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Antes de que sigan leyendo, creo que Zayn narrará más a menudo, creo que me gusta que lo haga. Ahora sí, disfruten del capítulo.

Zayn's POV:

Tenía una semana con Avery en mi apartamento y ella no paraba de parlotear ni un sólo segundo; ya estaba mucho mejor y todos aquellos hematomas que tenía no eran más que unas manchas verduscas sobre su blanca piel. Y, ¿les confieso algo? Está loca totalmente, ¿por qué lo digo? ¡Oh! ¡Ya lo sabrán! ¿Recuerdan aquella vez que íbamos en el auto e iba pasando una canción en la radio de una chica psicópata? Pues resulta que la zafada de mi novia la ama y no para de poner sus canciones ni un segundo del día. Justo ahora estaba traumada - literalmente - con stay stay stay. La canción más ridícula que jamás había escuchado en mi vida. Además la chica que la cantaba parecía estar desesperada cuando escribió la canción. Y Avery no paraba de repetirla una y otra vez. Podía decir que esta era la vigésima vez que la escuchaba en menos de dos horas. Quería llorar de frustración. Y si a eso le suman que ella no para de cantarla a todo pulmón como si de su himno se tratase. Estaba volviéndome loco.

Me puse de pie revolviendo mi, aún, corto y verde cabello, exasperado. Camino hasta la puerta de su habitación cuando la canción va en el primer coro y me preparo mentalmente para entrar en la habitación de mi obsesionada novia.

− Avery, ¿puedes bajar un poco el volumen de la música? - pido con la poca paciencia que aún me queda.

− Pero, Zainie, esa canción me gusta - se opone, haciendo un puchero.

Cerré mis ojos intentando contener mis ganas de lanzar el reproductor por la ventana.

− Cariño, sólo quiero terminar mi trabajo en paz, sólo baja el volumen un poco, ¿sí? - insisto, rascando mi nuca. Intentando no perder el temperamento.

Ella suspira.

− Está bien - acepta, resignada.

− Gracias - le regalo una sonrisa sin despegar mis labios.

Ella no corresponde, sin embargo, baja el volumen del mentado reproductor.

Cierro la puerta y vuelvo al sofá, tomando de nuevo mi laptop, sintiendo paz por primera vez en el día.

Pero justo cuando comenzaba a relajarme, la poca paz que tenía se vio abruptamente alterada por un: ah ah ah ah! 'cause, baby, I could build a castle, out of all the bricks they threw at me, and every day is like a battle, but every night with us is like a dream.

Me puse de pie, exasperado y fui hasta la habitación de Avery. Abrí la puerta con fuerza, con los nervios alterados, teniendo como primera imagen a mi novia cantando frente al espejo, con un cepillo de cabello entre sus manos simulando un micrófono, siguiendo la letra de la canción; ella, al verme, se giró y caminó hacia mí, cantando como si su vida dependiese de ello.

− Canta conmigo, Zayn - pide, poniendo frente a mí el cepillo.

Sonrío simplemente porque era imposible enojarme con ella. Además - llámenme marica, si quieren - esa canción me la sabía porque era muy pegadiza.

− Admite que te gusta, Zayn - Avery ríe mientras cantamos el coro.

Niego rotundamente con mi cabeza y sigo cantando.

Tal vez me gustaba un poco... sólo un poco. Pero Avery no tenía por qué saberlo. Ni nadie más, claro está.

La canción cambia a una que era obvio que había escuchado, más desconocía el nombre.

Avery da saltitos y aplaude y empieza a cantar.

"Put your lips close to mine, as long as they don't touch. Out of focus, eye to eye, the gravity's too much..."

DangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora