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Natalie



Se me había pasado el fin de semana volando, y ya era lunes de nuevo. El primer lunes del curso.

Como cada mañana en esta nueva rutina, me encaminaba hacia la parada de metro, esta vez escuchando una playlist de Spotify, la de mi padre. Aquella noche con Marcus, fue la primera vez que volvía a escuchar sus canciones favoritas, después de cinco años sin hacerlo. Y sabía que no iba a ser la última.


Paso al metro y quince minutos después estoy en la universidad. Janne me saluda agitando la mano y me acerco a ella con una sonrisa.

- ¡Nat! 

- Hola. Digo acercándome a su posición

- ¿Qué tal compañera de beer pong preferida? Dijo divertida

Yo reí

- Hola chicas. Dijo Morgan entonces llegando por detrás mía

- Hey Morgan, ¿Viste nuestro torneo de beer pong el sábado? Preguntó Janne

- Sí, y también vi como os emborrachabais. Dijo ella

- Oye, había que pasarlo bien. Respondió Janne intentando defenderse, entre risas.

- Hola chicas. Dijo Dave entonces, al cual le acompañaba Scott, y nos pusimos marcha a las clases, aunque cada uno se desvió para un aula diferente.


Antes de separarnos Janne y yo, le pedí que se esperara un segundo.

- ¿Dónde está Marcus? No pude evitar preguntar

- Hoy no vendrá, trabaja todo el día. Sus jefes son unos hijos de puta y le han aumentado las horas y bajado el salario

- Oh...

- Bueno, nos vemos en clase de literatura, ¿No?

Yo asentí con una sonrisa y me desvié hacia mi clase.



Aquel tema me rondó la cabeza durante todo el día. ¿Debería conseguir un trabajo? Sabía que no me serviría de nada, tenía todo el dinero que me gustaría, y quizás le robaba la plaza de trabajo a alguien que lo necesitara mas que yo. Pero no podía quedarme sin hacer nada. ¿De dónde sacaría el dinero si no es de mi madre?


Cuando salimos Janne y yo de nuestra clase, pasamos por la cafetería para tomar un café, y ya en la barra, ella se ausentó un segundo para ir al baño.

- Hola. Dijo una voz grave detrás mía

Me giré para ver de quién se trataba, y me encontré un chico alto, moreno de ojos verdes, con una gran sonrisa.

- Hola. Respondí nerviosa

- ¿Natalie Wright? ¿Verdad?


Joder, ¿Cómo sabía mi nombre? No le conocía de nada

¿Sería por mi madre? ¿Alguien me había reconocido?


- Vamos juntos a clase. Te sientas al final. Dijo con una sonrisa

- Oh... Lo siento no... Intenté disculparme por no saber su nombre. No tenía ni idea de quién era. No sabía ni siquiera quién se sentaba a mi lado en clase.

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