¿El padre de Emilio dónde vive? —curioseó Eleanor importándole muy poco que el menor de los Markov no quisiera dar esa información, por algo se puso a la misma altura que su sobrino.
—Moscú, lado sur. Nosotros estamos en el lado norte.
—¿Y eso está exactamente a cuánto?
—Un par de horas, basta solo una llamada de mi parte para que venga y ponga orden. Que ya he visto que León necesita control —renegó en ese tono maternal.
—Es mejor no molestarlo, Arinka. Mi padre tiene mucho trabajo rodeándose en la política —exclamó Sergei arreglando el tan reconocido moño en su cabeza.
¿Política?
—No quiero sonar atrevida, pero ¿Tu padre está metido en la política a la par que lidera la organización?
¿Cómo era? ¿Sería de la misma calaña que Donovan o más simpático como Sergei? Dios, moría de curiosidad y eso era algo que una vez le jugó una mala pasada.
—Ha sido senador por largos años, y eso nos permite seguir con la organización sin tener a la policía detrás de nosotros todo el tiempo. Aunque solo una vez sus influencias no sirvieron de mucho —arqueó una ceja.
Cierto.
—Cuando tus hermanos estuvieron en prisión —afirmó la castaña limpiando las mejillas llenas de manzana de Elliot.
ESTÁS LEYENDO
Cruda redención © (Markov II)
Romance"-Quiero el divorcio. -¿El divorcio? -preguntó cínico pasando el cigarrillo por sus labios -. ¿A ti quién te ha dicho que eso pasará?" Marzo, 2022. ADVERTENCIA: contenido +18, escenas explícitas de violencia, y un romance oscuro 😬🖤