060 Segunda parte

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Prometo que si los guiones salen cortos voy a asesinar a alguien porque estoy cansada de verlos pequeños cuando siempre los pongo grandes... me frustra.

Disculpen, sigan leyendo.

Avery's POV:

Zayn se encarga de cerrar las puertas y ventanas de la planta baja y yo apago cada luz encendida: la del living y la cocina. Y cuando nuestras tareas están hechas, decidimos subir a nuestra habitación pasa así de una vez descansar.

La espalda baja me dolía como el infierno y los pies hinchados estaban matándome. Agradecía tanto por estar ya en los últimos días, porque deseaba poder lanzarme a la cama y poder dormir en una posición cómoda. No me quejaba en realidad, porque disfrutaba demasiado mi estado, amaba la maternidad, pero estaba agotada, llevar a un ángel dentro de mí tenía sus complejidades.

También debo admitir que me aterraba el hecho de pensar en el parto, había estado leyendo sobre ello, algunas experiencias y Trisha me había comentado que cuando nacieron sus hijos, el dolor nunca cambió. Sabía que lo hacía con la mejor intención, pero justo ahora deseaba que todas esas historias sobre la cigüeña fueran reales, que ellas dejaran a nuestros hijos justo en la puerta de nuestras casas.

Aunque agregó que el dolor había valido la pena, pues tenía el mejor regalo que la vida le había podido dar nunca. Y lucía realmente orgullosa de cada uno de sus hijos.

Cuando estamos en nuestra habitación, voy a la cama de inmediato. Son más de las once de la noche, así que lo que más deseo es dormir. Busco una posición cómoda, cubriendo mis piernas con las frazadas. Consigo estar cómoda después de intentar en varias posiciones.

— Amor, ¿crees que pueda hablarle un poco antes de dormir?

Su petición me hace poner los ojos en blanco exageradamente y casi bufar, ¡acababa de encontrar mi posición para dormir y él quería hablarle!

Pero me limito simplemente a asentir y a girar sobre la cama, dejando que mi espalda cargue con toda la opresión. Pero, trato de ser consciente de que para él también ha sido difícil lidiar con todo esto, en especial cuando mis antojos eran a las tres de la mañana.

¡Este bebé debe salir pronto!

— Claro — asiento, poniendo mi mejor cara.

Se acomoda a la altura de mi vientre, mi enorme e hinchado vientre, su cabeza está en la parte alta de mis piernas, su mano derecha abraza mi barriga y comienza a acariciarla, como si fuera una especie de Buda o algo así. Me sentía de esa manera cuando se ponía de así.

Y ahí estaba esa fea sensación de nuevo, era como si tiraran de fuerza alguno de mis intestinos o tal vez era otra patada de nuestro bebé. Llevaba sintiéndolo todo el día. Y me asustaba, porque si ese dolor eran contracciones, entonces, probablemente el bebé nacería en las próximas horas. Y no estaba preparada para sentir tanto dolor.

Zayn está hablando con mi barriga en susurros, no logro escuchar nada, sólo cuando pronuncia palabras con s, z o ch.

Trato de relajarme y conciliar el sueño porque no sé cuánto tiempo se va a quedar Zayn ahí abajo. Puede pasar quince minutos, a veces se inspira platicándole y cantándole y dura alrededor de una hora y media.

Entonces esa nube brumosa viene suavemente sobre mí, tomándome entre sus largos y ásperos dedos, arrullándome entre sus brazos.

De pronto siento otro movimiento como el de hace unos momentos, pero con mucha más intensidad, por lo que me quejo.

— ¿Estás bien?

Zayn levanta su cabeza, inquisitivo. Los últimos días hemos estado un poco alterados con todo esto, porque prácticamente el bebé puede llegar en cualquier momento, sólo es cuestión de que él quiera hacerlo.

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