⚪Capítulo 7⚫

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El pasado... la definición del futuro...

Narra Deborah:

Sangre.

Más sangre.

Roja sangre.

Sobre mi cabello.

Sobre mi rostro.

En mis manos.

Pero era algo a lo que ya estaba acostumbrada.

Recuerdo aquella noche.
La primera vez que vi tanta sangre. La primera vez que vi a una persona asesinar a otra frente a mí.

La primera vez que vi un cadáver. Y ese cadáver era...

Mi madre.

Nací en un pequeño pueblo del interior de España. Victoria era su nombre. Un nombre hermoso pero Victoria era un infierno.

Plagado de muertes sin resolver, asesinos en serie caminando por las calles como ciudadanos de bien.

Con casas antiguas, abandonadas.

Todos sumiéndose en la necesidad y la pobreza.

Yo vivía con mi madre, con mi padre y con...

En fin con ellos dos.

Mis recuerdos de mi padre, Bruno, son los mejores que tengo.

Los mejores que tengo guardados en el basurero de mi mente.

Mi padre era un desecho.

No sé exactamente cuándo pero se convirtió en la peor pesadilla de mi madre, pero lo era.

Un plato sin lavar, una camisa sucia, la cena atrasada. Todo servía como detonante para que mi madre terminara sufriendo las golpizas de Bruno. La golpeaba a puño cerrado, le daba patadas incluso la llegaba a cortar. Habían veces que mi madre se pasaba semanas sin poder caminar, meses en cama. Y entonces era mi turno...

Tan solo diez años tenia y los ojos de mi padre me observaban con desprecio, como si lo repugnara, me tenia asco.

Nunca un abrazo.

Siempre su semblante serio y enfurecido.

–Niña. Lava los platos.

–Oye. ¿Cuándo estará la cena?

Eran las únicas palabras que destinaba a mí, deseaba siempre que mama se recuperara y no tendría que hacer nada de esto.

Pero esa noche todo cambio.

El invierno estaba llegando.

Copos de nieve caían sobre las viejas ventanas de casa. El frio era casi irresistible. Aun en mis sueños podía sentir el profundo frio.

–Debi... Debi... Mi niña...

La suave voz de mi madre me despertó, sus manos temblorosas tocaban mi rostro.

Pero sus manos no temblaban de frío.

Entreabrí mis ojos aun somnolienta y pude ver sus notables ojeras.

Su rostro se veía preocupado pero mi sueño era más fuerte así que le di la espalda para intentar volver a dormir.

Ella me tomo entre sus brazos sin mucha delicadeza y me levanto. Dirigí mis ojos hacia los suyos sorprendida, se veía aterrada, nerviosa.

–Deborah. Escucha atentamente. Debemos huir de aquí, ahora. Tu padre es peligroso y si nos quedamos...–Su silencio se mezclaba con el notable silencio del lugar.

Nuevo Amanecer[COMPLETA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora