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Queen of the night - Hey Violet

Mira tu cara Jeon, ¿Puedes dejar de meterte en problemas por lo menos un día? — hablaba entre dientes por supuesto, molesta. No entiendo como una persona tan tierna pueda tener tantos enemigos.

— Cielo, deja de preocuparte por eso ¿Si? — me sonrió mientras acariciaba mi cintura. — No puedo negar que amo que te preocupes pero, puedes estar tranquila.

— No Jungkook, no puedo estarlo si llegas con en labio roto y sangrando de la nariz. — pasaba el algodón cargado de alcohol y nuevamente este se volvía a llenar de sangre causándole dolor a el y a mi al ver que su sangre no dejaba de salir.

— Hey, eso duele y arde.

—Haberlo pensado dos veces antes de haber peleado con esos tipos extraños. — rió como si lo que hubiera dicho fuera lo más tierno del mundo. — Es en serio Jeon, deja de hacer eso...

— Ya pretty, no te molestes más conmigo por ello — acercó mi cuerpos al suyo quedando muy cercana a su cara.

— Tampoco hay que negar que te ves sexy con el labio roto, pero prefiero que te veas sexy cuando te ejercitas a sexy con el labio roto.

— Solo por ti voy a intentar dejar de pelear con ellos, pero pelearé si vuelven a insultarte.

—¿A mi? No entiendo porque, ni siquiera los conozco ¿Hice algo mal verdad?

—Nada de eso, digamos que... Uno de ellos te veía de potencial para novia pero ya yo estaba en tu camino cuando ello, y también no es que él sea muy tu tipo porque el es... Como decirlo... Muy acosador con las chicas. — besó mi frente dejando seguramente una mancha de sangre que luego limpio con el pulgar.

— Bueno, gracias por defenderme pero, no quiero que te lastimes por mí. Quiero decir, me afectaría si me lo dijera a la cara pero no lo hace, ni siquiera se de quién de trata.

— Tampoco lo sabrás, el día que se acerque a ti, ten por seguro que voy a matarlo. Acegurate de que cuando me lleves la merienda a la cárcel, venga acompañado de leche de plátano.

— ¡Hey! No digas eso ni de broma. No irás a ninguna parte. — bote el algodón cuando al fin pude hacer que se detuviera la sangre y le sonreí dejando un beso en su cara. — Ahora no habrán más besos hasta que eso se cure por completo.

(...)

Sujetaba mi cabello mientras que yo devolvía todo lo que había comido. Y esa era el problema, no había comido casi nada por lo cual podría deshidratarse mi cuerpo y Jungkook lo sabía y me miraba con cara de enojado. Enjuague mi boca para luego lavar mis dientes mientras el estaba detrás de mí con los brazos cruzados y mandíbula tensa mirando casa acción que hacía a través del espejo.

— Te lo he dicho millones de veces y te lo voy a volver a decir, tienes que alimentarte. — volvió a recoger mi cabello cuando termine de enjuagar mi boca.

— Jungkook-shi, deja de regañarme. — me levanto haciéndome abrazar su cuello.

— Voy a hacerte algo de comer dentro de media hora, y procura comerlo todo. — Estaba tan molesto arrastraba su voz y podía sentir su mandíbula tensa en mi hombro. Nos recostó a ambos en la cama y me miró fijamente con esa mirada sexy de enojado. — Estás pálida, eres trigueña y pareces de mi color. Así de pálida estás.

— Perdón mi rey — escondí mi cara en su pecho y lo escuché soltar el aire de sus pulmones.

— No dejes de comer, me preocupa tu salud.— puso su brazo tatuado como una almohada para mí y acarició mi cabello.

— Bueno... ¿Sigues molesto?.

—Si.

— Ah ...

(...)

Dibujaba sus tatuajes con un lapicero viejo que encontré. Ahora yo también tenía uno pero era más divertido ver su cara de diversión y enojo cuando trazaba sus tatuajes haciendo que estos quedaran un poco más oscuros de lo normal.

— Jagi deja de hacerle eso a mis tatuajes — rió negando.

— Amas que yo juegue con ellos, así que silencio — lo señalé — Y concentrate por qué vamos a chocar.

— ¿Porqué no le haces eso al tuyo?

— Los tuyos son más bonitos, tengo que hacerlos feos para que no opaquen mi serpiente.

— Yah — safo su mano de entre las mías y la posó en mi pierna acariciándola con el pulgar — No me desconcentres.

Parecía sacado de un edit, su mano en el volante y la otra en mi pierna no pude evitar sonreír. Se veía tan bien con esa camisa gris ancha de mangas subidas que dejaba ver su brazo ya tuado. Parece un sueño.

— ¿En que piensas?

— Nada importante. — mentí.

Por supuesto que era importante. Saqué mi teléfono y le tomé una foto, esto va de fondo de pantalla.

(...)

— Pareces una niña pequeña ¿Puedes parar de corretear por la casa y venirte a acostar ya?. — me miraba desde la cama.

— Silencio, soy la reina de la casa. — puse pose de reina.

— Solo dices eso cuando te pones mis camisas — reí, pues era sierto.

— Pues si pero no te creas cosas, aún así soy la reina.

— Ven, duérmete ya, boba.

— ¿Y si jugamos play?

— Ok, me convenció tu propuesta. ¿A que jugamos hoy, mi reina?

No puedo simplemente darle la espalda, y aunque todas mis amigas dicen que es malo para mí, me importa una mierda, y se todas las consecuencias, tampoco me importa, no puedo darle la espalda y tampoco se la daré.

Jungkook ; [ Story's ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora