°|\×Capítulo 28×\|°

34 6 46
                                    

"Y es entonces... Cuando la verdad está frente a nosotros pero somos ciegos, nos grita pero somos sordos y si, es preferible ser ciegos y sordos con la conciencia tranquila a sanos perturbados..."

Habían pasado semanas luego del "incidente" en el hospital.

A pesar de que Daniel me había llamado insistentemente no contesté, me busco pero obviamente hice lo que mejor sabía hacer en aquellos momentos:

Desaparecer.

No podía verlo, no ahora, no después de lo que presencié en aquel hospital.

Si, sabía que los Macondos eran salvajes, animales, asesinos, bestias, demonios, pero una cosa era que Deborah me lanzará de un barranco, que Clara fuese una loca inestable SUPER violenta y psicópata y otra que entre todos fuesen capaces de atacar un hospital entero solo para terminar lo que Deborah había empezado asfixiando a Cristian.

Aquel recuerdo no salía de mente o más bien no solo un recuerdo sino TODOS los recuerdos.

Las cuatro sombras corriendo tras de mí con euforia, aquellas risitas terroríficas.

El gran desastre que armaron los Macondos en el hospital, atacando personas, asesinando, disparando, acuchillando.

Asesinaron a una buena a persona.

Asesinaron a esa doctora.

No sabía su nombre pero... ¿Qué importaba?

No sabía si tenía hijos o marido pero... ¿Qué mierda importaba eso?

Solo sabía que estaba viva y ya no lo está.

Solo sabía que era una persona y era aún mas que eso, era una doctora, era un ser de bien que fue asesinada por demonios.

Los Macondo ya habían asesinado a tres personas frente a mí.

Tres personas que eran importantes para mi a las cuales prometí proteger y no lo logré.

La más reciente, la doctora.

—NO SALGAS DE AQUÍ. Volveré.

Le prometí que volvería por ella, que la sacaría de allí junto conmigo y no lo logré, ella, Deborah, la misma de siempre, la asesino.

Antes de ella, ya Deborah había asesinado a alguien, a mí, ella me asesinó cuando me lanzo de aquel precipicio, allí murió Ana, al menos la Ana dulce, tranquila, feliz.

Y antes de mi, ya Deborah había asesinado a alguien más, a ella, fue ella quien inició todo.

Por su muerte conocí quienes eran los Macondos solo que ella es un personaje que nombramos una vez pero es una historia del pasado, una historia lejana y que explicaría todo, que mostraría que está historia no comenzó dónde creen sino antes.

Está historia no comenzó conmigo, Ana Adams sino con una de las primeras víctimas de Deborah, Megan.

Pero es una historia que aún no estoy preparada para contarles.

...

Ahora debía sentarme en mi próximo movimiento, debía ser GRANDE, algo realmente PODEROSO y ya sabía que sería.

—¿Estas segura de esto?—Pregunto la dulce voz de Cris.

—SI. Es arriesgado pero solo así conseguiremos las pistas y las pruebas de que o quienes son realmente los Macondos.

—Estamos juntos para todo.—Pronuncio él con ese tono tan amable que transmitía confianza aunque sabías que el fin se acercaba, que todo podía joderse.

Nuevo Amanecer[COMPLETA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora