La vida es simple, el amor no lo es (Izuku Adulto X Mirko)

Capítulo 2 : Presentaciones e insultos

Rumi miró la mano extendida del peliverde y se burló. --“Lo siento, solo doy la mano a dos tipos de personas. Gente que he salvado y gente a la que respeto. Tú no eres ninguno de esos."--

Inmediatamente, Rumi pudo escuchar a la señorita Sasaki suspirar con molestia. Sin embargo, ella no era la obligada a trabajar con un total extraño.

La sonrisa del enlace se desvaneció cuando retiró la mano y entrecerró ligeramente los ojos. --“Mira Mirko, sé que tienes fama de ser difícil , pero yo solo estoy haciendo mi trabajo. ¿No podemos al menos hablar un poco antes de que te vayas y decidas seguir faltándome el respeto?"--

Ahora fue el turno de Rumi de entrecerrar los ojos. Estaba a punto de replicar con una respuesta venenosa, pero fue interrumpida cuando su agente se puso de pie y rápidamente se interpuso entre los dos adultos.

--"Creo que es una petición razonable."-- Dijo la señorita Sasaki deliberadamente mientras miraba a Rumi, informándole claramente que no se toleraría más resistencia.

Resoplando de molestia como un adolescente rebelde que es regañado por uno de sus padres, Rumi giró sobre sus talones e inmediatamente salió de la oficina. Sin comprobar si su agente o el enlace la seguían, Rumi caminó por el pasillo y se acercó a la hilera de ascensores. Al presionar el botón de llamada del ascensor, Rumi puso los ojos en blanco al escuchar a su agente hablar cortésmente con el (ciertamente atractivo) títere del gobierno.

--"Entonces, ¿cómo planeas exactamente integrar tu trabajo con las actividades de mi cliente?"-- La señorita Sasaki le dijo sin rodeos a Izuku cuando los dos se detuvieron junto a Rumi.

--"Buena pregunta."-- Izuku dijo cortésmente. --“Creo que lo que haré es tratar de implementar un sistema en el que pueda inspeccionar su trabajo sin tener que estar a su lado. No soy lo suficientemente tonto como para tratar de obligar a un héroe profesional a hacer todo lo posible solo para hacer mi trabajo más fácil."--

Las puertas del ascensor sonaron suavemente y se abrieron, permitiendo que los tres entraran. Luego, Rumi presionó el botón del piso inferior y apretó los dientes cuando las puertas se cerraron y el ascensor comenzó a descender lentamente.

--"Sé que esto fue forzado en su cliente inesperadamente, así que intentaré mantener mi interferencia al mínimo."-- Izuku dijo diplomáticamente, obviamente sabiendo que Rumi estaba escuchando.

--"¡Oh, podrías parar con eso de ser el poli bueno  ya!"-- Rumi dijo en voz alta mientras se daba la vuelta y miraba al enlace con cara de piedra. --“Déjate de gilipolleces y admite que estás aquí para joder mi trabajo. ¡Vosotros los trajes siempre me habéis cabreado, y eso no va a cambiar!"--

Rumi se sorprendió al ver que el enlace puso los ojos en blanco y se recostó contra la pared de metal gris del ascensor.

--"¿Te das cuenta de que no todo el mundo está tratando de molestarte?"-- Izuku dijo en un tono aburrido. --“Solo estoy haciendo mi trabajo. Si sacaras la cabeza de tu trasero y escucharas por un segundo, entenderías que no soy tu enemigo."--

Rumi sintió que su presión arterial subía unos cuantos puntos mientras rápidamente acortaba la distancia del estrecho ascensor y se enfrentaba cara a cara con la pequeña mierda irrespetuosa.

--"¿Qué diablos acabas de decirme?"-- Rumi gruñó. --"Podría patear tu trasero hasta la estratosfera si quisiera, así que elige tus próximas palabras con cuidado."--

El nuevo “compañero” de Rumi cuadró los hombros y le devolvió la mirada desafiante mientras hablaba. --“Escuchaste lo que dije perfectamente. Personas como tú me han estado hablando mal toda mi vida y todos sois iguales. Todos ladran y no muerden. Adelante, golpéame si quieres, todo lo que hará es ganarte una licencia de héroe suspendida."--