VEGA

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Natalie

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Me había despertado a eso de las ocho de la mañana, y me estaba duchando para prepararme para la reunión de por la mañana. 

Me vestí con una blusa simple y una falda de tubo, y recogí mi pelo en una coleta alta.

Mientras me maquillaba decidí poner algo de música. Le di al botón de reproducir sin mirar, y comenzó a sonar la playlist de mi padre, esa de los años ochenta. Y no pude evitar recordar aquella noche con Marcus en el coche. 

Me hice un maquillaje bastante simple, simplemente quise ocultar con corrector y máscara de pestañas que había pasado toda la noche llorando.

Bajé a la cocina donde uno de los chef privados de mi madre, preparaba el desayuno. Esta vez era Carl, un hombre de unos cincuenta años con pelo canoso y muchas arrugas alrededor de los ojos.

Preparaba unas tostadas con aguacate y especias. Becca estaba desayunando en la isla de cocina. Me miró pero no me dirigió la palabra. Quizás era mejor así.

No podía contarle por qué lo hacía, porque sabía que se enfadaría aún más y se revelaría contra mi madre. Así que era mejor si se lo ocultaba.

No desayuné mucho, apenas tenía hambre. 

Durante toda la mañana me dediqué a activar el "piloto automático". Dejé que los acontecimientos sucedieran y me dejé llevar sin prestar mucha atención a lo que ocurría. La reunión fue lenta, estuvieron más de dos horas hablando en una sala sin ventanas y una mesa gigante, con muchos empresarios hablando de cosas de trabajos. Ni siquiera me enteré de que era la reunión.

Por eso, cuando mi madre me intentó incluir en la conversación, estuve bastante perdida.

- Natalie, ¿Estás a favor o en contra? Me dijo

- A favor, obviamente. Dije despertando de mis pensamientos

Intenté sonar convencible, pero la cara de mi madre decía otra cosa. Me observaba con esa cara de póker que ponía siempre, y me juzgaba con la mirada.

- Pues ya está decidido. Dijo entonces un hombre con pelo blanco ordenando unos papeles que tenía sobre la mesa y dándole un par de golpes sobre esta para alinearlos.

Todos entonces comenzaron a salir de la sala y nos quedamos mi madre y yo a solas.

- ¿Qué te ha parecido la reunión?

- Bien... Larga.

- Así serán a partir de ahora. Quiero que empieces a trabajar a partir de verano en la empresa. Dejaré que te adaptes a esta nueva vida y en Julio empezarás.

- Genial. Dije con mi mejor sonrisa

- ¿Quieres un café?

Asentí

Ella se marchó y yo me quedé allí, simplemente mirando el blanco puro de la mesa. Mi móvil se encendió por una notificación en alguna aplicación y vi mi fondo de pantalla. La foto que me había hecho aquel día con Janne y Morgan justo después de comprarnos los vestidos para el evento benéfico. No pude evitar sonreír cuando la vi. La primera vez que lo hacía aquella mañana.

Cuando me vi ahí, sola en aquella sala de reuniones, y pude ver la foto de mi teléfono, me di cuenta dónde era realmente feliz. Dónde quería estar, y ese sitio no era la oficina de la empresa de mi madre. Ese sitio era junto a ellas, junto a Dave, junto a Scott... y junto a Marcus.