¿Que pasaría si dos mundos totalmente distintos se unieran?
Descúbrelo en esta historia que cuenta la vida de Aitana Maximoff después de la perdida de su hermano y se muda a Forks
Los personajes le pertenecen a los autores de estos, solo me perte...
᳃᯽ Canciones ᯽᳃ ✦ Centuries - Fall Out Boy ✦ ✦ Enemy - Imagine Dragons ✦ ✦ Bad Blood - Taylor Swift ✦ ✦ Feel Invincible - Skillet ✦
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AITANA
Comenzamos a avanzar hacia el equipo de Tony, cada paso resonando con la tensión que colgaba en el aire. Era inevitable. Steve, siempre un paso adelante, rompió a correr primero, y nosotros lo seguimos. Las distancias se acortaban rápidamente. Sentía la adrenalina recorriendo mi cuerpo.
De repente, Sam se elevó con sus alas mientras Wanda se impulsaba con sus poderes. Yo también me preparé, concentrando mi energía. No tardé en localizar mi objetivo: el rey de Wakanda. Sin pensarlo dos veces, lancé una bola de energía directamente hacia su cara.
T'Challa se tambaleó por el impacto, pero su reacción fue rápida y precisa. Saltó hacia mí con sus garras desenvainadas, sus movimientos ágiles y feroces. Comencé a esquivar cada uno de sus ataques, contrarrestándolos con bolas de energía, intentando mantenerlo a raya.
—Aún no sé su nombre, majestad —le dije entre golpes, intentando provocar alguna reacción.
Él no respondía, concentrado en derribarme. Mi paciencia se agotaba.
—Vamos, dígame su nombre —insistí, mientras lo esquivaba nuevamente, recordando fugazmente a Jasper—. Espero que no olvide el nombre de quien lo derrotó.
Finalmente, su voz resonó grave, aunque calmada.
—T'Challa.
—Aitana —respondí con una sonrisa burlona—. Espero nunca olvide ese nombre.
Elevándome con mis poderes, concentré toda mi energía en un rayo y lo disparé hacia él. El impacto lo hizo retroceder, pero su fuerza era inquebrantable. En un abrir y cerrar de ojos, estaba nuevamente sobre mí. Esta vez, su patada me alcanzó en el abdomen, dejándome sin aire y haciéndome retroceder unos pasos. Sentí un dolor agudo mientras caía al suelo. Antes de que pudiera recomponerme, una de sus garras se dirigía hacia mi rostro. Me giré a un lado, pero no lo suficiente. Sentí el filo de sus garras rasgar la piel de mi pómulo
Maldito gato, esto me dejará una cicatriz<<, pensé mientras retrocedía, sujetando mi mejilla ensangrentada.
Me levanté, tambaleándome un poco, y vi cómo T'Challa comenzaba a darle una paliza a Bucky, que había venido en mi ayuda. La furia estalló en mi interior. Corrí hacia él y extendí mis manos, lanzando una ráfaga de energía directamente a su mente. Quería que viera sus peores pesadillas. T'Challa se quitó el casco, sus ojos llenos de confusión y miedo mientras comenzaba a delirar.
—¿Estás bien? —le pregunté a Bucky, jadeando por el esfuerzo.
Bucky se levantó, sacudiéndose el polvo.
—Estoy bien... —me miró, preocupado—. Pero tú estás sangrando.
Con delicadeza, se acercó a mí y, con su guante, limpió la sangre de mi mejilla. El gesto fue sorprendentemente tierno, y durante un instante, nuestras miradas se encontraron, atrapadas en un extraño y silencioso entendimiento.
