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El silencio consumia la caminata desde hace ya más de dos horas, los árboles se ocupaban de sus asustados mientras el viento les hacía compañía, los animales seguian el ciclo de la vida creciendo, cazando y muriendo; mientras los tres amigos se carcomían la cabeza y apresuraban sus piernas una detras de la otra ya de memoria.

Zayn, Liam y Niall recorren las tierras neutrales absortos en sus pensamientos repletos de miedos y miles de preguntas, tan perdidos en aquella niebla de preocupación que el rubio no se percata de una rama que impacta contra su frente haciendo que frene en seco y por consecuente sus amigos hacen lo mismo chocando unos con otros. El silencio permanece unos segundos más hasta que Liam rompe en risas que pronto son seguidas por los otros dos.

—¡Niall!-exclama el pelinegro aún entre risas.

Un poco de la tensión que los rondaba se dispersa, las risas se vuelven tan solo un eco.

—Lo lamento, no miraba el camino.

—Nos dimos cuenta.-dice Liam sin malicia en su voz solo una sonrisita burlona que hace sonreír al Omega rubio.

—¿Demasiados pensamientos?

Niall asiente en respuesta hacia el Omega de las tierras de Euftia, mismo que le regala una mirada llena de comprensión.

—Recuerdo...

El Omega está nervioso, si el jugueteo que hace con sus dedos y la manera en la que su mirada se encuentra gacha no es suficiente indicación, entonces su potente olor a menta y nerviosismo lo son. Zayn camina hasta el rubio para tomar el menton de su amigo hasta lograr hacer contacto visual y transmitirle la confianza que necesita.

El rubio cierra sus ojos, suspira reincorporándose en su lugar de manera recta y seguro sin importar que por dentro su Lyko esté chillando en pánico tratando de llamar a su alfa por consuelo sin importar que no lo conozca aún.

—Recuerdo haber leído un pergamino que encontré en la biblioteca de mis padres-dice pestañeando inocentemente.

—¿Entraste en los túneles de nuevo, Niall?

Los túneles son conductos subterráneos muy antiguos que abarcan todas las tierras de Atria, sin embargo, en las últimas décadas se han vuelto peligrosos pues el nivel del mar a comenzado a subir y el agua ha encontrado un camino hasta los túneles, pero es justo ahí donde los Horan guardan cosas importantes y claramente confidenciales del consejo, miles de años de historia encapsulada en una cueva fría con agua abriéndose camino entre las rocas a paso lento y sin prisa.

—Tal vez.-sonríe dulcemente, como si sus amigos no supieran lo curioso que puede llegar a ser.—El punto es que leí el contenido de aquel pergamino, era antiguo más que cualquier otra cosa que haya visto en posesión de mis padres o el consejo.-el rubio saca una pequeña libreta de la bolsa de su pantalón.—La verdad es que no recuerdo mucho lo que decía a excepción de la profecía.-lo siguiente que hace es abrir su libreta y comenzar a leer bajo la atenta mirada de sus amigos.—"Cuando la luna se pose en lo más alto de la noche, el pequeño girasol llore y el espíritu libre alguna vez perdido regrese con alas a casa, entonces ese será el día que las puertas para una nueva guerra se abrirán y con ella la oportunidad de recuperar todo lo extinguido traerá, pero la ventana de perderlo todo también la acompañará. i sfagí eínai to móno sígouro."

—¿Qué significa eso?-pregunta Liam.

—¿Qué parte?-Niall repasa lo leído con la mirada, su ceño fruncido.

—Todo.-responde Liam con una mirada muy confundida.

—Lo último, ¿es griego?-el pelinegro habla al mismo tiempo que su Alfa.

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