La vida es simple, el amor no lo es (Izuku Adulto X Mirko)

Capítulo 48 : Las consecuencias.

Rumi se quedó en silencio en el pasillo del hospital, sus ojos se centraron en el inmóvil Izuku que yacía en una cama de hospital cercana. Su rostro estaba cubierto por una máscara de oxígeno mientras que los tubos y cables se entrecruzaban en su cuerpo. Bolsas intravenosas llenas de líquidos y medicamentos colgaban de un estante cercano, la burbuja ocasional indicaba que el cuerpo de Izuku todavía bombeaba sangre por sus venas. El agente estaba vivo, pero apenas. Al principio, Rumi tenía la esperanza de que su alma gemela eventualmente se recuperaría, pero después de varias semanas de espera, comenzó a perder la esperanza. Los médicos habían explicado que junto con el trauma físico de ser apuñalado, la arcilla sucia había dejado una infección furiosa que estaba a punto de abrumar el sistema inmunológico de Izuku.

Decir que Rumi no estaba de buen humor era quedarse corto.

En cierto modo, Izuku se había salvado a sí mismo. Justo antes de cargar para salvar a Rumi, Izuku envió a Uraraka con un amplificador de radio improvisado para pedir ayuda. La oportuna llegada de refuerzos fue lo que salvó a Izuku de una muerte segura.

El primer día después de la misión, Rumi se aseguró de sentarse con Uraraka y asegurarse de que estuviera mentalmente bien. La pobre chica había pasado por mucho, y Rumi quería asegurarse de que la interna no se culpara por lo sucedido. No hace falta decir que hubo algunos trabajos de psicología con Uraraka, pero al final, Rumi de alguna manera logró que la adolescente se sintiera un poco mejor.

Despertar sin Izuku a su lado era un nuevo tipo de infierno que Rumi tenía que experimentar, y en el fondo de su mente se preguntaba si alguna vez volvería a hablar con su amante. Se sentía como si el mundo hubiera perdido su color y su vitalidad, y Rumi había considerado seriamente empezar a beber para ayudarse a dormir por la noche. Afortunadamente, una conversación con la señorita Sasaki había cortado esa mala idea de raíz.

Así que ahora aquí estaba, pasando otra noche en el hospital con la esperanza de ser la primera persona que Izuku viera cuando despertara.

Si es que despertaba.

Con un profundo suspiro, Rumi se apoyó contra la fría pared de azulejos y se inspeccionó distraídamente su largo cabello. Algo había cambiado en ella durante esa pelea, y Rumi habría estado encantada con su nueva fuerza si no hubiera sido al precio de perder a Izuku. Su cabello blanco ahora tenía un brillo blanco plateado, y sus ojos rojos casi brillaban en la oscuridad. Era como si algo hubiera sobrealimentado su peculiaridad, y Rumi casi accidentalmente hubiera matado al primer criminal que había detenido por sí misma. Era como si algo hubiera marcado todos sus sentidos hasta once sobre diez, y aumentado su fuerza física y velocidad diez veces. Después de casi destruir el equipo de entrenamiento en su apartamento, Rumi se vio obligada a comprar un juego completamente nuevo que pudiera manejar su nueva fuerza.

Por supuesto, hubo varios visitantes cuando se supo la noticia de la desastrosa misión. Cassandra y Miyu consolaron a Rumi cuando regresó y se aseguraron de hacerle saber que harían todo lo posible para ayudarla. Hawks había sido el siguiente en visitarla, y aunque la visita fue breve, hizo que Rumi se sintiera un poco mejor de que uno de sus pocos amigos pro-héroes se preocupara lo suficiente como para ver a Izuku en persona. Para sorpresa de Rumi, Uraraka también apareció con una tarjeta firmada por toda su clase. Luego estaban las docenas de llamadas telefónicas y correos electrónicos de los compañeros de trabajo y superiores de Izuku.

De repente, el nuevo sentido del olfato de Rumi detectó un olor que puso los pelos de punta.

El olor a carne podrida y sangre.

Dándose la vuelta, Rumi no hizo nada para ocultar su desprecio mientras Oscar caminaba hacia ella con una sonrisa en su rostro.

--"Hola Lola."-- Dijo el estadounidense en broma. --"¿Pasando otra noche esperando a que tu bella durmiente se despierte?"--

Apenas suprimiendo el impulso de meter los dientes de Oscar en su garganta, Rumi se decidió por darle al espeluznante agente una mirada que podría congelar una fogata.

--"¿Qué diablos quieres a Oscar?"-- Ella gruñó.

Apoyado contra la pared opuesta, Oscar sonrió con malicia. --"Estoy pidiendo ese favor que me debes. Tengo un trabajo que necesito hacer y tú eres la candidata perfecta para ello."--

Enderezándose, Rumi finalmente pudo decir lo que había querido decir durante mucho tiempo. --"Vete a la mierda Óscar."-- ella siseó. --"Me importa una mierda lo que quieras en este momento."--

Su sonrisa diabólica se hizo más amplia, Oscar miró al inmóvil Izuku y lamió sus dientes irregulares. --"En primer lugar, eres muy grosera. Pero puedo ver por qué estás de tan mal humor. ¿Qué tal si endulzo el trato?"-- Luego, el estadounidense sacó un pequeño trozo de papel del bolsillo de la chaqueta de su traje y se lo ofreció a Rumi. --"¿Qué pasaría si te dijera que sé que se está desarrollando un fármaco experimental que podría salvar la vida del pobre Mido? De hecho, está en el mismo edificio que el disco duro que quiero que adquieras. Hazme este favor y te daré el nombre del medicamento incluso. Honestamente, es un escenario en el que todos ganamos. Yo obtengo lo que quiero y tú tienes la oportunidad de salvar la vida de tu niño."--

Rumi quería escupirle a Oscar en la cara y decirle que se fuera al infierno, pero la perspectiva de recuperar a Izuku la hizo detenerse.

--"¿Voy a tener que matar a alguien?"-- Ella preguntó sospechosamente. --"No me importa lo que me ofrezcas, no voy matando a personas al azar sin ninguna razón."--

Oscar se encogió de hombros con indiferencia. --"No, si no quieres claro. Lo ideal es que seas lo suficientemente rápida para evitar cualquier confrontación."--

Rumi frunció el ceño mientras reflexionaba sobre la oferta de Oscar. --"Necesito más información antes de aceptar esto. ¿Dónde está el disco duro? ¿A quién pertenece? Ese tipo de cosas."--

Óscar se rió. --"Y aquí estaba pensando que podría hacer que te escaparas sin decírtelo. Parece que algo de la inteligencia de Mido se te ha contagiado."-- Oscar luego sonrió siniestramente mientras miraba a Rumi. --"El laboratorio está siendo financiado por el Ministerio de Defensa, extraoficialmente, por supuesto. Especialmente teniendo en cuenta que el trabajo que se lleva a cabo allí es menos que ético. Quiero el disco duro de la estación de trabajo de un científico específico."--

Bueno, eso ciertamente complicó las cosas.

--"¿Qué diablos, Oscar? Si es un laboratorio del Ministerio de Defensa, ¿por qué no puedes ir a buscarlo tú mismo?"-- Rumi preguntó sin rodeos.

Oscar puso los ojos en blanco antes de hablar. --"No importa, retiro lo que dije antes sobre que eres más inteligente."-- Oscar luego se golpeó la frente con condescendencia. --"Piénsalo Lola, ¿cómo podría un humilde agente de campo como yo saber acerca de un laboratorio clasificado, y mucho menos tener acceso a él? Necesito los datos en ese disco duro, y necesito obtenerlos de una manera que no pueda ser rastreado hasta mí. Incluso si te atrapan, puedes simplemente fanfarronear y decir que recibiste una pista sobre el laboratorio haciendo cosas ilegales. No es como si el Ministerio de Defensa pudiera refutar algo así."--

Apretando su puño de metal, Rumi le gruñó a Oscar. --"Lo que sea, solo dame la dirección. ¿Cuándo lo necesitas?"--

Sonriendo victoriosamente, Oscar le entregó el papel a Rumi. --"Preferiblemente en los próximos días. Además, ¿quién sabe cuánto tiempo podrá aguantar el pobre Mido?"--

Dándose la vuelta, Oscar habló por encima del hombro mientras se alejaba. --"Su medicamento milagroso está en el laboratorio C y debe estar etiquetado como compuesto 3Z. Cuando tengas los productos, llama al número que figura en el papel. Nos vemos."--

Al ver a Oscar doblar una esquina y desaparecer de la vista, Rumi gruñó de frustración mientras deslizaba el papel doblado en uno de sus bolsillos.

Genial, no hay manera de que esto pueda terminar mal. Solo un viaje rápido al sitio negro para obtener algunos medicamentos y piezas de computadora. Tal vez, si ella lo pedía amablemente, incluso podría envolverlo para regalo.

Volviendo a mirar con anhelo al comatoso Izuku, Rumi puso su mano humana contra el cristal y susurró en voz baja.

--"Solo espera un poco más Izuku... por favor..."--