Ω÷Capítulo 25÷Ω

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"Lo peor del ser humano es su mente y lo macabra que puede llegar a ser"…

Narra Ana:

Bienvenidos a la mansión de los Macondos.

Aquí encontraran seres extraordinariamente horribles.

Un zoológico de bestias hambrientas y con las manos sucias de sangre.

Todos aquí son fenómenos y errores de la naturaleza.

Demonios con su propio infierno disfrazado de paraíso.

Sombras ocultas de sus propios pecados y los peores enemigos de la bondad.

Enmascarados que engañan a todos y cuidado:

NO DEBES CONFIAR EN NINGUNO DE ELLOS.

Estaba frente a los Macondo.

Como les había dicho ahora estaba en su casa.

En su territorio.

Mi venganza podía tomar diferentes formas y caminos pero al final el objetivo era solo uno:

DESTRUIR A LOS MACONDO.

Daniel había dicho que yo era su mujer.

Pobre,  solo era una pieza más en este juego.

No me importaba si estaba o no en el juego desde antes, era un Macondo por lo tanto lo utilizaría.

Deborah me observaba con detenimiento planeando su próxima jugada.  Nunca se espero que apareciera así de pronto amenazando con destruir TODAS sus fichas con tan solo un movimiento.

Estábamos ambas frente al tablero y ella se debatía entre sí mover sus fichas hacia adelante y arriesgarse a perder algunas por su impulso y hambre de ganar o si retrocedía para luego, cuando fuese el momento avanzar.

Clara estaba totalmente pálida y sorprendida.

¿No te casaste con él cuando supuestamente morí?

Ahora toma, honey.

Marco me observo en detalle con su aterradora expresión.
Sus ojos verdes abiertos exageradamente recorrían mi cuerpo mientras su mente analizaba la situación.

Y Vanessa no tenía cerebro para crear grandes teorías contra mi así que solo me observaba molesta.

Sonreí al ver sus reacciones.

Esta ninguno se la esperaba.

—¡DANIEL! Esta mujer intento matarnos, nos disparo.—Grito Deborah.

Así que después de tanto pensarlo decidió optar por hacerse la madre buena y la señora perfección.

—Ana les explicara todo.—Respondió Daniel seguro.

No importaba si mentía, si me humillaba, solo algo importaba realmente:

Debía quedarme en esa casa.

Era allí donde estaba todo.

Los cadáveres ocultos de los Macondo.

Los restos de sangre de sus víctimas.

Las pistas que los involucraban.

Aun más secretos.

Y por supuesto:

Allí estaban los Macondo y estar cerca de ellos, observarlos, espiarlos, escuchar sus susurros, prestar atención a todo me ayudaría a acabar con ellos y descubrir su secreto.

Nuevo Amanecer[COMPLETA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora