Capítulo 43

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Queridos lectores

Este capítulo contiene contenido delicado que puede ser sensible para algunas personas. Recomendamos discreción y sugerimos que quienes se sientan incómodos con temas de tensión emocional, traición y conflicto intenso procedan con cautela.

Gracias por su comprensión y cuidado.


El precio de una Traición


Estoy en el asiento trasero del auto, el paisaje urbano pasando rápidamente mientras Caleb me lleva a la casa de Malcolm. De vez en cuando me regalas miradas, aun no sorprende por donde debió haber salido el señor Jackson para que Caleb no lo viera.

La tensión en mis hombros no disminuye, a pesar de que trato de concentrarme en que todo estará bien, en pensar en mi examen de mañana o en que me voy a relajar pasando la noche con mi hombre. Aún mis pensamientos son más fuertes y me consumen.

Caleb conduce en silencio, respetando mi silencio, aunque yo lo llamaría necesidad de tranquilidad. Noto sus miradas de preocupación a través del espejo retrovisor aún. Me angustia si no soy capaz de manejar esto.

Intento controlar mi respiración, inhalando profundamente y exhalando lentamente, pero el peso de los documentos que dejé en mi cajón sigue oprimiendo mi pecho. La imagen del señor Jackson, son su mirada desesperada y sus súplicas, se reproducen una y otra vez en mi mente.

Finalmente, llegamos a la casa de Malcolm. La calidez de las luces que se filtra por la pared de vidrio dando vista a la ciudad me brinda un breve respiro. La familiaridad que ya siento en este lugar, se siente un pedacito de paz dentro de mí. Malcolm está esperando sentado en el sofá, su sonrisa acogedora iluminando la noche para mí. Corro a su regazo y dejo que sus brazos me acurruquen.

-Dolcezza mia – me dice, envolviéndome en un abrazo que debería reconfortarme, pero solo me hace sentir más culpable – ¿Todo bien?

-Si, todo bien – respondo, intentando sonar convincente. La calidez de su abrazo es un refugio temporal de la tormenta que ruge dentro de mí.

Nos acomodamos en su sala de estudio. Él ha preparado todo o bueno ha pedido que prepararan todo para que podamos estudiar juntos, con su propuesta de ser mi profesor, el ritual me da una sensación de normalidad que tanto necesito.

- ¿Lista para la última noche de estudio? – pregunta, con una sonrisa que Dios, como estoy amando su sonrisa hoy.

-Si, lista – respondo, aunque mi mente está lejos de estarlo.

Nos sentamos juntos, repasando apuntes y haciendo ejercicios prácticos. Intento concentrarme, pero las palabras de Jackson y el peso de los documentos no me dejan en paz. Cada vez que Malcolm se acerca para ayudarme con un problema, siento una punzada de culpa por no compartir con él lo que está pasando.

-Aurora, ¿estás segura de que todo está bien? – me pregunta en un momento, notando mi distracción.

-Sí, solo un poco nerviosa por el examen de mañana. Es la materia que un poco se me dificulta por tantos procedimientos – miento, esforzándome por mantener mi voz firme.

-No te preocupes, vas hacerlo genial – me dice, dándome un beso en la frente – Además ahora tienes algo que antes no tenías.

Juego un momento con él para apagar sus dudas - ¿Ah sí? ¿Qué es eso? – le doy una sonrisa que me queda un poco a media

-A mí, un excelente maestro – ahora besa mi cuello, provocando ese escalofrío familiar que solo él causa.

La estamos cagando

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