Estaba durmiendo plácidamente, repito, tranquilamente, feliz, me encantaba mi sueño, noto un besos húmedos en mi cuello y subiendo por mi mandíbula, me estiro y sonrío al abrir un poquito los ojos y ver los ojos grises de Cedric observando atentamente mi reacción.
-¿Ya es de día?- pregunto sonriendole, niega y al mirar alrededor veo oscuridad total, le miro mal, y lo entiendo todo cuando veo otra vez sus venas hinchadas, mierda.
-Por favor- suplica con los ojos brillantes, pone sus estilosas manos juntas a modo de petición, nunca lo habíamos hecho con Cedric en ese estado tan...salvaje.
-Cedric, deberías descansar, luego vas a estar horrible por la mañana, pero....- le miré, me miró fijamente.
-Vemga, déjame tocarte- susurró suplicante, le miré indecisa, mi cabeza era un caos ahora mismo.
-¿Mañana?- le pregunté tanteando su situación.
-Ahora- dijo y me miró suplicante- por favor Vic, te necesito- cerré mis ojos indecisa y me mordí el carrillo interior.
-Pero cielo, no estás bien, estás en tu modo salvaje, con tus ojeras oscuras y venas hinchadas, mi vida, no se...- dije mirándolo, el chico asintió.
-Lo entiendo, pero es que..necesito, te necesito, por favor Vicky- dijo susurrando en mi oído, acariciaba mi cuello con sus suaves dedos.
-¿Sabes que? Aprovecha tus dotes de legerement y léeme la mente, haremos lo que mi cabeza realmente desee, ¿echo?- le pregunté y asintió pasando su lengua por sus labios sonriendo, me miró fijamente a los ojos y me sentí expuesta, muy expuesta ante su penetrante mirada, acarició mi mejilla.
-No sabes lo que quieres- sonrió y me dió un beso- a partes iguales quieres...- se mordió el labio inferior de forma sexy- y de manera igual deseas que me duerma y descanse- dijo y me abrazó.
-Quiero... no lo sé Ced, decide tu- mascullé y el chico me miró levantando la cabeza de donde antes reposaba.
-¿De verdad?- preguntó y yo asentí.
Pareció dudar unos instantes, me miró y justo cuando VI sus ojos grises con las pupilas dilatadas por el deseo supe lo que iba a decidir.
-Dormir, quiero dormir- susurró como si estuviera viviendo una pelea interna- no me lo preguntes otra vez porque te aseguro que no voy a responder lo mismo- masculló con una sonrisa ladeada.
-Lo que no hemos probado en estos casos es que pruebes a beber sangre, igual en vez de deseo, si bebes mi sangre te calmas- dije mirándolo y el chico asintió.
-¿De verdad?- preguntó ilusionado, yo asentí sonriente, el muchacho de ojos grises se puso encima mía poniendo sus piernas a los lados de mis caderas, y acarició mi cuello, estaba nerviosa, muy nerviosa- cálmate, te prometo que solo te dolerá un poquito- dijo notando mi angustia, entrelazó su mano con la mía y sonrió, acercó despacio su boca a mi cuello, donde dió un lametón juguetón que provocó un suave gemido ante su divertida risa, rápido pero delicado clavó sus colmillos en mi carne y si, dolió, pero cuando dió el primer tirón de sangre fue una de las cosas que más placer me han provocado en mi vida, sentía como si me fuera a beber entera, después de un par de profundos sorbos más separó sus colmillos de mi cuello, lamió la zona mordida quitando la sangre y apoyó su frente en la mía, mi respiración era irregular y mi pecho no paraba de subir y bajar buscando aire para recuperar el aliento.
-¿Ya estas mejor?- dije mirándolo fijamente con los ojos brillantes, el chico asintió sonriendo.
-¿Y tú?- yo sentí con bastante firmeza.
-Me siento mareada, un poquito, la cabeza me da vueltas- susurré poniendo mis manos en su pecho.
-Claro, soy idiota, has perdido sangre y yo voy y te saco mas- mascullaba maldiciones en voz baja, cogió una pequeña navaja y se la acercó al cuello, negué y le enseñé mis afilados dientes, el chico sonrió y me dejó su cuerpo a mi disposición, clavé los caninos en su cuello con la mayor delicadeza pero siempre mirando a su reacción, sus ojos se abrieron de golpe y sus labios se entreabrieron dejando escapar un jadeo, cuando di un primer sorbo a su sangre sus ojos se entrecerraron y soltó un ligero gemido ronco, di dos pequeños sorbos más pensando que serían suficiente, pero el muchacho cuando notó que separaba la cabeza de su cuello gruñó y puso su mano en mi nuca apretando ligeramente contra su cuello.
-No es suficiente, bebe más- la forma en la que dijo esas cinco palabras fue tan sexy y excitante que di un profundo trago sorprendiendolo y haciendo que gimiera bastante fuerte, me sentí poderosa mientras Cedric empezaba a temblar ligeramente por el placer que le provocaba que absorbiera su sangre, paré al poco sentía que había recuperado mi sangre perdida, Cedric tenía los ojos cerrados fuertemente y portaba una sonrisa satisfecha, su apariencia era la de siempre.
-¿Ya estas bien mi vida?- le pregunté acariciando su cuello y rostro.
-Si, ya me encuentro bien, muy bien Weasley- dijo mientras mi antiguo apellido salía de entre sus labios, me sentía muy bien cuando me llamaba así y mejor aún cuando me llamaba Diggory- mucho mejor gracias a ti Diggory Weasley- susurró mientras me abrazaba nos mantuvimos abrazados durante unos largos minutos que me parecían el paraíso.
-Dentro de unos años...¿tendremos hijos?- me preguntó yo sonrei.
-No lo sé Ced, yo sí quiero, pero dentro de unos años cuando tengamos 27 o 28 años, no se, para eso hay tiempo- dije mirando sus grises ojos.
-Cuando cumplas 27 y yo tenga 28, tendremos nuestro hijo- dijo y yo me reí ante su convicción.
-Lo veremos Diggors- sonreí
Me revolvi incomoda por la camisa, odiaba dormir vestida, aquí dormía sin pantalón es decir, en braguitas, pero en casa dormía solo con ellas, sin camisa, libertad, pero con Ced aún me daba un poco de vergüenza, no se...me daba cosa, el chico Hufflepuff notó mi inseguridad y mi incomodidad.
-¿Que te pasa?- no le respondí- ¿estás incómoda? ¿Te molesta algo?- preguntó mirándome a los ojos, me sonrojé ante su intensa mirada, asenti- ¿qué es?- negué con la cabeza, sonrió malevolamente, bajo su mano acariciando mi cintura y seguía bajando, le miré estupefacta pensando que me iba a tocarme, pero entonces me empezó a hacer cosquillas y yo me reí sin parar, no era capaz de continuar y solo le pedía que parara.
-Pararé cuando me digas lo que te incomoda pequeña leona- susurró en mi oído mientras yo seguía riendo.
-¡Vale!- dije en medio de un grito, paró pero se quedó con la mano cerca y como estaba tan cerca me seguía entrando la risa, sonrió divertido y la quitó para que pudiera hablar- me molesta la camisa, es que nunca duermo con ella- dije sonrojada.
-Pues quítatela, como yo- dijo encogiendose de hombros como si fuera lo más fácil del universo- yo no tengo ningún problema- sus pupilas se dilataron.
-Es que me da un poquito de vergüenza Ced- dije sin mirarlo.
-¿Después de todo lo que hemos vivido te da vergüenza eso?- cuando asentí se echó hacia atrás en una carcajada- venga ya Vic, no te avergüences por eso, eres hermosa- dijo y yo también sonreí.
Me senté en la cama y antes de que yo me la pudiera quitar, Ced la deslizó por mi cuerpo y se tiró encima mía.
-Nunca más vas a dormir con camisa Vicky- dijo sonriendo seductoramente, acarició mis pechos y los apretó ligeramente- nunca- yo me sonrojé violentamente.
Cuando nos disponíamos a dormir
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Los Trillizos Weasley [Cedric Diggory]
RandomNo son los gemelos Weasley, son los Trillizos Weasley.