-¿Vicky?- abrí los ojos adormilada, Cedric me miraba muy asustado, le miré interrogativamente.
-¿Que pasa?- pregunte incorporandome un poquito, seguía con una mirada de terror en los ojos.
-Hay sangre- señaló la sábana y miró mi pantalón manchado de sangre, me di con la Palma de la mano en la cara, y me puse a reír, me había olvidado calcular los días para la regla.
-¿Sabes lo que es la regla?- dije como si fuera se lo estuviera preguntando a un niño de 5 años, el asintió- pues es lo que le pasa a las mujeres todos los meses cariño- dije burlona, de un movimiento de varita limpié la sábana y mi pantalón.
-Me asusté- dijo soltando un suspiro y abrazandome, tumbandonos de nuevo en la cama.
-No pasa nada mi idiota asustadizo- dije divertida.
-No es gracioso- dijo serio y yo me reí aún más.
-Para mí sí, es una mierda tener que desangrarse todos los meses pero te acostumbras- dije encogiendome de hombros.
-Es incomodo- dijo y yo asentí conforme, después de unas horas, me estaba paseando por la casa, y buscando a Cedric, cuando llegué a nuestra habitación, lo VI escribiendo en un diario azul marino muy concentrado, llamé suavemente a la puerta, y sobresaltado, guardó el cuaderno en un cajón.
-Ced, ¿qué hacías?- me tumbé a su lado.
-Nada, mirando por la ventana- dijo disimulando.
-¿Pprque me mientes?- pregunté de nuevo, me miró y sonrió a modo de disculpa.
-No lo sé, ¿porque me espías?- pregunto avergonzado.
-No lo sé, ¿puedo ver el diario?- pregunte otra vez, decidida a leerlo.
-Me da verguenza- dijo en un susurro
-¿Que hay?
-Escribo poemas, son muy malos, no gastes tiempo en leerlos, no lo leas- dijo suplicando, lo miré y cogi su rostro con decisión.
-Nada de lo que tú hagas será malo, confía en mí, estoy segura de que me encantarán- dije sorneidole y poco después me siguió en la sonrosa, cogí el cuaderno ante su atenta mirada, y me senté encima de él, apoyé mi cabeza en su pecho y noté como su corazón latía a un ritmo muy veloz.
-Si no quieres que lo mire, dímelo y ya está cariño- dije sonando su pecho.
-Me da igual, de verdad, confío en ti.
Abri el diario y su caligrafia elegante estaba en todas las páginas, a veces con tachones, otras subrayada, leí atentamente el primero, era realmente precioso, continue leyendo hasta que encontré uno que decía 'Mi vida'
Tu, tu eres mi vida
Sin ti, ten claro, que no podría vivir
Porque por mucho que me esfuerce, si no estás a mi lado no puedo respirar
Me ahogo cuando no estás, eres la luz que ilumina mis días
La VICTORIA que nunca dejaré de celebrar
Simplemente te quiero y eso nada lo va a cambiarEra tan bonito, parecía una canción, una balada romántica.
-¿Te gustan?- preguntó rozando mi cuello con sus labios
-Me encantan- dije besandole la mejilla.
Después de una sesión de apasionados besos por parte del castaño y bueno, también por mi parte, bajamos al maravilloso salón, porque yo quería ver una película, pero el chico sonrió, y cogió mi mano, donde aproveché a mirar como la alianza de matrimonio brillaba con intensidad, sonreí, me llevó a una sala oscura, con una gran, grandísima pantalla, y buscamos una película, no se cual era, pero era muy divertida, y me puse entre sus piernas, agradeciendo el calorcito que desprendía, pegué mi cuerpo al suyo, arrancandole un suspiro que pensaría que no había oído, pero si, en un momento de la película, que era muy gracioso, me empecé a reír y moverme, pues obviamente no te ríes sentada como una piedra, y pues bueno, de repente Ced me cogió de forma muy brusca la cintura después de soltar un masculino y excitante gruñido, y me dejó quieta como una estatua, noté su respiración acelerada e inestable en mi oído.
-Vicky, yo quería ver una película tranquilo contigo, con mi esposa, pero ¿tienes idea alguna de lo que estás provocando y como me estás haciendo sentir?- el susurró que me llegó desde detrás de mí espalda, hizo que no volviera a moverme, por ahora, en los siguiente dos segundos.
-¿En serio? ¿Y qué sientes si hago esto?- dije sonriendo picaramente, me apreté hacia atrás y subí y bajé mis caderas dos veces, el gemido medio gruñido que Cedric soltó fue realmente un obra de arte, la película de forma misteriosamente misteriosa se había pausado.
-Pues cielo, siento algo parecido a esto- dijo y metió la mano por debajo de mi camisa, sin sujetador, y presionó mi pecho, y acarició la punta de mi pezón duro ya, eché la cabeza por encima de su hombro y solté un suspiro- Oh, pero no es todo, las punzadas de dolor y placer que siento cuando estas tan pegada a mi, son más similares a esto- y por encima de mi fino pantalón, presiono mi mismísimo centro, me retorci como una serpiente y solté un gemido.
-Eres cruel, tienes muchas formas para excitarme, yo solo tengo una- dije frotandome despacio y de manera realmente desesperante contra su pantalón, bueno teóricamente contra su miembro que estaba dentro del pantalón.
-Dios, me gustaría...porfavor- me miró suplicante, y Cedric rara vez tenía esa mirada, lo miré con pena.
-No es que no quiera, dios, ahora mismo me tiraría de cabeza a todo el pozo de excitación, pero es que con la regla no puedo tener sexo, digo, por poder puedo pero, es peligroso, los ginecólogos dicen que puedes morir desangrada, pero va en serio no quiero desilusionarte ni nada, porque yo también quiero, pero..- me besó suavemente.
-No hace falta que te disculpes, la regla se respeta, además no pasa nada, me contentaré con besarse entonces- dijo sonriendo y posando sus labios sobre los míos,
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Los Trillizos Weasley [Cedric Diggory]
RandomNo son los gemelos Weasley, son los Trillizos Weasley.