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Janne


Los primeros meses fueron los más complicados, después de la muerte de Natalie. Todos lo pasamos mal, aunque por diferencia, Marcus estaba destrozado.

Ni siquiera pudo volver a casa, y estuvo más de un mes durmiendo en casa de Dave y Morgan. Pensamos que quizás le ayudaría, pero creo que hicimos lo contrario.

Dejó de comer, dejó de ir a clase, dejó de dormir. 

Cuando murió Natalie, algo murió dentro de él.

Ya no era el mismo, de hecho, volvió a beber. Se pasaba bebiendo todas las tardes, y en más de una ocasión tuvimos que enfadarnos con él, por que volvía siempre borracho, no tenía cuidado con nada, había empezado a tener problemas de ira, y era incontrolable.

Aquello nos afectaba a todos, así que decidimos contactar con algún profesional. Así es como conoció a Harper. Su psicóloga. Al principio él no quiso hablar con nadie. Estaba tan absorto en su propia cabeza que dejó de escuchar a los demás.

No paraba de repetir que se quería morir, que su vida no tenía sentido y que no era feliz. Aunque supongo que fue por culpa del alcohol, no le dejamos solo ni un solo día, por si acaso se le ocurría hacer alguna tontería.

Ya habían pasado más de dos meses desde su muerte, y aún así, seguía sin mejorar. De hecho, le damos por perdido. Pero Harper no lo hizo, y se quedó con él hasta el último momento con él. No perdió la esperanza en que mejorara. Y supongo que gracias a ella, lo hizo.

Fue mejorando a medida que iban pasando los meses, dejó de tomar alcohol de nuevo, y empezó a volver a ser él mismo.

No quitó las fotos de Natalie de la pared, decía que seguía siendo su mejor amiga, y su prometida, aunque ya no estuviera con él. Además, no paraba de decirme que si foto favorita era en la que salía junto a Zeus. Jamás perdió esa foto.

Ni siquiera cuando se mudó. Guardó esa foto como un tesoro, como su tesoro más valioso.


Poco a poco fue aceptando el pasado, y después de un año, parecía el mismo Marcus de siempre. Solía tener sus recaídas, pero era fuerte, y volvía a recuperarse.

Tardó bastante en volver a salir de fiesta, incluso con chicas. Hasta tres años después no nos dijo que había empezado a salir con una chica. 

La afortunada fue Harper, su psicóloga. Habían hecho tan buena conexión, que terminaron saliendo. Y se mudaron juntos a una casa bastante grande en Carolina del Sur, de donde era Harper.


Poco a poco logró superar su muerte, pero creo que eso mismo, nos desgastó a nosotros.

Scott fue el primero en desaparecer, se mudó a Miami con su hermano. Nos veíamos de vez en cuando, pero nunca muy a menudo.

Después fueron Dave y Morgan, que lograron tener un bebé. Fue un niño precioso, al que llamaron Axel. Y yo, por fin, pude ser su tía preferida. 

Ellos apoyaron mucho a Marcus, pero también terminó desgastando su amistad. Se volvieron a mudar, después de graduarse. Esta vez, compraron una casa preciosa en la costa de Carolina. Marcus y yo fuimos un par de veces a visitarles y así de paso, poder ver a nuestro sobrino preferido.

Ahora, eran padres de dos niños preciosos, Axel y Liam, y vivían en su casa de Carolina. Ambos se graduaron, aunque la única que trabajaba era Morgan. Encontró trabajo en un veterinario cercano, y sacaba algunos ahorros vendiendo sus cuadros.

Yo fui la última que se quedó junto a Marcus, incluso aún le seguía viendo. 

Yo terminé la carrera y pude mudarme a Nueva York, junto a mi novia, Cassie. Ella fue la que más me ayudó a superar la muerte de Natalie. Jamás pude imaginarme que todo acabaría tan de repente. Y tardé varios meses en poder volver a estar bien. Aunque ella siempre me ayudó.

Trabajaba en una galería de arte y en una librería. Ya que quería conseguir algo de dinero para poder comprarme mi propia casa.

Cassie vivía aún en Carolina, ya que seguía estudiando su carera, pero teníamos una relación a distancia muy sana.


Todos nos fuimos separando poco a poco, y cada uno fue creando su propio camino. Quizás es lo que siempre hubiera querido ella, que cada uno fuera feliz haciendo lo que más le gustaba.

Así que supongo que sí, la muerte de Natalie nos afectó a todos, e igual que nos unió su llegada, nos separó su marcha.

Fue la amiga más real y más valiente que tuve nunca, y estaba segura que jamás encontraría a alguien como ella.


Por eso, cuando falleció, quisimos dejar su legado. Marcus pensó en mandar sus diseños a algún diseñador importante, que, a cambio de sus diseños, creara una colección para Natalie, e hiciera todos sus vestidos realidad.

Y así lo hizo.

La colección se llamaba Natalie, y tenía un total de 39 vestidos diseñados por ella, perfectamente confeccionados.

Estábamos seguros que lo que más quería algún día, sería ver hechos realidad aquellos dibujos. Ya que nunca pudo apuntarse a aquella escuela de diseño.

Por su parte, su hermana, le dedicó una canción no mucho después. Y aquella canción dio la vuelta al mundo. Así que ahora Natalie estaba por todas partes. No dejamos que muriera aquel día, por que a día de hoy, seguía con nosotros, en cada parte del mundo, estaba ella.

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