Paz, lo que todo el ser humano desea. Paz en su casa, paz en su trabajo, paz en sus relaciones, toda la paz posible que se pueda obtener.
Si me estuvieran leyendo la mente dirían, pero - ¿Por qué hablas sobre paz Aurora? – Bueno, es porque es todo lo que no tengo en estos momentos, consecuencias MALCOLM
Malcolm va conduciendo camino a mi casa, ¿pueden creerlo?
Nosotros sin pelear estando juntos en un lugar, eso sería un milagro, pero ese milagro todavía no será posible, ya que no demoramos alguno de los dos en decir algo y que el otro no este de acuerdo y esa probablemente sea yo.
-Esta no es la ruta para mi casa – digo seca y mirándolo sin ganas
-Es un atajo – dice con la vista al frente – Hay demasiado trafico por la ruta habitual, en esta ciudad debes de aprender a movilizarte y no quedarte con una sola ruta – me mira por unos segundos y su actitud de sabelotodo me consume la batería social
Enciendo la música y dejo que el camino a casa se convierta en eso, olvidando quien esta a mi lado conduciendo, inclino el asiento para atrás colocándome cómoda y simplemente desconectándome del ambiente.
-Que mala copiloto eres – como siempre sacándome la poca paz que construyo
Volteo a verlo sin moverme de mi lugar -Te gusta el silencio ¿no? – digo observándolo - ¿Desde cuando quieres hablar?
No responde, solo sigue mirando al frente y sin más así continua todo el camino a casa, sin ninguna palabra, solo ciertos cruces de mirada pero que no duraban mas de dos segundos. No estaba de humor para tratar con él, por lo tanto, evitarlo era el mejor plan por ahora.
Al llegar al estacionamiento intento recoger mis cosas, pero Malcolm se apresura y se engancha mi cartera como si fuera suya, baja y sin preámbulos me abre la puerta, mi boca forma una O sin entender desde cuando este hombre era tan caballeroso o bueno desde cuando lo era conmigo.
-Creo que estoy en una gran pesadilla – susurro más para mí, pero sé que él logra escucharme porque tuerce sus ojos. Camino delante de él mientras llegamos al ascensor
Al entrar deseo en el fondo que alguien más entrara y no tener que quedar con él a solas, pero eso es imposible así que para no ir callados y generar tensión decido hablar - ¿Era solo traerme a casa no crees? Volteo a verlo subiendo un poco mi cabeza
-Estamos en el estacionamiento no en la entrada de tu apartamento – me dice sin mirarme
-Ok, cuando lo estemos te iras ¿verdad? – digo y veo su mandíbula tensada
- ¿Por qué te molesta tanto mi presencia? – dice de inmediato
-No te quiero aquí – le digo sin mirarlo
No dice nada, llegamos a mi piso y alargo mi mano para que me de mi cartera, pero está queda extendida – Malcolm, dame mis cosas – le digo, pero este solo me ignora – Ash, has lo que quieras – solo digo y me recuesto a la pared
Malcolm procede abrir mi puerta y apoyarse en el borde mirándome fijamente
-Tu cara me dan ganas de vomitar – le digo torciendo mis ojos y resoplando mientras entro a mi casa, no cierro la puerta tampoco soy mal educada pero no lo invito a pasar tampoco
- ¿No me invitaras a pasar? – dice en el medio de mi puerta con mi cartera en el hombro y sus manos en los bolsillos
Saco una jarra de agua y me sirvo mirándolo de reojos – Últimamente haces lo que te da la gana ¿no? – alzo mis hombros fingiendo una sonrisa cuando lo veo – No tiene caso decirte que no si aun entraras importándote un culo ¿me equivoco?
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Amor En Cenizas
Romance"No juegues con el diablo porque te enamoras del infierno" ¿Quién no conoce a Aurora Vainer? Una adolescente que está acostumbrada a mantener una vida sana y llena de paz pero ¿Qué pasará cuando llegue a New York? Está historia estará llena de sorp...