La vida es simple, el amor no lo es (Izuku Adulto X Mirko)

Capítulo 3 : Injusto

Rumi se apoyó contra la puerta de su apartamento como si el enlace estuviera tratando de derribarla.

¡¿Por qué diablos estaba él aquí en su día libre?!

Además, ¿cómo diablos sabía dónde vivía ella?

No es como si Rumi caminara descaradamente sin preocuparse por su privacidad. Ella valoraba su soledad, a diferencia de otros pro-héroes a los que les importaba menos si la gente supiera dónde vivían. Solo el personal superior del hotel sabía quién era ella, y pagó mucho dinero para que siguiera siendo así.

Entonces eso dejaba dos opciones. O alguien se fue de la lengua, o el enlace molestamente guapo era una especie de acosador.

--"¡¿Cómo diablos llegaste aquí ?!"-- Rumi gritó a través de la puerta. --"¡Necesitas saber el código de la cosita del número en el ascensor!"--

--"Uh... Le he mostrado al recepcionista mi placa."-- Dijo el peliverde en un tono de voz como si estuviera hablando de algo extremadamente obvio. --"Solo quería hablar con-"--

--"¡¿Y cómo diablos supiste dónde vivo?!"-- Rumi exclamó, cortando el enlace a mitad de la oración".

Parecía que el enlace finalmente se dio cuenta de cómo era la situación, mientras tropezaba con sus palabras mientras trataba de explicarse a toda prisa. --"¡Oh, le pregunté a tu agente! Entiendo el malentendido... ¡pero juro que no soy un acosador ni nada!"--

Rumi suspiró con exasperación, sus hombros cayeron ligeramente cuando la energía nerviosa la abandonó.

Era injusto lo malditamente lindo que era ese tartamudeo nervioso.

"Bueno, me alegro de que no sea un acosador..." , pensó Rumi.

Al darse cuenta de que todavía estaba apoyada contra la puerta, Rumi se puso de pie y abrió ligeramente la puerta lo suficiente como para poder ver a través del espacio.

El enlace (¿cuál era su nombre?) estaba vestido con otro traje negro estándar del gobierno y estaba de pie en el pasillo con un maletín sencillo. Rumi podía ver el ligero nerviosismo en su rostro mientras tamborileaba ociosamente con los dedos contra el asa del maletín.

--"Umm... lo siento si te estoy molestando."-- Dijo disculpándose. --"Le pregunté a tu agente cuál sería un buen momento para hablar contigo y me dijo que lo intentara esta mañana."--

Rumi gruñó con molestia. Por supuesto, la vieja bruja envió a este tipo en su día libre. ¡Había estado deseando dormir hasta tarde por una vez!

--"Si este es un mal momento, puedo volver más tarde."-- Ofreció el peliverde.

Rumi entrecerró los ojos con sospecha mientras mantenía la puerta entreabierta. --"¿De qué querías hablar?"-- Ella preguntó. --"Si planeas enfadarme de nuevo, no estoy de humor."-- Ella dijo malhumorada.

El hombre suspiró suavemente y sacudió la cabeza. --"No, no vine a pelear. Solo quería discutir algo contigo. Tengo algo que creo que nos beneficiaría a ambos."--

Rumi gruñó irritada y se mordió el labio mientras debatía consigo misma sobre lo que debía hacer. Después de casi un minuto completo de silencio, Rumi suspiró con resignación y habló con el agente del gobierno.

--"Bien , podemos hablar. Sólo dame un minuto."--

Sin esperar la respuesta del hombre, Rumi cerró la puerta y rápidamente regresó a su habitación.

--"¡¿Qué diablos estoy haciendo?!"-- Se susurró a sí misma enfadada mientras buscaba en su armario una muda de ropa limpia.

Por alguna razón, su cerebro decidió tomar una decisión en una fracción de segundo, y antes de que pudiera detenerse, Rumi descubrió que las palabras salían de su boca por sí solas para cuando aceptó ver al agente del gobierno.