Cute Wolf - Bakudeku

23. CERO RELEVANCIA

KAI

Cuide a los hermanos Shinigami mientras Momo terminaba con las ultimas trampas alrededor de la cabaña. No me sorprende, después de todo yo me lleve a su hijo. Ojala algún día sepa la razón. 

Termino de verme al espejo con mi parche y cabello teñido de rosa. Giro al frente viendo al de cabello rojo mucho más desordenado que el mio pero que lo hace ver, un científico no tan loco. Aunque ni siquiera es un científico, solo un sujeto extraño con dientes filosos.

Kirishima: ¿En qué piensas? 

Kai : Tú sigue con el trabajo.

Suelta la daga que intenta replicar de la que causo daño a los Shinigami.

Kirishima: Oye tranquilo, este pequeño cuarto se haría añicos.

Me doy la vuelta apoyando mis manos en el fregadero.

Kai: Este pequeño cuarto al que tú llamas, es una maldita veterinaria en la que se supone me ayudarías con esa estúpida daga que casi mata a dos semi-dioses de la muerte.

Kirishima : Primero relájate y déjame hacer mi trabajo, por favor. No puedo concentrarme si sigues quejándote.

Kai : Estas jugando en tu estúpido celular, ¿como no vas a avanzar?

Kirishima : Así hago las cosas yo así que no interrumpas.

Kai : ¿Y que quieres? ¿Qué salga a la sala de espera como si esperara a mi mascota o algo por el estilo?

Kirishima :  Sí. —vuelve a examinarla—. Estoy tomando más tiempo del que quieres pero es que no se de que está hecho. Intento replicar las sustancias venenosas pero nunca coincide, no es nada a lo que pueda asemejar.

Vaya ayuda eres, dientes de tiburón. 

Debemos averiguar lo que es, no sabemos si ese tal Tomura vuelva con algo peor. Debemos prepararnos para sus armamentos.

URARAKA

Papá está en medio de una reunión en la cabaña de Momo con los cazadores que quedaron en el pueblo, y yo como buena hija me quedé alejada de su despacho.
Y como buena hija no busque la llave de la perilla que estaba debajo de la alfombra.
Y no puedo engañar a nadie tenía que sacar sus cosas, quiero saber más.
Solo me falta por revisar cuatro carpetas más. No se con que me topare.

Últimamente ha estado más activo con los cazadores y debo saber el porque. Desde ese día, no he vuelto a confiar en él. 

Saco la penúltima carpeta. La novena. Y la pongo encima de las otras. Saco la tercera. Fotografías

Saco todas por si olvidaba algo, así revisaría una vez más.
La abro y encuentro las imágenes de algún periódico que fueron recortadas, cada una con una letra marcada con rojo.

Uraraka : Estos son los que murieron por los cazadores.

La fecha fue tres años antes del ataque de Tomura.

Dejé el cajón abierto para meter la carpeta que ya estaría lista, totalmente revisada. Pongo dentro de ella la carpeta. Saco la que le sigue.

Uraraka : Estos tienen el nombre de... 

Encuentro un teléfono antiguo que guarda los mensajes. Reproduciré el primero.

Tomura : Hace mucho que no enviaba un mensaje, un lindo mensaje. Tú hija estaba con esos chicos y vaya que tuvo la suerte de seguir con vida. Espero que todos los cazadores regresen a Washington.

Otro mensaje.

Tomura : Estuviste trabajando para mí por mucho tiempo, te perdonaré la vida. Puedes irte junto con tu hija del pueblo si es que la aprecias tanto. En el período de un año antes de la siguiente fecha. Cuatro de octubre. A las veinte horas en punto.

Linda advertencia. Al fin termina el mensaje del sujeto.

No hay información relevante en realidad. 

Ahora suena mi celular, una llamada que sigue de otra llamada. Bakugo.

Uraraka : Hola, Bakugo. ¿Cómo estas?  —De lo rápido que me puse la mano en la boca me termine dando un golpe— ¡¿En este mismo momento?! ¡Espera!  —lanzo las carpetas al cajón y salgo del despacho—. ¡Iré enseguida!

Madre mía, madre mía.
Papá se enojara porque salí de casa siendo la una de la mañana y sola pero no puedo dejarlos en su departamento, Momo está ocupada y Kai... ¡Claro, Kai! Si tuviera su número. ¡Kirishima! Cierto esta en la veterinaria arreglando una cosas. Lo conocí porque Midoriya quería llevar un lobo herido al veterinario. Ni idea porque se le ocurrió esa idea.

Me detengo debajo de un poste de luz.

Uraraka : Un segundo, eso significa que presenciare un parto. —siento escalofríos por todo el cuerpo—. Ya no me emociona la idea.