Tiempo después...
La primavera llegó. Y todo el reino se llenó de color y música. Las aves trinando en las copas de los árboles, las mariposas revoloteando por todas partes y el aroma de las flores y las nuevas cosechas llenando el bosque. Habían pasado por una larga temporada de invierno y nevadas, bastante duras, pues por la guerra con los topos y ratones, la mayoría de reservas y provisiones o bien se habían agotado, o quedaron destruidas en los combates. Pero ahora la vida volvía a florecer en el bosque y la tribu no podía estar más alegre. Especialmente porque tambien la marcha del invierno y la llegada de la primavera, había traído consigo un pequeño retoñito a las vidas de la dama y el caballero de la reina. Uno, que era toda la admiración del reino.
Ella la miró en sus brazos, plácidamente dormida, envuelta en cálidas mantas, regalo de madre Kura y algunas mujeres sabias de la tribu. Su pequeña Eolyn. Arribó una madrugada junto con la salida del primer sol después de invierno, en un parto bastante tranquilo y asistido por las comadronas. Con Nimdra y su príncipe junto a ella. Y la pequeña era toda una preciosidad, idéntica a su padre, aunque con los ojos de su madre.
La futura reina.
Pues desde que la monarca se enteró del embarazo de Elizabeth, anunció que cuando fuera una adulta, sería su sucesora, le gustara a quien le gustara. Pero por ahora, disfrutaría solo de la compañía de sus padres y una infancia feliz.
Lis volvió la vista al frente, a los extensos jardines. Ese día era muy especial. Ahora que la paz se había restablecido en el bosque, que las amenazas de elfos traidores se habían disipado, y que ratones y topos fueron desterrados a otros lugares para buscar su propio sustento, ella y Dimitrie, con la pequeña, saldrían fuera de las grandes murallas. Y por intercesión y apoyo de la reina, volarían a su antiguo hogar. El que ella a veces añoraba, cuando las noches se hicieron largas y los días interminables, mientras reposaba por el embarazo. Preguntándose qué sería de los señores Oso y su amiga Effie. Incluso que había hecho Roselinda al descubrir que ella tambien había desaparecido de la caja de música. Tantas preguntas se agolparon en aquel entonces en su cabeza, que luego de mucho meditarlo, se las confesó a su ahora esposo y este a la reina. Tuvieron el permiso. Volarían para verlos de nuevo y al atardecer regresarían de vuelta al reino.
Las puertas de los aposentos se abrieron, y ella sonrió al saber quién era.
— ¿Mi dama y mi pequeño capullito están listas para el viaje?—
Aceptó el beso en sus labios, y después dejó que el acariciara la mejilla de su hija.
—Lo estamos, mi señor—él sonrió.
—Entonces vamos. Nimdra nos está esperando—
Se encaminaron al exterior del cuarto, ella llevando en brazos a la bebé.
— ¿Dónde está Iris?—le preguntó.
—Con la guardia real, lista para cuidarnos en todo el trayecto—
Desde que la mujer cuervo había retornado como reina en la gran ceremonia de re – coronación, algunas cosas habían cambiado, y una de ellas, era que los cuervos fuesen ahora sus aliados, no solo para transportarse, sino porque tendrían más capacidad para defender, que los colibríes de antaño. Las aves negras serían ese día sus acompañantes.
Cuando llegaron al exterior, los elfos presentes para verlos partir, hicieron una reverencia, sabiendo de antemano que estaban ante la futura reina de la tribu. Eolyn. Nimdra les sonrió, con la barbilla en alto.
—Es la hora—
Elizabeth miró a Dimitrie, temiendo en parte, que lo que iban a hacer, fuese peligroso. El comprendió su mirada.
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LA BAILARINA DE JUGUETE (COMPLETA)
FantasyRoselinda es una niña de diez años, que tiene en su poder como regalo de su padre, una caja de música con una bailarina y su príncipe, con mágicos secretos. Cuando esta se va, los muñecos cobran vida. Rosie los cree hermanos, pero por dentro se esco...