Capitulo 21

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Siempre buscamos un amor perfecto, un amor lleno de expectativas uno que nos haga sentir en un cuento de hadas, el amor sano, el de principies y chico bueno y es él que la mayoría escoge, pero no olvidemos que existe otro lado del amor, el amor que consume, el que te hace sobrepasar tus límites. Cuando lo pruebas lo veneras, te obsesionas, el razonamiento no tiene lugar, no piensas, solo sientes causando que al amar con toda tu alma puede quemarte pero no hay belleza más sincera que las cenizas de un corazón que se consumió por lo que amaba.


Seguía viendo el celular, habían tocado a la puerta y se veía que alguien estaba ahí pero no cualquiera – Malcolm – lo que había pasado en el ascensor fue algo que no pudimos controlar y el que este afuera demuestra que seguimos pensando con todo menos con razonamiento.

Me levanto de la cama y me posiciono al frente de la puerta - ¿Abro o no? – es lo que pienso con la manecilla en la mano

-Sé que estás ahí – dice Malcolm al otro lado – Abre

-No es lo correcto – respondí

-Me importa una mierda lo correcto – es lo que responde – Abre la maldita puerta y deja el papel de mojigata que no te queda

Abro la puerta de golpe, tiene una mano alzada en el marco con la mirada agachada que alza de golpe sonriendo. Doy un paso adelante pero él se viene encima tomándome del cuello y posando su boca en la mía, tira la puerta con su mano desocupada cerrándola de golpe.

Vuelvo y repito, Malcolm no da besos suaves, son cargados de ansias y deseo, de una necesidad que tuviéramos cargando por mucho tiempo. Me coloco de puntas pero ni de esa forma alcanzo la altura que quiero. La mano desocupada baja a mi culo apretándolo mientras camino de espaldas llegando a la cama.

Me acuesto dejando a Malcolm encima de mi apoyado en sus manos al lado de mi cabeza contemplándome con la respiración agitada. Mi cabello esta despeinado, sus labios entreabiertos e hinchados y sus ojos destellan deseos.

Tomo su cara atrayéndolo a mi apoderándome de su boca, su lengua busca la mía mientras que sus manos me tocan haciendo que mi vestido sea un puto estorbo, Malcolm desciende a mi cuello, besa, muerde y chupa –mañana tendremos marcas – pasa ese pensamiento por mi cabeza pero no me importa. Toca todo mi cuerpo encima del vestido subiendo lentamente hasta llegar a uno de mis pechos apretándolo y en un momento rápido toma la única manga de este y la rompe bajando el escote creando una vista completa de mis pechos descubiertos, sin perder tiempo aun manteniendo su boca en la mía lo toma apretándolo y con su pulgar e índice lo pellizca haciendo soltar un gemido sobre su boca.

Y eso fue el botón de encendido para ambos, lo rodeo con mis piernas y me levanto haciéndolo voltear quedando encima de él, tomo su boca y voy bajando el cierre de mi vestido mientras él ayuda a subirlo para quitarlo al punto que en segundos quedo en horcajadas sobre él con solo bragas expuesta.

Lanzo el vestido a un costado de la cama y empiezo a desabrocharle la camisa con desesperación. No me interesaba nada tan solo el que mi cuerpo exigía el suyo. Me comía la boca con ansías mientras que pasaba sus pulgares por mis pezones erectos creando emociones placenteras.

Boto su camisa para algún lado de la habitación y Malcolm me voltea dejándome debajo de él rodeándolo con mis piernas en su cadera, chupa mi seno mientras que con la mano le da atención al otro. Baja por mi abdomen dejando un camino húmedo de besos.

-Negras- dice con la cara entre mis piernas alzando la mirada buscando la mía.

La sonrisa no me dura mucho cuando siento sus dedos tocándome, en ese punto que exclama atención y la humedad que cargo es la puta maravilla. Los mueve de arriba abajo y en círculos mientras que otros de sus dedos van entrando con suavidad volviéndome loca

Amor En CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora