Cute Wolf - Bakudeku

5. NUEVOS INQUILINOS

URARAKA

Acabo de llegar al pueblo, puedo decir que es más calmado que la ciudad y no hay exageradamente tantos edificios de altura promedio. El lugar está rodeado por un bosque extenso que parece como un muro para que nadie vea lo que sucede dentro de el, deben habitar animales salvajes que tal vez nunca salen del bosque.
Amaneció nublado, ningún rayo de luz parece tratar de atravesar las nubes y hasta parece que ni siquiera hay un sol en el cielo. Había sacado todos mis libros y libretas en una banca para asegurarme que no se me olvidó nada, siendo mi primer día de clases en este pueblo, quiero mantener una buena imagen y orden.

Uraraka: Creo que es todo —empiezo a guardar las cosas con entusiasmo.

Me pongo la mochila y camino hacia la entrada, hay unos escalones rectangulares hasta las puertas.
Cae algo detrás de mí. Varias cosas caen detrás mio. Dejó la mochila en el suelo, me giro para ver mis cosas en el suelo. Demonio, eso me pasa por no asegurarme de haber cerrado bien la mochila.

Me hinco y comienzo a juntar todo.

Bakug : Se te cayó esto. —me entrega una libreta.

Uraraka: ¡Gracias! —la tomó para unirla con el resto que, ahora si puede estar bien aseguradas en mi mochila.

Bakugo: Te ayudo —dice añadiendo mi lapicero.

Uraraka: No tienes porqué, puedo hacerlo sola.

Bakugo: ¿Te diste cuenta que olvidaste tu libreta en la banca? —levanta la mirada hacia mí. Tiene los ojos de color rojo, que interesante.

Uraraka: Pues no, pero tal vez yo giraría y me daría cuenta —termino de guardar todo. Ahora si siento el peso de todas mis cosas en la mochila, y es pesado.

Bakugo: Olvidaste cerrar tu mochila, no te diste cuenta hasta que se te cayó todo —nos levantamos al mismo tiempo—. Revisa dos veces, ¿de acuerdo?.

Uraraka : Claro. Soy Ochako Uraraka.

Bakugo: Katsuki Bakugo. Veo que eres nueva en la escuela, nunca te he visto por aquí.

Uraraka: Sí, lo soy. Bueno, tengo clases. Nos veremos luego, Bakugo —me doy la vuelta y empujó las puertas para entrar.

Que chico tan lindo. Aunque tiene literalmente los pelos —casi— de punta, rubio y con una mirada que puedes insinuar que esta enojado cuando en realidad, parece estar a tope con sus pensamientos. Espero no haya pensado que soy una tonta que olvida sus cosas donde sea. Ah, esperen. ¿Y mi celular?

MIDORIYA

El aroma del aire se mezcla con plumas delicadas dependientes de varias partes iguales pero delgadas y paralizadas, rancio y a la vez incómodo de soportar por un buen rato. Ha pasado el tiempo desde que salió Bakugo, también desde que trate de encontrar el origen del aroma. Abro mis ojos, una pluma negra se acostó sobre mi nariz.
La tomó y la pongo frente a mis ojos.

Midoriya: Buitre. O un cuervo. —me apoyo sobre el lavamanos para sacar la cabeza por la ventana. Una sombra pasa con velocidad debajo mio dejando caer una pluma negra— Otro buitre. Eso es, son buitres. —entre los árboles salían en círculos rayas negras que giraban por encima de algo—. Es una parvada. Pero, no deberían estar juntos.

Aunque el aroma fuera casi similar no podía igualarlos. Eran totalmente diferentes.
El aroma estaba comenzando a sofocarme.

Arrugó mi nariz para dejar de olfatearlo, meto la cabeza y me alejo de la ventana.
Una ráfaga de círculos negros salen poco a poco para formar un círculo giratorio y después comienzan a expandirse. Chocando con cualquier cosa a su paso, sacando una ultima vez la cabeza para seguir su camino, en todo su trayecto se dispersan entre los edificios tomando como camuflaje la niebla. Las alas de los cuervos bajo los buitres es salvaje.