EVOLUCIÓN

34.1

2do día

Ya es de día. Los rayos de sol se cuelan por la pequeñas y circulares ventanas del camarote, el Alfa de ojos azules permite que sus párpados se separen con pesar, su mente adormecida por el sueño no entiende lo que su sucede o en donde se encuentra hasta que un suave ronquido lo trae de vuelta al mundo de los despiertos, sus ojos se dirigen al culpable del tierno sonido, su dulce Omega, el mismo que se encuentra acostado sobre su pecho babeándolo un poco la bronceada piel, al castaño no podría importarle menos, no cuando sabe que ha mantenido a su Omega cálido y protegido durante la infinidad de la noche.

Louis se regala un par de minutos más sosteniendo al rizado en sus brazos hasta que Vidarr comienza a sacudirse emocionado en au interior, acción inusual para el peculiar lyko.

El día final del cortejo ha llegado, nuestro Omega a nosotros se ha entregado y ha nuestro cuidado a quedado. Su marca portaremos y siempre le amaremos.

Louis siente como sus ojos se iluminan ante el recordatorio, contento agacha su cabeza hasta besar los despeinados rizos de su Omega y sk logra inhalar su dulce aroma, bueno es su día de suerte. Con un suave beso en la mejilla el Alfa levanta al menor de su pecho colocándolo sobre el colchón con el mayor cuidado posible, para su fortuna Harry solo se queja un poco al no sentir la suave piel debajo de él, Louis simplemente lo observa a un lado de la cama con un rostro bañado por la adoración mientras el Omega ae acurruca más en el lecho y vuelve a su estado de paz en el mundo de los sueños.

El ojiazul sale de la habitacion con una suave sonrisa en el rostro que parece no querer desaparecer. A tan solo unos pasos Avyanna se encuentra con un frasco de vidrio en la mano y una class de tinta obtenida de un pulpo especial de las gélidas aguas.

—Aquí tienes.-dice la amable mujer con una sonrisa emocionada.

—Gracias.-sonríe agradecido tomando el frasquito y regresando a su habitación.

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Harry despierta y lo primero que nota es que su cama está vacía y eso esta mal muy mal y su Lyko también lo sabe, abre sus ojos verdes despacio esperando que el sol no mutile sus globos oculares, una vez con sus pupilas expuestas el rizado gira su rostro mirando a su lado, rogando por que-¿Alfa? Louis no esta su lado, ese lado del lecho se encuentra vacío-el Omega estira su mano- y frío, bueno casi vacío, justo ahí sobre la almohada en la que la cabeza de su Alfa reposó la noche anterior hay una nota.

Harry sonríe suavemente sentándose sobre el colchón y las sábanas de seda mientras talla sus ojitos de manera adorable con un bostezo estira su mano tomando el pedazo de papiro entre sus dedos. Es sobre tiene impregnado el aroma de su Alfa, detalle que lo hace ronronear con gusto. El Omega abre el sobre sacando una nota de el con letras negras.

Buenos días, mi lindo Omega.

Llegaste a mi vida cuando menos lo esperaba, marcando el fin de una época y dándome la salvación que tanto decía no necesitar. Hoy, si tú lo permites, será el primer día de nuestra vida como compañeros del alma. Permíteme mimarte por la eternidad.

Si aceptas, dirígete a la tina de baño.

-Louis, tu Alfa.

Harry abraza el trozo de papel a su mecho inhalando el olor a madera mojada una vez más antes de dejarla reposar sobre la mesita de madera a un lado de la cama antes de dirigirse al cuarto de ducha como indicaba en la nota.

En una bandeja de mármol a un lado de la tina circular de madera se encuentran algunos pomos de vidrio y lo que parecen ser jabones, el rizado se hacerca curioso, una sonrisa estora las comisuras de su boca cuando se percata de una nueva nota, esta vez sin sobre.