Louis y Harry se detienen en el medio del bosque han caminado por aproximadamente 6 horas sin parar, han dejado Érimos atrás entrando a las tierras de Ocean, para fortuna del Omega los bosques de la frontera que colinda con las tierras áridas no son lo suficientemente fríos como para que necesite de ropa de piel, que para su mala suerte no posee.La platica es tranquila, temas colóqueles, juegos para entretenerse y silencios cómodos. Alfa y Omega se abren paso entre los enormes pinos avellanos con pasos firmes y actitud renovada.
—Así que ¿Kiliç Katili, eh?
—Así es como me llaman, yo no lo elegí.-el castaño rueda los ojos mientras carga un par de conejos que les servirán como cena.
—Apuesto que te encanta.-dice divertido el rizado.
—No molestes, Omega.-gruñe sin sonar realmente amenazador mientras arma el tipi justo ahí sobre el pasto mojado por las bajas temperaturas.
Harry agarra algunas hojas que ocupara más tarde para hacer té, ahora agradece aún más todas esas tardes de lectura en la biblioteca de su aldea acompañado de una taza de chocolate caliente y cientos de libros sobre hiervas, animales y los diferentes ecosistemas de los cinco continentes. Esa era una de sus pasiones cuando no se encontraba practicando el arco y la espada en el bosque con su madre Dayan.
—Alfa gruñon.-dice bajito el Omega mientras rueda sus ojos.
El ojiazul es un Alfa y uno puro, así que escuchar las palabras de Harry no es una tarea complicada para él, el mayor detiene su andar y se acerca hacia al ojiverde donde se encuentra agachado recolectando hojas.
—¿Cómo me llamaste?
Harry brinca un poco en su lugar al escuchar la voz profunda tan cerca de él, con lentitud se reincorpora guardando las hojas de hiervabuena dentro de un frasco de vidrio y en su mochila de cuero. El Omega mira fijamente a los cielos interminables, y con una pequeña sonrisa casi imperceptible, lo repite.
—Alfa gruñon.
Louis mira fijamente al Omega, retándolo. Harry acepta el reto y no separa su mirada de los ojos del Alfa. La tensión es palpable, sus feromonas se combinan haciendo casi irresistible la reacción erotica de sus cuerpos, casi, por que segundos después el Omega puede detectar un cambio en el olor del Alfa, algo que le hace saber que trama algo y de repente su mirada ya no es de pura diversión si no de un depredador mirando a su presa, los pelos del cuerpo de Harry se ponen de punta, todos sus instintos diciéndole que corra lejos de ahí, hasta que ya es demasiado tarde y los firmes dedos de Louis se estan enterrando en sus costados con propósito.
—¡Cosquillas no, alfa!-grita el menor entre rizas arrebatadas.
—Oh, pero soy un alfa gruñon y malo que no tiene piedad, Omega.-una sonrisa demasiado grande abarca su rostro.
Las gloriosas carcajadas del menor hacen eco por los árboles del bosque, los sonidos de tortuosa alegria contagian al Alfa quien no puede evitar mirar al omega, victima de su jocosidad, con cariño y diversión, su Lyko se siente satisfecho de tener a su Omega riendo en sus brazos. El lyko de Harry se siente de la misma forma, Koa no deja de mover la cola feliz de por fin tener la atención de su Alfa de una manera tan positiva.
Cuando Louis cree que su tortura ha sido suficientemente retira sus dígitos de los costados del Omega, quien sigue riendo. Cuando Harry logra regular su respiración a lo más normal posible, después un extenso ataque de risa, mira al Alfa con ojos humedeciendo por las carcajadas.
—E-Eso fue malvado, Lou.-el Omega continúa tratando de recuperar su respiración, jadeando por un poco de aire para sus pulmones.—Es hora de mi venganza.

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EVOLUCIÓN
FantasíaLouis, un alfa del norte que desea vengar la muerte de su madre. Harry es un lindo omega que se interpone entre un alfa y su venganza. ?Las correcciones se harán una vez que la historia esté terminada, una disculpa de antemano por la falta ortográfi...