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Flashback:

(O sea, continuación del capítulo 21)


Su respiración se acelera, su cuerpo se revuelve entre las sábanas, su frente está llena de sudor, aprieta las sábanas en un puño y abre sus ojos y se sienta en la cama de manera violenta, gritando.


- ¡Zayn! - desgarra cada parte de su garganta, sintiendo como quema después y la terrible picazón.


Su respiración errática hace que su pecho suba y baje de manera abrupta.


La ansiedad recorre su cuerpo en demasía, haciéndola temblar, queriendo llorar y esconderse dentro de lo más recóndito de su habitación.


Niall entra, abriendo la puerta de golpe.


- ¿Qué pasó? - pregunta, espantado.


- ¿Dónde está Zayn? - inquiere, poniéndose de pie, saliendo de la habitación.


El rubio la sigue de cerca.


- ¿Adónde vas, Avery? - pregunta.


- Necesito asegurarme de que Zayn está bien - su voz tiembla y sus lágrimas caen y caen, una tras otra, dejando sus rastros por todo lo largo de sus mejillas.


- Zayn está bien, Avery, no va a pasarle nada, él sabe lo que hace - intenta tranquilizarla y, al parecer, funciona, pues cierra la puerta.


*


Sus ojos estaban clavados en aquel ventanal, fijos en un punto inexistente en todos aquellos edificios; sus labios, secos por falta de agua; sus dedos, jugando uno con otro, demostrando su nerviosismo.


En ese momento se abrió la puerta, era él.


- ¡Zayn! - prácticamente salta sobre él, abrazándolo como si no lo hubiera visto en años.


Había pasado un mes desde la última vez que se vieron, ella sólo quería asegurarse de que Zayn no la dejaría, porque él era el único que la amaba como era, era su otra mitad.


- ¿Qué sucede? - pregunta, besando su cabello, mirando sus ojos azules.


- No vuelvas a irte, Zayn - solloza, aferrada a su anatomía.


- Prometo volver, Avery, prometo volver siempre - besa su frente.


Ella asiente, derramando más lágrimas.


- Deja de llorar, por favor, me siento fatal al verte así - seca sus lágrimas con sus pulgares.


Ella intenta sonreírle, mientras observaba su rostro. Tenía una magulladura en su labio y un moretón en su pómulo derecho.


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