002

437 27 4
                                    


Despierto gracias al agonizante dolor que siento en mis costillas. Mi respiración es cada vez más lenta, mis ojos se inundan de lágrimas. Escucho mucho ruido en las máquinas y me cuesta mucho coger aire, mis ojos de inundan de lágrimas al sentir tanta desesperación, intento sentarme para tomar aire, pero el dolor agonizante aparece apoderándose de todo mi cuerpo y me encuentro tan débil, quiero gritar, pero la voz apenas me sale, siento que me falta el aire, doy manotazos en desesperación. Ansiedad, la siento por todo mi cuerpo. Abro mi boca, intentado tomar aire de alguna manera.
En ese momento llegan las enfermeras, me ponen el medicamento y agradezco que haga efecto instantáneo y a la vez me ponen una mascara de oxígeno y me siento tan mareada, cierro mis ojos, tan cansada, temblando aún. Me revisan, me pasan una lamparita por los ojos, la intensa luz azul brillante me lastima.
Le traje el desayuno- dice una, con una charola con fruta y un poco de yoghurt.
Yo lo tomo, no sabía que tenía tanta hambre hasta ese momento. Me siento contenta por eso.
Aún estoy agitada por lo mi pequeño ataque.
Meto en mi boca un poco, sintiendo la suave textura contra mi paladar.
Y así termino minutos después.
Pasa tal vez una hora, yo hago nada durante ella, pero es que estando aquí no hay mucho qué hacer, tengo que estar estática en esta cama porque mis costillas están algo-muy- lastimadas.
El doctor entra, es Ed, pelirrojo (No, Sheeran, aunque él es un amor de persona), él sí que me agrada, nosotros nos conocemos de antes, un incidente del pasado.
Me siento mucho mejor, ¿puedo ir a ver a Zayn ?-
Mi voz suena ansiosa. De verdad que ansío verlo, aunque no me sienta bien, porque a decir verdad me siento de la puta.
Ed ríe, mostrando su blanca dentadura.
Eres testaruda - niega divertido, yo intento reprimir una risita-. Por supuesto que puedes ir a verle- acepta-. Voy a decirle a dos de las enfermeras que le lleven- sonríe. Le sonrío de vuelta.
Se ve despreocupado.
No soy testaruda. Responde mi cabeza. Sólo quiero ver a mi Zayn. Justifico.
Llegan dos enfermeras, tal y como lo había dicho. Una de ellas arrastra una silla de ruedas y la otra se acerca a mí.
Acomodan la silla frente a mí, y después me ayudan a incorporar mi trasero en el artefacto.
¡Duele! Grita mi cabeza. Pero nada importa, quiero ver a Zayn.
Me arrastran por todo un pasillo, blanco y solitario, entramos a una cabina que hace papel de ascensor y nos introducimos en ella. Las puertas de acero se cierran y suben un piso.
Salimos de la cabina y nos adentramos por todo el pasillo, hay doctores por ahí.
Cada que avanzamos me siento peor... no por ir a ver a Zayn, sino porque no me siento bien.
Necia. Me dice mi cabeza.
Yo sólo niego.
Entramos en la habitación.
No puedo verlo porque me , sólo escucho el ruido del electrocardiógrafo. Bip...bip...bip... y del respirador artificial.
La enfermera camina hasta una cortina azul y la corre, dejándome ver la mano de mi Zayn, colgando de la camilla.
Me arrastran hasta allá, porque no soy capaz de llegar yo sola.
Al estar cerca, me pongo de pie con todo el esfuerzo del que soy capaz. Me duele todo y quiero llorar, pero ansío y deseo verlo.
Mis ojos se aguadan al verlo, tan débil, tan indefenso, así de golpeado, me olvido del agonizante dolor que envuelve todo mi ser.
Mi amor- apenas puedo pronunciar. Tomo su mano y la entrelazo con la mía.
Bip...bip...bip...
Nunca lo había visto así. Siempre era él el que me sacaba de cualquier peligro y ahora estaba aquí.
Cielo- beso su frente-. Tienes que ser fuerte, no quiero perderte, no de nuevo- mi voz es más débil, de enferma. Acaricio su cabello, que estaba un poco áspero.
Un sollozo sale de mi boca, no soporto verlo así. Ahueco mi mano sobre mi boca y lo único que hago es derramar lágrimas y más lágrimas.
¡No quiero perderlo! No quiero dejar de verlo, no quiero dejar de oírlo cantar en mi oído cuando no puedo dormir, no quiero que me deje, aún no le he dicho suficientes "te amo's", aún no he pasado suficiente tiempo a su lado, aún quiero verlo despertar con él y... Quiero tenerlo a mi lado de esa manera tan tóxica para mí.
Acaricio su frente, su mejilla.
El molesto ruido de las máquinas aniquila mis, ya, aturdidos oídos, siento que están taladrando dentro de mi cabeza, comienzo a perderme en el sonido, mientras observo al amor de mi vida, viéndolo "dormir".
Mi vista se nubla y siento todas mis mejillas húmedas, he estado llorando todo este tiempo.
Levanto un poco su máscara de oxígeno y deposito un micro beso en sus labios.
Te amo- pronuncio.
Veo su rostro, mis lágrimas caen sobre él.
¿Y qué puedo hacer? ¡NADA! Y eso es lo peor de todo, él siempre hacía cosas por mí y ¿yo? ¡Llorando! ¡Llorando como Magdalena!
Me lleno de rabia y dolor, impotencia y desesperación.
Perdona- sollozo.
Mi malestar comienza a crecer y me siento pésimo. El dolor se hace insoportablemente agónico, siento estar sudando frío. Siento mis piernas flaquear y hacerme más débil, mi vista se torna de una inmensa oscuridad. Siento como todo sonido es lejano.
Me desmayo.

Mi bebé se desmashó!!!
Como al principio lo dije, no espero tener miles de lectoras, ustedes-mis lectoras- gracias por estar aquí, conmigo.
Espero disfruten el fic tanto como yo lo hago.
Bueno, me voy.
Actualizaré Fake en un ratito...!!! Aplaudan!!! Lo edité todito!!
Besos.
Jass(:

DangerousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora