•~Capítulo 23~•

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"Los sentimientos son nuestra mayor debilidad y nuestra mayor fuerza"

Narra Daniel:

Ana...

Mi querida y hermosa Ana...

Recuerdo ese día como si fuese ayer, el día más feliz y más triste y horrible de mi vida.

El día que casi te tengo, que casi nos casamos y el mismo día que te perdí.

Yo esperaba en el altar ilusionado, tu imagen llegando allí vestida de novia no dejaba de repetirse en mi mente. Tu sonrisa amplia, tus ojos chispeantes de emoción, tu blanco y largo vestido.

Pero los minutos se convirtieron en largas horas y las horas hicieron llegar a la noche que amenazaba con que tú nunca llegarías.

Los invitados comenzaban a irse.

-Lo sentimos, Daniel pero debemos irnos tengo asuntos pendientes pero ella seguro llegara pronto, solo se retraso un poco. Mucha suerte en este casamiento.

Sus voces eran tranquilizadoras pero ya mi corazón parecía querer explotar, la desesperación de no tenerte a mi lado.

Los absurdos comentarios de Vanessa y las risitas malignas de John solo lograban incrementar mi miedo.

Y allí estuve, te espere hasta que la iglesia quedo totalmente vacía.

Luego de un rato mi madre apareció y aunque me suplico que nos fuéramos, que no llegarías, que ya era muy tarde, que seguro te habías arrepentido, no me fui.

Aunque John dijera que no valias la pena, que me habías dejado como idiota, no deje esa maldita iglesia.

Luego el padre me pidió que me fuera que debía cerrar pero entonces salí y me quede sentado afuera de la iglesia. Llovió, trono pero nadie logro sacarme de allí.

Aun así:

Tú nunca apareciste.

Al día siguiente no me resigne y te busque en tu casa. Todos aseguraban que te habías ido corriendo de casa vestida de novia.

¿Qué había pasado?

¿Habías huido?

¿Dónde estabas?

Esas fueron las preguntas que llenaron mi mente.

Contrate miles de personas, guardaespaldas, investigadores, policías, todos buscándote.

Sin resultados.

¿Habías sido solo una ilusión?

¿Un sueño que creí que podría hacerse realidad?

Ni uno ni otro.

Habías sido una terrible y peligrosa pesadilla disfrazada de sueño.

Tres días.

Exactamente tres días luego, un investigador encontró en un hospital el cuerpo de una chica, según los informes había sido encontrada en un barranco junto a un auto. Estaba muerta y su descripción coincidía contigo.

Rece para que no fueras tu.

No podías ser tú.

No podías simplemente haber muerto así, de un instante a otro.

No podías haber muerto cuando yo planeaba toda una vida contigo.

Cuando fui a reconocer el cuerpo ya era demasiado tarde.

Según los médicos habían avisado a tu mejor amigo, el reconoció el cuerpo como Ana Adams y te había enterrado ese mismo día.

Y así acabo nuestra historia.

Nuevo Amanecer[COMPLETA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora