Dangerous

The beginning of the end

Zayn's POV:

La punta de mi nariz está helada. Suspiro con pesadez y giro en la cama buscando a Avery para abrazarla. Mis manos se extienden a lo largo de la cama sin abrir mis ojos, llego al borde distal de ésta misma y no la encuentro.

Pienso en que pudo haber ido al baño o a la cocina, por lo que me envuelvo entre las sábanas de nuevo, buscando un poco de calor. El lugar donde se suponía que debía estar Avery está helado, por lo que salto de la cama, recordando que estaba muy inquieta desde la noche pasada y, a pesar de que no logro ver nada sospechoso, mis nervios se disparan porque no es normal que no esté aquí.

Busco el arma - que guardaba debajo de la almohada, pero no la encuentro.

Cierro mis ojos, sabiendo a dónde me lleva esta situación. No puedo pensar en cosas positivas cuando Avery no está en la habitación y mi arma tampoco. ¿Cómo he dormido tan profundo? ¿Cómo he dejado que se la lleven así?

Tomo mi teléfono y recorro la casa entera en su búsqueda. Me repito que no debo entrar en pánico y que debo mantener la calma... ¡¿Pero qué coño dices Zayn?! ¡Se han llevado a tu esposa y no puedes mantener la puta calma! ¡Corre y búscala debajo de las piedras si es necesario! ¡Deja las estupideces y muévete si quieres encontrarla viva!

Corro escaleras abajo, sin importarme un carajo hacer ruido. Si ellos seguían aquí iban a morir por simplemente atreverse a tocar a mi esposa.

Algo en la sala llama mi atención, una sombra... no, un cuerpo.

Corro hacia allá, encontrándome con Avery. Su cabello, sus manos. Estaba bien.

Casi caigo sobre mis rodillas de alivio al verla moverse y chistar algo entre dientes. El alivio que me recorre es incomprensible, lo único que hago es abrazarla, realmente aliviado.

— ¡Zayn! — chilla en voz baja, separándome de ella.

— ¿Qué pasa? - pregunto. El arma en sus manos llama mi atención -. ¿Por qué te has llevado el arma? — inquiero, poniéndome de pie, confuso.

— Ese hombre lleva ahí mucho tiempo - murmura, apuntándole -. Tal vez sea un espía de Carlos — supone, alterada. Parece que tendrá una crisis nerviosa en cualquier momento.

Frunzo mi ceño y observo al hombre del que Avery habla. Estaba recargado en la casa de enfrente, fumaba un cigarrillo y revisaba la hora constantemente como si esperara a alguien. Enfoco mi vista en su cuerpo al parecerme sospechoso.

— Cariño - sin despegar mi vista de la ventana, la llamo. Ella se acerca -. Ve al living amor — pido, volviendo mi vista hacia ella.

— ¿Quién es? — quiere saber, angustiada.

Niego con mi cabeza.

— No lo sé, pero voy a avisar al resto del equipo para que mantengan la guardia, ¿está bien?

Asiente con la cabeza, tendiéndome el arma. La guardo en la cinturilla de mis jeans y saco mi móvil para llamar a mi equipo de guardia, que era el contacto predeterminado.

— Zayn — responde Tom.

— Hay un tipo sospechoso - hablo en voz baja -. Necesito que pase alguien a hacer guardia porque Av está muy nerviosa con eso.

— Estaremos ahí en cualquier momento — afirma para después colgar.

No despego mi vista del sujeto ni un segundo, lanza la colilla del cigarrillo al suelo y suspira, frotando sus manos en busca de calor. Lo examino, lleva la barba de tres días, lleva una cicatriz en su rostro. Su tez es casi transparente y las ojeras que cuelgan por debajo de sus ojos me hacen pensar que el hombre no lleva una buena vida. Suspiro, esperando a que haga algo. ¿Por qué no se mueve? Simplemente está ahí, como esperando por algo.