29. SANGRE DE DORADO

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TOMURA

El mundo es maravilloso. Lleno de vida. Lleno de miserables con vida que algún día llegarán a su fin por obligación en contra de ellos. Están maravilloso ver como una luz se apaga. Son tan crueles todos.
Recuerdo cuando seguí las pocas horas de vida de Izuku Midoriya apodado Deku por ser un inútil en prácticamente cualquier cosa.
Era tan débil y frágil. Ninguna persona se atrevía a verlo. Cruzó un largo bosque y una carretera que casi le quita la vida pero aún tenía unas ocho horas más de vida. Le quedaba tiempo para seguir vivo.
Entonces aparecí yo para salvarlo. Un minuto bajaba y subía. Enserio que se estaba manteniendo con vida, luchaba por sobrevivir y en eso no era un inútil. Quería sobrevivir. ¿Como podía dejarlo hay?. Al tomarlo entre mis manos su contado solo quedo en pausa algo que nunca debería pasar, él me debió una vida por solo pausar su contador.
Sacrificó a Todoroki para salvar a los los pocos que quedaban. A todas esas personas que no conoce. Una vida por miles.

Tomura : Rodeen el pueblo y no dejen que salgan de la veterinaria, quiero que se hechen a perder todo. Quiero que el pueblo arda de nuevo y que sea todo. —aprieto el celular con fuerza—. Que ardan todos.

A la entrada del pueblo. La única entrada hacia este lugar esta ahora tapado por árboles recién talados.
Ninguno de ellos debe tener un final feliz para su vida porque bueno al final todos moriremos. Y ellos tienen dos horas para salir con vida o si no pues, saldrán muertos.
Dos helicópteros sueltan explosivos al azar.
Estiro los brazos y solo siento la brisa del fuego humeante sobre las construcciones. Los feroces estallidos. Las grandes destrucciones que se están haciendo ahora son magnificas.  
Tantas muertes deleitan mi paladar.


BAKUGO

Dejamos caer la última camilla sobre la que habíamos puesto antes.
Nos hacemos a un lado dejando paso a Kai y Kirishima quienes ponen un estante lleno de inyecciones y algunas especias, contra la puerta.

Uraraka : ¿Qué hay de Tokoyami y Kota? —voltea hacia ellos.

Tokoyami : ¡Podemos cuidarnos solos! —levanta la mano esperando a que alguien le choque los cinco— ¿Nadie?...

Kota : Nop. —le baja la mano.

Nos apartamos rápidamente de la puerta ya tapada con camillas y un estante. Debería ser suficiente para mantenernos encerrados hasta encontrar una mejor salida.
Kirishima levanta un dedo al aire. Quedamos en silencio.
El suelo retumba. Algunas jeringas rebotan. Las camillas se deslizan centímetros.
Explosiones. Tomura esta en el pueblo.

Y esa Banshee sigue sin callarse.

Kai : ¡Al suelo todos! —toma una mesa pequeña de hierro.

Una explosión hace volar las camillas y el estante. No logramos agacharnos, la explosión termina dándonos contra el piso.
Kai lanza la mesa entre el fuego dándole a uno de los cazadores. Sale el primer chorro de sangre contra el techo. Uraraka toma su arma que salió volando al igual que todo lo demás y dispara entre el humo.
Kirishima saca una escopeta del estante de arriba, le coloca dardos tranquilizantes que parece ser lo único que tiene como defensa.
Nos reincorporamos esperando a que aparezca un cazador armado.

Bakugo : ¡Tokoyami,llévame a la central de policía!

Tokoyami : ¡Sip! —saca sus alas y me toma por debajo de los brazos— Ay... Como que pesas mucho.

Uraraka : ¿Qué haces, Bakugo?

Bakugo : El pueblo son los que habitan en el, hay que sacar a los que podamos. —le quitó el arma—. No podemos dejar que mueran por nuestra culpa.

Kai : De hecho es la de Midoriya por nacer.

Uraraka : ¡Hey! —le da una cachetada—. No te atrevas a decir eso o juro que te mato.

El Shinigami me saca de la veterinaria. Sube rápido revoloteando hacia los lados por si alguien quiere dispararnos. Se queda inmóvil.
Casas en llamas. Las calles despedazadas. Árboles caídos.
Hay demasiadas camionetas, más que la otra vez.
Varias manadas de lobos se ven atravesar una zona oscura del bosque, lo más seguro es que este distante de este lugar. Se escuchan Quimeras pasando por un callejón que llega hasta siete cazadores armados.
Las explosiones de detienen. Solo escucho las alas de Tokoyami levantándose y bajándose contra el aire.

Bakugo : Es allí. —le señaló a donde iremos—. Trata de que no nos vean.

Tokoyami : Haré lo mejor. —me tapa con sus alas y se impulsa por una última vez hacia la central de policías.

Me sujeto con fuerza de su camisa.
Su plumaje me pica un poco el cuello.
Resuenan las balas. Vuelven las explosiones pero más intensas junto con choques eléctricos. Suena como si estuviera viva la electricidad pasando por los cables de luz chocando con cada poste haciéndolo estallar.
Unas chispas suenan magnéticas cercas de nosotros.
Chocamos contra el vidrio y rodamos hasta una mesa. Quita sus alas de mi cuerpo.

Bakugo : Llegamos. —tropiezo con una mesa. Subo la tapa de cristal templado que protege un botón que sirve como alarma. Lo presionó con fuerza con la palma de mi mano—. Lo logramos Tokoyami, ahora hay que regresar con los demás para salir rápido de aquí.

Tokoyami: Bakugo... —dice con algo tapandole la voz. Me giro y está recargado contra la pared escupiendo sangre—. Creo que nos vieron jeje... —escupe más sangre.

Bakugo : No... —cristalizo mi mirada. Me acerco rápido y por segunda vez chocó con la estúpida silla de madera—. Estarás bien, solo es una daga.

Tokoyami : Mira, —apunta al líquido verdoso que sale de ella—. Es el que nos había dicho Kirishima...

Bakugo : Eres un Shinigami no puedes morir por esta cosa. —trato de sacar la daga pero la tiene clavada en su estómago. Si la muevo puede que le daño algún órgano que aún sigue intacto—. Vas a vivir, ¿de acuerdo?

Su respiración está... No puede morir. Aún no debe morir. No puede morir por esto. Ya sobrevivió una vez puede que está también sobreviva porque se supone que es un dios de la muerte. Se supone que no puede morir por esta estupidez.

Bakugo : Por favor, esfuérzate más. —lo tomo entre mis brazos—. Solo un poco mas... —sueno más débil. Intento sonar fuerte para el pero no puedo.

Tokoyami : Si sobrevivo tal vez no esté aquí... —se saca con sus casi últimas fuerzas la daga—. Tiene un poco de veneno puede que Tomura muera, desea que logré morir por esto.

Bakugo : No puedo...

Tokoyami : Si está daga logra matarme podrá con él —deja que caiga al suelo el arme—. Bakugo no llores porque yo también llorare... —suelta varias lágrimas.

Tomo su mano.

Bakugo : Prométeme que podré verte otra vez y que podrás estar con nosotros, prometemelo Tokoyami

No responde. Aún respira.

Bakugo : Prometemelo —tomo más fuerte su mano que sigue sin soltarme.

Sigue sin responder. Y cierra los ojos.
Suelto su mano. Está muerto.

Cute Wolf - BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora