Los aviones de papel vuelan por todo el salón. Los alaridos de los estudiantes se vuelven más intensos al igual que los festejos e insultos. La profesora trata, sin éxito, de calmar a sus alumnos, sin embargo sus pedidos son ignorados. Todos pierden el control al enterarse que el examen de se ha cancelado.
En el fondo, por otro lado, Jimmy May celebra a su manera. Se inclina en la silla bromeando con sus amigos mientras estos se encargan de lazar los aviones por los aires. Ríen a un volumen alto, destacando de las otras voces y llevándose las miradas embobadas de las chicas, puesto que son aquel grupo de amigos en el que se los admira por ser extrovertidos, graciosos, atractivos y molestos.
La profesora pide silencio una vez más, pero es en vano, ya que ya es horario de salida, y los estudiantes están preparados para marcharse del salón corriendo y empujando al resto.
Jimmy y sus amigos recorren los pasillos gastándose bromas y saludando a sus otros compañeros. Algunas chicas se les acercan como si fueran moscas y los acompañan hasta la entrada, donde la alegría de Jimmy desvanece para convertirse en vergüenza absoluta.
—¡Jimmy, hola! —se trata de su padre. Lo saluda desde su auto, sacudiendo la mano y con una sonrisa brillante.
Él baja la vista avergonzado, siendo victima de las burlas de sus colegas. Encuentran gracioso el hecho de que Jimmy tenga dieciocho años y no se independice como la mayoría, incluso que sea acompañado a casa por su padre, como si fuese todavía un niño incapaz de caminar. Brian lo visita en ocasiones, ya que el horario de su trabajo no se lo permite, pero cuando tiene la oportunidad, decide llevar a sus hijos a casa, para aunque sea, pasar unos minutos juntos.
—¡Ya cállense! —les grita con las mejillas ardiendo. Los abandona escuchando todavía las burlas y sube al auto de mala gana, dando un portazo y sentándose en el asiento del copiloto.
El menor lanza su mochila al asiento de atrás casi golpeando a su hermana Emily. Frunce el ceño, mira a su progenitor con un desprecio marcado.
—¡Te he dicho que no vengas a la escuela! —le reprocha—. ¡Me dejas en ridículo!
Brian curva las cejas apenado. Lo mira con tristeza y voltea hacia el volante, adelantando los hombros y empezando a conducir.
—Lo siento, hijo. Solamente quería pasar un tiempo contigo. —dice denotando una voz frágil.
—Deja de llamarme así —protesta él—. ¡No eres mi padre y no soy tu hijo!
Jimmy y Emily son adoptados. Él nunca perdió aquel rencor hacia su padre adoptivo, ella vive agradecida por aquel gesto que probablemente los salvó de morir en un orfanato, tristes y enfermos.
El viaje continua en silencio, sin ningún intercambio de palabras y con una tensión abrumadora que rompe el corazón de Brian cada vez más. Al llegar a casa, Jimmy es el primero en salir, cierra la puerta con violencia y se dirige a la residencia con pasos estruendosos, a modo de desquitarse de toda esa rabia con la que carga. Brian baja las manos desganado y deja caer la cabeza sobre el volante, completamente exhausto.
—¿Estás bien, papi? —pregunta Emily, inclinándose para acariciarle la espalda. Él se incorpora y toma una bocanada de aire.
—Sí, princesa —responde fingiendo una sonrisa—. Papá está un poco cansado, es todo.
—Por favor, no te preocupes por Jimmy, es un idiota. —declara.
—No digas eso sobre tu hermano, Emily.
—¡Es la verdad! —Brian ríe por lo bajo. Los brazos de la pequeña lo rodean con fuerza, él corresponde el abrazo de inmediato—. ¿Podremos ver una película cuando vuelvas?
ESTÁS LEYENDO
midnight dance; brian may & roger taylor
FanfictionRoger se transforma en la bailarina más candente de la ciudad, la más talentosa, la más deseada. Desde pequeño le atrajeron las bailarinas, sus vestidos, maquillaje y pelo largo. No las deseaba a ellas, deseaba ser como ellas. Brian tiene una vida o...