Capítulo Especial: Harry's love affair

85 14 27
                                    


Nota: Lean con la canción que les dejé en multimedia, en volumen bajo. Si termina, repítanla. Si no se puede ver aquí en multimedia, la canción se llama St. Exquisite's Confessions de Of Montreal. 



No one's punt of view:

"Si pudiera volver a empezar de nuevo, no morder el cebo, pagarle al corazón lo que le debo, mirarla a los ojos decirle que la quiero, que no tengo otra ley que su voz y este lapicero.

Y que le jodan al mundo y su comparsa, todo es una farsa, un baile de sombras y disfraces; yo me quedo en casa viendo jugar al Barça, esperando que razón y corazón hagan las pases. Mira, yo represento a los hombres que luchan duro; a los hijos sin nombre del presente sin futuro."

Yo soy de escribir poco pero puro; de esos locos que creen que las palabras son más fuertes que los muros.

Y esto no, no es cantar, es reír por no llorar; aprender a navegar sin haber visto nunca el mar.

Es la misma sangre, la misma melancolía, hambre que no sacia el pan nuestro de cada día, y si la vida es una herida, la dejo que duela, el tiempo vuela y va firmando nuestra esquela, y yo tan solo quiero no aprender todo a las malas,
pero el cielo queda lejos para los ángeles sin alas, si la música bastara para ser libre, te juro que mis versos ya no serían en vano pero, no siempre consigo lo que quiero, quién iba a decir que enero caía en verano."

Su letra era prolija e inclinada, incluso unía ciertas letras por la rapidez con la que llevaba su lapicero que parecía tener vida propia, yendo de izquierda a derecha más rápido de lo que cualquier alumno en clase de dictado habría podido lograr nunca. La manera en la que el grafito se agotaba cada dos minutos y su ceño fruncido eran la clara muestra de toda su concentración.

El papel se había convertido en su mejor amigo, le conseguía cierta satisfacción, como la cocaína al adicto; liberaba tanta dopamina y le hacía sentirse menos encerrado dentro de su propio mundo, donde sólo él había construido sus altos muros.

"Si pudiera volver a empezar de nuevo, sin morder el cebo sacaría mi corazón del fuego, y sin pasión le diría que no la odio, es obvio pero nunca debimos de ser novios. Qué agobio cuando dos personas sin química, están durmiendo juntos, la vida se vuelve cínica, la convivencia es una sentencia, el amor se va por donde pierde la paciencia.

Tanto plato roto, tanto corazón roto, tantas fotos, ahora ya no hay un nosotros, no hay lugar común, no hay un falso te quiero por no lastimar por la falsedad de ser sincero, no hay dinero para comprar el tiempo muerto cuando cada mes es enero y el futuro incierto. No hay tintero que dure lo suficiente si la crónica va a terminar con lágrimas calientes.


Cuántos recuerdos que olvidar tenemos a medias, cuánta miseria, esto no sale en Wikipedia.

Si por cada día feliz se hizo un castigo, para qué quería tenerte sin saber qué hacer contigo. Qué pesadilla, supongo que la rutina, que asesina al sentido común, pone de rodillas, te tapa los ojos dicen que el amor es ciego, y no es verdad el amor es un lobo entre corderos."

La puerta se abrió abruptamente, rompiendo con la burbuja que se había creado a su alrededor. Ese sabor agridulce de su constante agonía se vio interrumpido al verla a ella, a la causante de sus desgracias últimamente. Ella había querido hacerlo feliz, pero qué más daba su entrega ciega si él amaba a otra persona.

DangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora