Nuevo Amanecer[COMPLETA]✔️

⛔Capítulo 38⛔

Capítulo con alta violencia explícita si son sensibles pasensle por encima a algunas escenas.

"La muerte llega de diversas maneras:
Algunos viven la muerte.
Otros…
Mueren la vida."

Narra Deborah:

—Debi… Debi…—Pronunciaba mi padre listo para proceder a violarme.

Ya ni siquiera me resistía solo lloraba, venga ya para que pelear si igual moriría.

Bueno supongo que moriré.

No fui muy diferente a mi madre, ambas morimos de manos del mismo hombre.

De pronto un golpe y sentí mi cuerpo liviano, ya mi padre no estaba sobre mí.

Al mirar hacia atrás lo vi.

Mi padre en el suelo con las manos en la cabeza y de pie frente a mi Marcel con un tubería o sea un pedazo de tubo en las manos.

Me levante y le abrace mientras lloraba en su regazo.

—Todo está bien, Debs.—Me aseguró en un tono tranquilizador.

Marcel se alejo de mi y se detuvo frente a mi padre, tenía una expresión que jamás le había visto, sombría, daba miedo de solo verlo. En ese momento supe que no me había equivocado al comienzo:

Marcel era un psicópata.

—Saquémosle un poco de sangre a este hermoso sujeto de pruebas.—La última parte lo de sujeto de pruebas lo dijo con un gesto tierno pero a la vez tenebroso, como si estuviese emocionado de cuanto le haría a Bruno.

—¿Debs recuerdas que te dije que crearíamos nuestro infierno disfrazado de paraíso?—Pregunto  a lo que asentí.—Este tipejo va a ser nuestra primer alma santificada, lo vamos a redimir de sus pecados. Me han contado que te viola, que te obliga a cosas deplorables. En el pueblo todo se comenta. Nosotros seremos los dioses de esta alma perdida.

Si, sonaba como un jodido loco para ustedes pero para mí sonó como mi dios demonio hablándome. Ese dios que me convertiría en su aprendiz y en su diosa.

Me acerque sin dudarlo y mire a Bruno.

—¿Cómo sanaremos a esta alma?—Pregunte.

Marcel le dio una patada a Bruno que lo hizo estremecerse.

—¿Tienes un serrucho?—Pregunto a Bruno.

—S-Sii-ii. En e-l so-tano.—Tartamudeo Bruno.

—Creo que sí.

—Vendré pronto, recuerda que eres mi diosa, enorgulléceme, el no te hará nada más, lo juro.—Me dijo para luego ir rumbo al sótano.

Observe a Bruno retorcido en el suelo.

—Cuanto tiempo desee verte así, hijo de puta.—Solté.

—Eres mía, Debi. No podrás vivir sin mi.—Me dijo sonriente.

—Te hare sufrir tanto como me has hecho sufrir tu desde que nací. Cada vez que me violabas pensaba en una forma retorcida de matarte y eso aliviaba el dolor.—Le confesé.—Tú me convertiste en un demonio al igual que lo eres tú, tus maltratos a mi madre, como la mataste, todo lo que me has hecho, todo eso me ha convertido en un ser sin corazón, un ser que te odia y que nunca más volverá a confiar en las personas porque las personas solo dañan, destruyen y lastiman.

—Eres igual que yo desde que naciste, está en tus genes yo solo he despertado a esa bestia que ocultas en tu interior. Muéstrate demonio.

—Pues lo has logrado, espero estés orgulloso de mi, padre. Lograste convertirme en un monstruo. Felicidades.—Le dije.