Cute Wolf - Bakudeku

33. LUNA AMARILLA

BAKUGO

Entre las hojas la luz del sol pasa. 

El viento danzaba por las cortinas de nuestra habitación. 

Estábamos a solas. Éramos nosotros dos. Solo nosotros dos en un lugar donde antes había Quimeras, Banshees, Wolf y más. Un lugar que se reconstruyó. Un lugar donde siempre hubo conflictos por los despiadados cazadores, conocí a uno que por su hija cambio, tuvo que cambiar por ella porque era lo mejor. Ahora todo era diferente, todo no es igual que antes. Los edificios. Las casas. Las tiendas. Los supermercados. Todo era diferente. Cada calle. Cada camino de tierra. Cada poste luz. Los cables eléctricos. Todo había cambiado para bien. Y ahora todos estábamos bien. 

Conocí amigos y no volvieron. No volví a verlos otra vez. Una Bashee. Un Quimera. Dos cazadores. Una humana como yo. Dos simpáticos Shinigami. Y también, un lindo lobo de pelaje verdoso al igual que sus hermosos ojos brillantes, llenos de alegría sin comprender lo que había más haya de esos árboles verdosos con vida antes de que todo se perdiera. Antes de que todo se perdiera estábamos solo hay, en un lugar normal con gente normal haciendo cosas que todos hacemos pero ya no es así. 

Hace poco cumplí veinticinco y la vida continua.

Volvimos porque es nuestro hogar. Donde crecimos. Donde ahora vivimos. Donde a partir de ahora viviremos en paz lejos de todo lo malo de este mundo distantes de los disturbios, en un pueblo tranquilo rodeado por un bosque con una sola entrada y una sola salida, y tres atajos.
Tenemos una familia. Ahora somos una familia. Una familia que ea igual a todas. No importa si son criaturas de la noche, semi-dioses, aterradores, con apariencia amigable. No hay diferencia.

Aquí estamos.
Aquí vivimos.
Aquí vivo, con él.
Aquí vivo, con mi Alfa.
Aquí vivo, con el amor de mi vida.
Aquí estoy a su lado.
Aquí, donde podremos estar tranquilos.

Bakugo : Buenos días Midoriya. —le paso un dedo por la nariz.

Midoriya: ¿Paso algo? —bosteza, después entre abre los ojos.

Bakugo : No, ya no pasa nada. —acerco mis labios a los de él hasta juntarlos. sujeto su mentón para mantenerlo cerca. Para que me sienta—. Te amo, mi lindo lobo.

Midoriya : También te amo, Bakugo. —agacha sus orejas con las puntas enrojecidas—. No sabes cuánto te amo, mi lindo humano.

Aquí en este pueblo llamado Usthing Abroth.

En nuestra propia casa.
En nuestra familia.
En nuestra manada.
En un lugar donde ahora hay paz y tranquilidad. 

Aquí. Un lindo lobo llamado Izuku Midoriya apodado Deku.

La vuelta de tuerca que mi vida necesitaba para saber que, sin él, nada podría ser magníficamente anormal.