∆{Capítulo 31}∆

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''La mente es traicionera y nos engaña mediante recuerdos falsos y lo que creemos cierto termina por ser mentira"...

Narra Ana:

Mis recuerdos de mi padre nunca habían sido muchos, él era una sombra borrosa de mi pasado.

Solo recordaba que se llamaba Marcel Adams.

Su rostro se veía borroso en mis recuerdos, al igual que el de muchas personas de mi pasado.

Siempre supe que mi vida, mi pasado, eran más complicados de lo que creía, sabía que había algo extraño en mi pasado, un dolor, ese sufrimiento, un trauma, pequeños recuerdos venían a mi mente de vez en cuando pero no lograba llegara nada, parecían ser recuerdos de otra vida pues no tenían ningún sentido en esta.

Mi padre era uno de esos recuerdos que no parecían tener sentido.

Cuando recordaba algo de él era diciéndome lo hermosa que era, que era su niña y... que todo estaría bien.

¿Por qué me decía eso?

¿Qué todo estaría bien?

Eso solo podía significar que cuando me dijo aquello las cosas no estaban bien en algún sentido.

-Hija, recuerda que esto es un juego, debes esconderte de la bruja y de su familia. Recuerda que nadie de aquí es confiable.

Ese recuerdo invadía mis sueños durante las noches más oscuras y frías.

Mi padre era un misterio, sabía que detrás de él, detrás de sus palabras había algo, algo había sucedido en mi infancia, algo que me llevaba a los Macondo, algo tan traumático que mi cerebro se encargaba de mantenerlo oculto, revelando solo partes, pequeños pedazos que no parecían conducir a ningún lado.

Ahora el estaba frente a mí.

Era más joven de lo que jamás imaginaria, obviamente era mayor pero se mantenía muy bien, tenía músculos definidos y una extraordinaria juventud en su cuerpo.

Entonces note que había visto antes a ese hombre.

Pero no como mi padre, lo había visto en la mansión de los Macondo, si, justo donde estábamos ahora pero juraría que lo había visto junto a la familia y entonces recordé las palabras de Ava, si Ava, recuerden la loca albina.

Ella había dicho que Deborah le daba a él una pastilla que lo convertía en otra persona, o sea por lo que había entendido no era una pastilla mágica ni nada de eso, no le convertía en otra persona mágicamente y cambiaba su físico, no, seguía siendo él, solo que esa droga le hacía creer que era otra persona, como que esa droga activaba otra personalidad en él.

Al parecer esa personalidad se llevaba con los Macondo y según lo dicho por la misma Ava esa otra personalidad de mi padre solo podía ser uno de tres sospechosos:

Un tal Caleb, corrupto y amiguísimo de Deborah.

El mayordomo Malcom, servicial y fiel a su patrona.

Mayen, marido de Deborah.

Por eso le había visto antes, lo había visto en la mansión como uno de estos hombres solo no recordaba cuál pues todos se daban un cierto parecido a él.

Mi mente era un desastre y tenía miles de preguntas que exigían ser respondidas cuanto antes:

¿Qué demonios pintaba Marcel en esta historia?

¿De qué conocía a Deborah?

¿Por qué Deborah lo tenía aprisionado y le drogaba para que se convirtiese en otro hombre totalmente dócil ante ella? ¿Qué quería de mi padre?

Nuevo Amanecer[COMPLETA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora