Lobos milenarios (libro 1)

Capítulo 20. La carrera

SIENNA

Sienna: "Selene, ¿estás despierta?"

Selene: "Arg, no. Más vale que sea un asunto de vida o muerte... son las dos de la mañana, ¿qué pasa?"

Sienna: "Cuándo lo supiste por primera vez?"

Selene: "¿El qué?"

Sienna: "Que estabas enamorada de Jeremy"

Selene: "¿Cómo? Sienna... ¿No podemos hablar mañana?"

Sienna: "Aiden me ha pedido que echemos una carrera"

Selene: "¿QUÉ? 😳 OH, DIOS MÍO. ¿Por qué no has empezado por ahí? Por favor, me acabo de poner muy nerviosa. Espera, déjame ir a la sala de estar, Jeremy está roncando 🙄😂"

Sienna: "Vale, tranquilízate, soy yo la que tiene el lío"

Selene: "¿ENTONCES LO VAS A HACER?"

Sienna: "Sí, y necesito que me aconsejes. Y que sea ahora mismo..."

Selene: "Bien, ¿qué necesitas saber?"

Sienna: "Tu primera carrera con Jeremy. ¿Cómo fue? ¿Qué te pusiste? ¿Fue algo intenso o íntimo?"

Selene: "Bueno, fue mágico. Y no importa en absoluto lo que te pongas, ya que te vas a despojar de tu ropa. Es íntimo e intenso a la vez. Es realmente una experiencia espiritual más que nada... Dar rienda suelta a tu loba y ceder a tus instintos más primarios"

Sienna: "¿Y si nuestras formas de lobo no conectan? Lo podría arruinar todo si no estamos preparados"

Selene: "No puedo darte una respuesta a eso; pero si ya has dicho que sí, creo que tienes tu respuesta 💖"

Sienna: "Gracias, hermana, tengo que irme. Aiden acaba de entrar"

Miré al hombre con el que estaba a punto de echar una carrera, la experiencia más íntima que dos lobos podían compartir, y de repente me invadió una oleada de nervios.

Se rumoreaba que una carrera era lo que había acabado con la relación de Aiden y Jocelyn. No conectaron en absoluto en forma de lobo.

¿Y si eso también nos pasaba a nosotros?

- ¿Lista? -preguntó Aiden.

Vaya preguntita. Cuando Aiden lo propuso de primeras, mi loba se apoderó de mí solté y un sí antes siquiera de evaluar el peso del asunto.

Tras mi respuesta, la expresión en su rostro era de tal satisfacción que no había tenido el valor de echarme atrás.

Ahora mi cabeza me pedía que saliera pitando de ahí mientras mi loba aullaba en mi interior y me decía que moviera el culo y me fuera con Aiden.

Asentí con la cabeza y me levanté. Me cogió de la mano y me condujo hasta la entrada del bosque. Dimos el primer paso juntos, cruzando el umbral hacia una experiencia de otro mundo que podía cambiarlo todo.

- Espera -dije de repente-. ¿Podemos caminar un poco primero?

Aiden sonrió ante mi evidente ansiedad.

- Desde luego.

Comenzamos a caminar en silencio por el bosque y conforme fuimos caminando junto al arroyo mis nervios empezaron a desaparecer. Había algo tranquilizador en el fluir libre del agua.

Miré a Aiden. Quizá era la primera vez que sentía que era libre de tomar mis propias decisiones, sin presiones ni manipulaciones. Aiden me estaba dejando hacer esto a mi ritmo, a mi manera.