Estábamos delante del trasladador en forma de peluche de corazón, lo agarramos y nos llevó a una isla tropical, aislada completamente, los mares azules bañaban las costas de arena blanca, infinitamente blanca, con millones de granitos, el agua se perdía en el horizonte, sin el menor atisbo de vida humana, nosotros solos es una isla, nos dimos lentamente la vuelta y vimos un bosque de palmeras y vegetación, en medio una casa de madera clara, y de grandes ventanales, y justo delante una piscina cristalina y hermosa, Cedric me giró y me besó, haciendo que nos movieramos y cayeramos en la piscina, donde cogió la blusa blanca que llevaba y me quitó de un tirón, me sonroje y le miré.
-Ced, aquí no- dije susurrando.
-¿Y porque? Estamos solos y además es nuestra noche de bodas, aunque aquí es de días, es decir tenemos el doble de tiempo para disfrutar de nuestro día de bodas.
-Cuando quieres eres listo ¿eh?
-Si, espera, ¿¡como que cuando quiero!?
-Disfruta tejón
Lo besé, cogiendo su nuca, y el sonrió, mi cabello estaba mojado, nunca había tenido sexo en una piscina, pero bueno, para todo hay una primera vez.
Le quité su camisa empapada y el mi pantalón, con mi sujetador y ropa interior, me besaba y bajo su mano a mi entrepierna, haciendo que descargas de placer recorrieran mi cuerpo.
-Cielo eres mi perdición- susurró contra mi cuello.
Solté un gemido e hice que parara, me sentí incómoda en el agua es raro.
-Ced, es extraña la sensación-susurre.
-Relajate- susurro contra mi boca, sus pantalones y boxers volaron fuera de mi cuerpo, y al cabo de minutos ya estaba dentro de mi, cayando mis gemidos con sus dulces besos y palabras de amor.
El agua entró en mi boca, haciendo que me ahogara, Ced paró bruscamente y me ayudó a quitarme la espantosa sensación de axfisia.
-¿Esta bien? preguntó por tercera k quinta vez
-Si, ¿podemos seguir?- dije ya al borde de mi poca paciencia.
Al final fue extraño pero placentero.
Después nos estuvimos bañando y nadando por la piscina, desnudos, hay que aprovechar, supongo, que habría que hacerlo.
Después entramos dentro de la casa, y grité de emoción al verlo tan grande, con una cocina enorme, y una isla de mármol en medio, un sofá gigante, todo era enorme y moderno, hermoso todo ello, no me cabía duda de que era la casa más hermosa donde había estado.
Subi corriendo a la habitación, y me quedé estática, porque era enorme, totalmente gigante, con una cama hiper súper mega gigantesca, todo blanco y el techo negro.
Me tiré sin pensármelo dos veces, Cedric me seguía cansado por la carrera.
-Perdiste la forma tejon- dije juguetona, me sonrio, se levantó la camisa enseñando sus cuadrados abdominales, me tiré encima suya banjandole la camisa negra.
-Son míos, de nadie mas
-Tenlo claro pequeña Leona.
-Pues claro Diggory, nunca lo había tenido tan claro
-Te amo Weasley
-Yo también, pero ahora soy Diggory-Weasley- dije guiñandole uno de mis ojos verdes.
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Los Trillizos Weasley [Cedric Diggory]
RandomNo son los gemelos Weasley, son los Trillizos Weasley.