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Random

Parecía una oruga arrastrándose por debajo de las almohadas. La fiebre se había apoderado de su cuerpo y estaba alucinando, lleva horas pensando que es una oruga.

-Piu piu piu- me disparó con su mano. -¡Adiós villano¡, otra ves oruga salvando al mundo de el mal que crean los adultos en las calles de las ciudades arcoiris al permitir que las personas vallan a la escuela en ponis de colores coloridos llenos de brillo y sus escarchas que tanta energía negativa contienen, son contenedores de anciedad y depresión potentes por eso las personas son bicolores en estos momento. Hay que salvar la ciudad de las ranas asesinas ¡Yo puedo con todo! ¡Yo puedo hacerlo! ¡Elija me a mi señor rey, yo salvaré la ciudad!

-Ok, ya es suficiente, vamos, recuestate- la levanté para acomodarla en la cama y impresionante mente se quedó quieta a penas toque su brazo.

-¿Porqué me tocas, quieres seducirme verdad? Eres muy guapo pero tengo novio, si... Tengo nuviu- cerro los ojos a penas acaricié su mejilla -Se que quieres que me duerma pero no lo conseguirás, villano... Villano - me señaló poniendo su dedo en mis labios - Que lindos labios te cargas, pero eres malo y tu no eres mi nuviu, tu no eres mi nuviu, ¿Y mi nuvio, me dejó?

-Que no, que tú novio soy yo, cierra los ojitos vamos, hay que dormir para que pueda ir a hacer un caldo.

-Mi nuviu me dejó - empezó a llorar como una niña pequeña.

-Que no, que soy yo, yo soy tu "nuviu".

-A- y luego de eso no emitió ninguna otra palabra. Me miraba fijamente a los ojos y sonrió luego de un rato de mirada intensa. -Mi nuviu me canta para dormir ¿Tu lo harías, nuvio?.

Me acosté a su lado y ella reposó su cabeza en mi pecho.

-¿Cuál quieres que cante, oruga salvaje?- reí.

Me voy a divertir cuando deje de alucinar.

(...)

Luego de un rato le hice un caldo y logré que su fiebre disminuyera. Tenía la punta de la nariz roja y los párpados también, el pelo revuelto y apretaba mi pulgar con su manita. La verdad parecía una niñita pequeña. Me levanté y me puse un abrigo para ir a la farmacia y comprar los medicamentos que dijo el doctor que la verdad no entiendo ya que los escribió muy mal pero no importa, ya pediré ayuda.

(...)

Entre a la casa cerrando la puerta lentamente y encontrándome un pomo de nutella en la mesita de la sala y la niña con fiebre enrollada en una manta con el televisor encendido probablemente con Disney y la boca llena de nutella en los bordes y un pastel con esta en la mano. Me cruce de brazos negando.

-Jungkook-shi - dijo con la boca llena -Llegaste.

-Si, menos mal que no llegue tan tarde, te hubieras enfermado de la barriga - me acerque con intenciones de quitarle el pastel de la mano.

-Nu- me miró con tristeza. Se me olvidó mencionar el echo de que tiene cambios de humor por Andrés el que viene cada mes.

-Vamos, puedes ponerte peor - lloriqueo dándome el pastel el cual lo puse en el frío. -Te llevaré cuando te mejores y comeremos pastel juntos- me senté a su lado y toque su frente, su fiebre había bajado.

Recostó su cabeza en mis piernas mirando el televisor.

-¿Estuve alucinaciones verdad?.

-Si- me miró - Eras una oruga heroína.

-Perdón - abrazo mi pierna.

-¿Porqué pides perdón? Amé cuidarte como si fueras una niñita chiquita.

-Entonces es un "gracias por cuidarme".

Reí. La verdad es que mi vida es mejor ahora. Tenga fiebre o alucine siempre es divertido estar con ella.

Jungkook ; [ Story's ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora