Pesadillas.

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El pequeño cachorro de ojos azules duerme tranquilamente sobre su nido, mismo que su padre construyó para él y su madre desde que quedo en cinta hace un par de años para ser exactos. El pequeño no se encuentra solo pues a sus costados los líderes de la manada Tomlinson roncan suavemente mientras envuelven a su cachorro con sus reconfortantes olores.

Lastima que el olor de sus padres no ahuyentan pesadillas.

Todo comenzó como un sueño en donde un par de hadas permanecían sentadas sobre un tronco cerca de un acantilado, el pequeño de ojos azules no lograba escuchar lo que conversaban, sin embargo, podía notar como el hada de cabello grisáceo, piel de nieve y ojos azules hablaba alterada moviendo sus manos frenéticamente, mismas manos que segundos después fueron tomadas por el hada de pelo chocolate que mira a la ojiazul con una suave sonrisa, pronto el hada más alta envuelve a la de cabello platino en un abrazo. Para la desgracia del pequeño la escena cambia drásticamente, ahora el hada que lucia energética en la escena anterior luce...apagada, sus ojos no brillan más, su piel se ve sucia y cubierta por manchas moradas, su pelo tiene un tinte rojo en el al igual que su rostro, su mirada esta perdida en el suelo, sus alas se ven decaídas y maltratadas, el cachorro da un paso hacia atrás y puede observar los barrotes de metal que rodean a la mágica criatura, misma que acaricia una especie de artefacto con su mano, uno que el pequeño no logra registrar cuando miles de imágenes comienzan a mezclarse frente suyo, un castillo, nubes, sangre, el hada de pelos chocolate no tiene más una sonrisa, en su lugar lágrimas corren por su rostro mientras un líquido rojo sale por su boca, después esta su mamá sonriendo y Louis piensa que todo acabo que esta a salvo con su madre cuando de repente una criatura se lanza sobre él.

—¡MA MAAA MA!-grita el pequeño cachorro despertándose.

Los líderes de la manada Tomlinson despiertan de inmediato, la Alfa toma a su cachorro en brazos mientras Matt acerca a su pequeña familia a su pecho y los impregna con su olor hasta que los hipidos de su hijo cesan.

Esa fue su primera pesadilla, tres años después a la edad de cinco tuvo la segunda.

Louis no dormía más con sus padres, pues ahora es un cachorro grande y tiene su propio nido en la habitación pegada a el baño y que además tiene vista al bosque, el cachorro se puso demasiado feliz cuando le dieron a escoger su habitación, pues sus mamá se encontraba embarazada de nuevo con un par de cachorros, el niño castaño no podía esperar a ser hermano mayor.

—¡Mami!-grita el pequeño desde su nido.

—¿Si, cariño?-la cabeza de su madre se asoma por el marco de su puerta.

—¿Un cuento, por favor?

El niño mira a su madre tiernamente mientras gira un poco en su nido hasta llegar a una posición cómoda, su madre entra a la recámara con una sonrisa cargada de cariño, pronto el pequeño alfa se encuentra asimismo trepando el regazo de su madre con su pequeño lobito café de peluche entre sus brazos. Una vez que el pequeño Louis acomoda su rostro en el cuello de su madre, justo donde esta su glándula de olor y la marca de unión hecha por los colmillos de su padre, la alfa comienza el relato.

—Hace millones de años, la primera hada madre de toda magia unida a la naturaleza, de nombre Gea, creo a las almas destinadas con un fuerte hechizo mismas que unió con un hilo invisible, uno hecho de amor. Gea entrelazo sus destinos y unió a las almas para toda la eternidad, se paso horas, días, meses cosiendo a las almas y luego las exparcio por la tierra en forma de diferentes seres, algunos a su semejanza, otros muy diferentes pero siempre con la misma escancia. Gea les permitió disfrutar de sus reinos libremente pues al final la gran madre tenia la certeza de que cada alma encontraría a su destinada cuando el tiempo fuera debido.

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