21. NUEVO AMANECER

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BAKUGO

Los rayos del sol atraviesan entre las cortadas hojas de los árboles con poca separación entre ellas hasta la tierra endurecida, todo esto pasando desde mi punto de vista lejos del departamento del cuarto piso y penúltimo del edificio.
Una gran fila de pinos rodea el pueblo excepto la salida, una carretera que para salir en automóvil serían 2 horas y lograrás salir del pueblo, caminando se hacen 4 horas. Y para llegar al río son 20 minutos dependiendo a que velocidad vallas y si vas en algún vehículo.
Todo está tan silencioso, no hay ningún pájaro cantando ni animales andando por hay aunque a lo lejos puede parecer que un ciervo anda entre los arbustos.
Cada pisada se vuelve más pesada que la anterior, más desesperante.

La tierra se va levantando y los árboles se van limitando dejando que el césped se apodere más y más del limitado terreno frondoso.

Continuo corriendo. Mis lados se vuelven borroso y el frente se acerca más.

Me alejo más de mis alrededores subiendo por una montaña de tierra que se levanta más rápido.

Grito su nombre con todas mis fuerzas acompañado de Uraraka y Kyoka. 

Se da la vuelta desde la punta del abismo al río. Me doy un descanso para tomar aire.

Bakugo: Espera, por favor. No saltes

Carga un lobo adulto en sus brazos.

Midoriya: ¿Qué? ¿De qué hablas?

Ah, entonces no era él quien se iba lanzar. Maldición. Maldición. 

Deja el lobo libre y le ordena apartarse del río de inmediato, lo observa irse como si se asegurara de que siga con vida.

Kyoka: Pero... Vi a alguien lanzarse —se detiene a mi costado.

Midoriya: Solo vine a rescatarlo, es todo. ¿Por qué piensan que me tiraría? 

Bueno, no tengo razones para recordarle a Midoriya lo preocupado que nos dejo cuando se fue al bosque.Lo abrazo con todas mis fuerzas después del susto.

Midoriya: Creo que mejor ni pregunto, ¿verdad?

Bakugo: Sí, mejor no preguntes. —acaricio su espalda. Esta aquí conmigo. Maldición, en serio pensé que lo perdería—. Sé que quieres estar solo pero, ¿puedes regresar? No quiero pasar por estos sustos otra vez.

Midoriya: Si dejas de llenarme la camisa de mocos. —me aparta para robarme un beso—. Ademas, ya me siento un poco mejor. Solo tenia que hacer algo. 

Bakugo: ¿Sabias que eres un lobo lindo? 

Midoriya: Por supuesto que sí. —comienza a robarme demasiados besos hasta que logro robar uno—. Rubio tonto.


KYOKA

Mis premoniciones nunca fallan.

Regreso al pueblo acompañada de Uraraka, no queríamos quedarnos a ver a los novios darse besos. Que molesto es el amor.

Nos sentamos en la parada del autobús. 

Uraraka: Casi me da un infarto. —suelta un largo suspiro.

Kyoka: Bueno, aun no estoy tranquila. Sé alguien se tirara, pero no se en que momento. En que tiempo.

Uraraka: ¿Tiempo?

Kyoka: Sí, podría ser en tres o cinco años. No lo se. —agacho la cabeza—. Solo sé que sucederá, algún día. 

Por en mientras, mis premoniciones tal vez continúen pero espero que sean de un futuro no próximo. Quiero que Kota sea feliz con su hermano y ambos regresen a su hogar. Quiero que mi deber de predecir las muertes, no incluya a mis amigos. No podría soportarlo.

Espero, el futuro sea gentil con nosotros.

Cute Wolf - BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora